El gobierno celebra un supuesto “repunte” de la actividad económica, cuando lo cierto es que las cifras siguen indicando una caída. Entre octubre 2023 y octubre 2024, la misma retrocedió 0,7% según el Indec, y lo hizo más abruptamente en los rubros industria manufactura, construcción y comercio, que concentran el grueso de los puestos de trabajo.
Hubo crecimiento interanual en áreas vinculadas al extractivismo, a la “timba” financiera y a la especulación inmobiliaria. La actividad en el agro aumentó 2,3% (respecto a un 2023 azotado por la sequía), la minería 7,4%, la intermediación financiera 1,8% y, las actividades inmobiliarias, 0,5%. Medidas profundamente antipopulares adoptadas por Milei, como la megadevaluaición inicial, el carry trade y la desregulación del precio de los alquileres, estuvieron detrás de estas subas, de las cuales solo se beneficiaron un puñado de capitalistas. A su vez, no redundaron en más empleo, ya que se trata de rubros que requieren poca mano de obra.
Cayeron sí la construcción (-14,5%), la industria manufacturera (-2,3%) y el comercio (-2,1%). Aquí el gobierno también intervino para que eso ocurriera, paralizando la obra pública, con políticas aperturistas (atraso cambiario inclusive), aplicando tarifazos y golpeando el poder adquisitivo de la población, lo cual repercute en el consumo. Este último no mejora: los datos oficiales muestran que, en octubre, las ventas en el supermercado se desplomaron 17,8% en términos interanuales. Sucede que el salario, a diferencia de la versión que intenta instalar el gobierno, continúa perdiendo: entre octubre 2023 y octubre 2024, la variación salarial fue del 172,1%, mientras que la inflación en el mismo período escaló 193%.
Así las cosas, la gestión de Milei apunta a destruir el tejido industrial del país y avanzar en una mayor primarización económica, agravando la dependencia nacional. Sin ir más lejos, entre el tercer trimestre 2023 y el tercer trimestre de este año, la incidencia de la agricultura y la ganadería en el PBI avanzó 0,58 p.p.; y, la de la minería, 0,24 p.p. En contraste, la participación de la industria manufacturera en el PBI disminuyó 1 p.p. El acuerdo de libre comercio con Estados Unidos al cual aspira el presidente sin dudas profundizaría la subordinación semicolonial de Argentina, en favor del imperialismo yanqui.
A pesar de esta orientación recesiva, la clase capitalista no le retira su apoyo al gobierno porque valora la ofensiva antiobrera que este encarna. Incluso, las patronales utilizan la caída de la actividad como pretexto para redoblar los ataques contra los trabajadores, mediante despidos, paritarias a la baja y flexibilización laboral. Es necesario, entonces, organizar la lucha para defender incondicionalmente los puestos de trabajo, el salario y los convenios.
Sofía Hart
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