lunes, 13 de noviembre de 2023

La inflación de octubre fue de 8,3% y ya acumula un 120% en el año


El gobierno se jacta de una tendencia decreciente, mientras los trabajadores ven cada vez más pulverizado su poder adquisitivo.

 El Indec dio a conocer el índice de inflación del mes de octubre, el cual se ubicó en un 8,3% mensual, consagrando un acumulado anual de 120% y un 142,7% interanual. El oficialismo, principal impulsor de la inflación, se jacta de una tendencia decreciente con respecto al mes anterior, mientras los trabajadores continúan viendo cada vez más pulverizado su poder adquisitivo porque los salarios perdieron durante todo el año y siguen perdiendo sistemáticamente. 
 Para Gabriel Solano “la inflación dada a conocer por el Indec pone en evidencia el país que ayer ocultaron Massa y Milei” en el debate, en un comunicado de prensa el dirigente del Partido Obrero señala que “aunque la inflación es la más alta de los últimos 32 años, lo cierto es que las previsiones para el año entrante son aún más temerarias, ya que se estima que rondará entre el 250 y el 300%. Esto se debe a que tanto Massa como Milei preparan para después de las elecciones nuevas devaluaciones, tarifazos y naftazos, que agravarán la situación actual. Para los trabajadores esto representará menos salarios y jubilaciones y más pobreza e indigencia”. 
 El rubro que más incidencia tuvo fue Alimentos y Bebidas no alcohólicas, el cual se ubicó en 7,7%%. Esto es impulsado por la quita de retenciones a las patronales agrarias, los beneficios cambiarios impulsados por el gobierno y las sucesivas devaluaciones. Sucede que, si bien la mayoría de los alimentos que consumimos no son de origen importado, el capital agrario busca inmediatamente replicar en el mercado interno los mayores beneficios que obtiene exportando. Puede hacerlo porque posee el monopolio del complejo agroexportador local y de la tierra, algo que ningún gobierno se ha propuesto alterar.
 El gobierno, para que estos capitalistas liquiden las divisas y así cumplir con el pago de la deuda, los premia con prebendas cambiarias e impositivas que impactan en el precio de los alimentos. Ahora, tanto Milei como Massa promueven la permanencia de la eliminación de las retenciones, lo que vaticina que la inflación en los alimentos preservará una tendencia alcista. 
 A los Alimentos le siguieron Prendas de vestir y calzado (11,0%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (10,7%), todos rubros que requieren de importación de materia prima, los sectores menos regulados durante el gobierno del Frente de Todos y que actualmente se valen de las medidas proteccionistas para engordar sus bolsillos, mientras gozan de un régimen de explotación laboral que suma talleres textiles en la clandestinidad y condiciones laborales de ultraprecarización, con salarios totalmente depreciados en dólares, que no tienen nada que envidiarle a las grandes manufactureras internacionales. No resulta llamativo que apoyen la candidatura de Massa. 
 A esto se suma la política de tarifazos permanentes que Massa ejecuta para arrimarse a la meta de ajuste fiscal que exige el FMI, lo que afecta doblemente a los usuarios que pagan este costo en su economía doméstica pero además en el precio de los productos, porque las patronales los trasladan. La división de mayor aumento en el mes fue Comunicación (12,6%), producto de las subas en los servicios de telefonía e internet autorizados por el gobierno.
 A esto se agregan los incrementos autorizados a las prepagas y los anuncios de las empresas de medicina privada, que avisaron que cobrarán co-pagos de hasta $6.000 en la atención de consultas médicas y de $3.000 para el caso de análisis clínicos y estudios, con lo que se termina de descargar la crisis del sector sobre los bolsillos de pacientes y afiliados. 
A esto se suman obstrucciones a la obtención de medicamentos con descuentos en farmacias de la provincia de Buenos Aires, trasladando el ajuste y la inflación sobre los trabajadores y pacientes y mostrando una vez más los límites de la política oficial en la materia, y un sistema de salud privatizado que cruje por todos lados. 
 Esto se agravará en noviembre con el aumento del precio de los biocombustibles (biodiesel y bioetanol) autorizado por el gobierno, luego de la crisis por desabastecimiento, en favor de las productoras de combustibles, lo que se trasladará a toda la cadena productiva. El biodiesel se mezcla con el gasoil y es implementado más que nada en camiones, tractores y maquinaria agrícola; mientras que el bioetanol se mezcla con la naftas e impacta más de lleno en el consumo final de los automóviles. Según la resolución 922/2023 publicada este martes en el Boletín Oficial, el incremento será 35% en promedio y acumula casi un 140% en lo que va del año.
 En paralelo, los salarios, según el Indec, acumularon una variación del 96,5% hasta el mes de septiembre, lo que no llega ni a equiparar el nivel inflacionario (cuyo acumulado se ubicó en 103% hasta septiembre). Así, el poder adquisitivo de los trabajadores cae en picada gracias a las paritarias a la baja que imponen las patronales en complicidad con la burocracia sindical. Las medidas demagógicas de Massa en plena campaña electoral, como la devolución del IVA o el magro bono a los jubilados, no subsana esta situación. 
 Al mismo tiempo, Milei sostiene que va eliminar la inflación, pero propone un plan dolarizador que, para ser llevado adelante, necesitaría una megadevaluación, la cual encarecería fuertemente los costos de producción y haría trizas los salarios. Por otro lado impulsa un “plan motosierra” que implica lisa y llanamente un ajuste brutal en los gastos del Estado, lo que incluye la eliminación de subsidios. Esto solo agravará el cuadro, porque se traducirá en mayores tarifazos en los servicios y en el transporte. Es el reforzamiento de la orientación que nos trajo hasta acá. 
 Ambos candidatos capitalistas están comprometidos a seguir llevando adelante el acuerdo con el FMI. El organismo exige una nueva devaluación, y aún mayor a la ya aplicada, además de un redoble del ajuste fiscal, lo que preserva la tendencia hacia una hiperinflación. Tanto Massa como Milei traen bajo el brazo un programa político a medida de los capitalistas, que agravará las penurias de la población trabajadora. Hay que enfrentarlo en las calles. 

 Camila García

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