Los rumores, cada vez más confirmados, de la designación de Luis “Toto” Caputo al frente de Economía bajo el nuevo gobierno de Javier Milei están tensando las relaciones al interior de La Libertad Avanza en una de las mayores concesiones a la casta macrista: el abandono de la dolarización por la vía de un agente de los fondos buitre que fracasó durante el gobierno de Macri y fue eyectado del gobierno, durante su gestión se fugaron miles de millones de dólares.
De confirmarse el ingreso del hombre de Blackrock, Pimco y Templeton habría nuevos reacomodamientos; por empezar ya se produjo la declinación del dolarizador Emilio Ocampo a hacerse cargo del Banco Central, lo que daría lugar a otro hombre del entorno macrista, cercano al también exministro de Economía Federico Sturzenegger, el ex JP Morgan Demian Reidel.
Con estos movimientos Milei se estaría inclinando por una “moderación” de sus planteos económicos de campaña –algo que empezó a circular en la previa del pacto con Macri y Bullrich-, lo que disgusta en el frente interno, más aún si se hace con el “capital humano” que falló bajo el macrismo.
El antecedente de Caputo al frente de Finanzas y como expresidente del Banco Central es desastroso. El “Messi de las finanzas” de Macri fue el responsable del financiamiento con los fondos especulativos que terminó garantizando la fuga de 15.000 millones de dólares para evitar que sus socios –cuestión revelada en los Paradise Papers- perdieran con la devaluación, lo que le valió su pronta salida. Algo que fue denunciado, incluso, por el propio Javier Milei.
La eventual designación de Caputo fijaría posición respecto a algunos de los problemas centrales de la economía: la “postergación” de la dolarización, la conversión de la deuda del Banco Central (Leliqs y Pases) a deuda del Tesoro y la obtención de nuevo financiamiento internacional por 15.000 millones de dólares con el propósito de ir desarmando el cepo cambiario.
Lo de la conversión de deuda del Central no parece cosa fácil, cuando la misma asciende a unos 38.000 millones de dólares, lo que implicaría –como en el pasado- acuerdos espurios con los fondos buitre y especulativos bajo condiciones leoninas: es decir una nueva hipoteca a gran escala. Además, se trata del esquema que ya fracasó bajo el macrismo y que podría reeditar Milei.
El eventual cierre del Banco Central, que el presidente electo acaba de ratificar en un comunicado público, dependerá en gran medida de que el futuro gobierno pueda resolver estas variantes, en un escenario de muchas especulaciones y pocas certezas sobre la viabilidad de lo planteado.
El desarme del cepo cambiario y una dolarización apurada podrían terminar en una hiperinflación en puerta, lo que reorientó al referente “liberal” a centrarse en un abrupto ajuste fiscal como primera medida para estabilizar la economía, sobre la base de un profundo ajuste sobre los trabajadores, con la liquidación de la obra pública, privatizaciones, recortes y cientos de miles de despidos.
Las designaciones que Milei estaría impulsando dan cuenta de una revisión de su discurso originario, recorriendo el camino de las presiones de los capitalistas de la mano del abrazo/cerco ofrecido por el macrismo. Otro capítulo más de una serie de derroteros de un gobierno que ni ha asumido y ya exhibe las grietas producidas por las tensiones de la crisis y bancarrota nacional.
Marcelo Mache
No hay comentarios:
Publicar un comentario