miércoles, 4 de diciembre de 2024

Seis de cada diez trabajadores informales son pobres


La reforma laboral del gobierno agravará la pobreza. 
 Los cuentapropistas fueron los más empobrecidos.

 La ofensiva capitalista en curso, encarnada en la figura de Javier Milei, tiene como objetivo de fondo la eliminación de los convenios colectivos de trabajo que supo conquistar la clase trabajadora a través de sus luchas. Lejos de constituir una vía para fomentar el empleo registrado, como lo presentan desde el oficialismo, liquidar los derechos laborales solo redundará en mayores índices de pobreza. 
 La tasa de pobreza es más alta entre los trabajadores más precarizados y así lo demuestra un informe elaborado por el Grupo de Estudios sobre Desigualdad y Movilidad Social del Instituto Gino Germani, junto con el Equipo de Investigación sobre Trabajo, Estratificación y Movilidad Social perteneciente a la Facultad de Humanidades de la Universidad de Mar del Plata. 
 El trabajo, titulado “Perfiles de la pobreza. Propuestas para su abordaje en la Argentina reciente”, describe cuáles fueron los sectores que más sufrieron el crecimiento exponencial de la pobreza que tuvo lugar durante el primer semestre del año, luego del golpe devaluatorio de diciembre 2023. Por un lado, mientras que el índice general fue del 52,9%, la pobreza entre los cuentapropistas no calificados (changarines) trepó al 64,7%. A su vez, el 66,4% de los trabajadores manuales de pequeños establecimientos quedaron bajo la línea de pobreza; ahora su situación es todavía más vulnerable luego de que Ley Bases borrara la relación de dependencia en el caso de establecimientos de hasta cinco empleados.
 Por otra parte, la incidencia de la pobreza en los asalariados informales escaló al 64,3%. El informe resalta que, en apenas seis meses, 514 mil asalariados informales pasaron a ser pobres. La pobreza es aún mayor entre los trabajadores no registrados del rubro de la construcción y de la industria manufacturera, alcanzando el 79,3% y el 69,6%, respectivamente. Finalmente, Milei quiere degradar las condiciones laborales de los trabajadores registrados, equiparándolas con las de aquellos que trabajan en el ámbito informal y carecen de derechos tales como paritarias, aguinaldo y vacaciones pagas.
Así las cosas, podemos asegurar que si la clase capitalista cumple con su anhelo de reventar los convenios colectivos de trabajo, que han sido consagrados gracias a importantísimas huelgas obreras, lo que crecerá en el país no serán ni las inversiones ni el empleo, sino la pobreza. Si bien Milei es el primero en impulsar esta agenda reaccionaria -razón por la cual concita el apoyo de los grandes grupos económicos-, todo el arco político patronal la respalda. La propia Cristina Kirchner se expresa a favor de “modernizar las relaciones laborales” cada vez que tiene oportunidad.
 Como vemos, las políticas empobrecedoras del gobierno golpearon especialmente a la población trabajadora más explotada. Un recorrido que Milei promete profundizar yendo a fondo con la reforma laboral antiobrera y el ajuste contra el pueblo. Por eso, urge echarlo con la movilización popular en defensa de los convenios y nuestras condiciones de vida. 

 Sofía Hart

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