En dos jornadas vertiginosas, Corea del Sur pasó de un intento de autogolpe por parte del presidente Yoon Suk yeol (del derechista Partido del Poder Popular, PPP) a la liquidación de esa tentativa por parte del pueblo movilizado.
El martes por la noche, el mandatario coreano impuso la ley marcial alegando actividades “pronorcoreanas” de sectores de la oposición. Una burda excusa para hacer pasar el golpe. El ejército fue desplegado y quedó prohibida la actividad política, tanto en el parlamento como en las calles, al igual que el derecho a huelga. Los medios, según la resolución, quedarían bajo supervisión del comité marcial.
El pueblo surcoreano se movilizó rápidamente contra esta tentativa autogolpista, que trajo a la memoria la dura época de la dictadura militar. En la madrugada del miércoles, con un parlamento rodeado por las fuerzas represivas y manifestantes, una mayoría de 190 legisladores (sobre un total de 300 con que cuenta la cámara) rechazó la imposición de la ley marcial, pero el ejército decidió mantenerse en las calles hasta tanto el presidente no retirara la medida.
Con el correr de las horas, bajo una movilización popular creciente, Suk yeol finalmente anunció que retiraba la ley marcial. Los manifestantes se mantenían en las calles al momento de escribirse estas líneas, a la espera de que se concretara el retiro de militares y policías.
La intentona golpista por parte de Suk yeol, cuya popularidad viene declinando al calor de la inflación y los altos precios de la vivienda, se produce a escasos meses de su derrota en las elecciones legislativas frente al centroizquierdista Partido Democrático. Bajo su gobierno, Suk yeol acentuó el militarismo y el alineamiento con el imperialismo yanqui. A fines de abril de 2023, se entrevistó con Joe Biden en la Casa Blanca para ratificar esa línea.
La Casa Blanca dijo en un comunicado no haber sido avisada de antemano de la ley marcial, pero, aun así, y con el golpe en desarrollo, confirmó su alianza con Corea del Sur, donde tiene desplegados 30 mil soldados, claves en su disputa con China y Corea del Norte. Otra vez se vuelve a ver el doble discurso de los yanquis a la hora de hablar de la democracia.
Entre los pronunciamientos en contra de la ley marcial estuvo el de la Confederación de Sindicatos Coreanos (KTUC), que resaltó que se trata del primer intento de imponer la ley marcial en 44 años.
Tras el recule presidencial, entre los manifestantes se abría paso el reclamo de la salida del poder de Suk yeol, según un artículo de la BBC.
Así sea.
Gustavo Montenegro
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