Así, el gobierno que elogió a los evasores y estableció un blanqueo que permite el lavado masivo de dinero del narcotráfico y otros negocios ilegales, ahora levanta el dedo acusador pretendiendo penas de hasta 10 años de prisión contra los dirigentes y compañeros del movimiento piquetero combativo. Esta acusación apunta a seguir condicionando la investigación en función de agravar las penas de los compañeros imputados. En el pasado, la UIF ya solicitó que los compañeros fueran indagados por este delito, pero la acusación no fue tomada por la Cámara ni por el juez ni el fiscal. Ahora, vuelve a la carga con el objetivo de agravar los cargos sin ningún fundamento.
La acusación por lavado no tiene pies ni cabeza, porque no se aportan nuevas pruebas sino que se interpreta que la defraudación de la que se acusa al Polo Obrero fue además un acto de lavado de activos. Pero la acusación de defraudación es falsa, porque omite lo mas importante, que es que el Polo Obrero utilizó los fondos de los convenios con Desarrollo Social para construir más de 50 sedes de comedores comunitarios, para folletos y cursos de formación, para la compra de maquinaria para el trabajo gráfico, textil, de sublimado, de medios comunitarios, para talleres de batucada en los barrios de todo el país, para la organización de eventos deportivos y culturales, y, en suma, para todos los fines establecidos en los convenios. Ni el juez ni el fiscal se detuvieron nunca a constatar toda esta actividad, que está presentada frente al Ministerio de Desarrollo Social y frente al juzgado.
Mientras la justicia levanta nuevos cargos, redoblando la persecución, el Polo Obrero sigue protagonizando importantes medidas de lucha contra el gobierno nacional, como lo fue la movilización del 20 de noviembre al Ministerio de Capital Humano, y la movilización por la Ruta 3 y el acampe en la Plaza central de San Justo en La Matanza. En estos reclamos se vuelve a poner en evidencia que, lejos de ser una “entente criminal” como sostiene el Fiscal de Cámara, el Polo Obrero es una organización que canaliza los reclamos de cientos de barrios de todo el país, que están totalmente desamparados frente al avance de la pobreza y la miseria, el cierre de los comedores populares, el recorte de los programas sociales y la pulverización de salarios y jubilaciones.
Por eso, se va generando entre la población una corriente de solidaridad con esta lucha y contra la persecución judicial. El pronunciamiento que impulsa el Polo Obrero contra la persecución recoge ya cientos de firmas de personalidades, entre ellas, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Impulsemos con todo esta campaña de apoyo para ponerle un freno a la justicia y el gobierno que quieren llevar a juicio y condenar a más de 15 compañeras y compañeros del Polo Obrero.
Juan García
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