sábado, 11 de noviembre de 2023

La campaña electoral desciende a los “sótanos de la democracia”


Las reveleciones sobre las actividades del ex policía, pseudo periodista y ´agente inorgánico´ de los servicios de inteligencia Ariel Zanchetta han puesto en el tapete, una vez más, el recurso del espionaje como arma de lucha política entre facciones políticas de la burguesía. 
 Zanchetta quedó involucrado en la investigación sobre el hackeo al teléfono del ex ministro porteño Marcelo D´Alessandro que reveló los viajes en yunta de jueces, fiscales y funcionarios a la Patagonia, financiados por Clarín. Al momento de su detención, Zanchetta tenía en su poder más de mil carpetas con información sobre políticos, magistrados, periodistas y deportistas, de todos los bandos. Esto sería la punta del ovillo, pues todavía faltan examinar una docena y media de dispositivos.
 La operatoria de Zanchetta es más o menos clásica: publicaba sus ´revelaciones´ obtenidas por medio del espionaje ilegal en medios que servían para blanquear operaciones realizadas a pedido del mejor postor. Prácticamente todas las denuncias de ´corrupción´ que salpicaron a todos los gobiernos fueron detonadas de este modo.
 Las primeras informaciones revelan que Zanchetta mantenía comunicación fluida con el diputado nacional kirchnerista Rodolfo Tailhade, ex subdirector general de contrainteligencia de la AFI y principal impulsor del juicio político a la Corte. Fue quien hizo públicos los chats entre D´Alessandro y sus compinches de farra. En su descargo, Tailhade aseguró: “Tengo tres mensajes de él [Zanchetta]. Dos contestados con un ‘gracias’ y otro sin contestar” (Pagína 12, 8/11). Sin embargo, las capturas de pantalla de sus conversaciones, publicadas en los medios, van bastante más allá. Curiosidad: en su currículum, además de destacar su formación como espía, Zanchetta se presenta como “corresponsal y colaborador para el diario del Grupo Clarín” y asegura haber integrado “un equipo de tareas” junto a Fernando Pocino y el ex jefe del Ejército César Milani (La Nación, 8/11). 
 Otro funcionario, Fabían “Conu” Rodríguez, un camporista que reviste como subdirector en la AFIP, le habría encargado a Zanchetta una ´carpeta´ sobre Victoria Tolosa Paz. Como retribución, Zanchetta recibía pauta oficial para Enclave.ar, al portal informativo que utilizaba como fachada para sus operaciones. Pero también recibía pauta de San Isidro, un municipio gobernado por JxC (LN, 8/11).
 Entre los archivos de Zanchetta, se encontraron documentos sobre la muerte del ex fiscal Alberto Nisman. El agente ´freelancer´ supuestamente reportaba espías de la AFI que están bajo la lupa por haber sido “protagonistas de inusuales llamadas telefónicas realizadas el fin de semana en que se produjo la muerte del fiscal” (LN, 8/11). Nisman apareció muerto en su departamento de Puerto Madero pocas horas antes de presentar ante el Congreso una denuncia contra Cristina Fernández y otros funcionarios de su gobierno por encubrimiento del atentado a la AMIA. Poco tiempo antes, la firma del memorando de entendimiento con Irán había detonado una crisis definitiva con el ex jefe de la SIDE de Néstor Kirchner, “Jaime” Stiuso. “Una de las pistas que sigue [el fiscal Eduardo] Taiano es que la muerte del entonces fiscal de la causa AMIA puede estar relacionada con una guerra interna de los servicios de inteligencia” (ídem). Esa guerra ha recrudecido en vísperas del balotaje, entre camarillas que disputan el control del aparato de inteligencia del próximo gobierno, sea quien sea electo. 
 Los allanamientos que derivaron en la detención de Zanchetta fueron ordenados por el juez Marcelo Martínez de Giorgi. En su editorial del lunes pasado, Carlos Pagni recordó que éste mantiene “una relación estrechísima” con Sergio Massa. Atribuyó sospechas: dice que “hipótesis” circuló en el kirchnerismo, aunque su propio candidato, a priori, sería el más perjudicado. Sin embargo, ¿existe una colusión de Massa con el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, a quien Tailhade apunta como el origen de este desaguisado? Poco tiempo atrás, Rosatti convocó a la “unidad nacional”, apelando a una expresión utilizada antes por Massa, lo que fue interpretado como una señal de apoyo al candidato del peronismo. En su eventual gobierno, dijo Massa, “Cristina no se va a meter en nada” y evitó pronunciarse en apoyo al juicio político a la Corte. “Los jueces, no sin malicia, observaron cómo el caso Zanchetta se precipitó con los allanamientos a Conu Rodríguez la misma semana en que la Comisión de Juicio Político debía tratar los descargos de los jueces de la Corte ante las acusaciones que les lanzó el kirchnerismo” (LN, 9/11). Por su parte, tropa kirchnerista pidió prohibirle la salida del país a Macri, investigado en siete causas judiciales. 
 Estas maniobras cruzadas vuelven a sacar a luz el carácter conspirativo del Estado. La ´soberanía popular´ es manipulada a través de operaciones que tienen eco en los medios de comunicación e instituciones que son monopolio de la burguesía. En todos los casos, la inteligencia estatal es utilizada, a término, contra el pueblo –desde el Proyecto X de los K hasta el espionaje de Macri sobre los familiares del ARA San Juan, entre muchísimos otros.
 Un dato relativamente novedoso, es que la aparición de Internet, ha sido el impulso al emprendedurismo en el mundo del espionaje, que abreva en bases de datos y otros sitios alojados en el lado oscuro de la web. “Un juez federal habló de que tras las desarticulación de la AFI quedaron unos 1.100 agentes dispuestos a trabajar a quien le pague por sus servicios” (LN, 9/11). De la precarización no se salva nadie. 

 Jacyn 
 09/11/2023

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