La protesta del personal de salud por falta de insumos y el colapso en los hospitales, el viernes pasado, dejaó 21 heridos tras una violenta represión. La protesta fue convocada “Junto al Congreso Nacional para exigir la renuncia del presidente y su equipo” (ídem).
El hashtag de las movilizaciones es #Estoyparaelmarzo2021 en referencia a los levantamientos populares de marzo de 1999, tras el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña; como así por el 31 de marzo de 2017, cuando se quemó el Congreso para evitar que Horacio Cartes (ex presidente) aprobara una enmienda constitucional para su reelección.
Gestión capitalista y rebelión popular
El año pasado, el cierre de fronteras contuvo parcialmente la propagación del virus, pero las restricciones se fueron aflojando. En los últimos meses la propagación recrudeció frente a un sistema que de "salud" sólo tiene el nombre. Sin medicamentos ni recursos, los hospitales fueron colapsando uno tras otro; y a esto se agregó la nula provisión de vacunas. Durante la pandemia el gobierno tomó un préstamo de casi 2mil millones de dólares que se evaporó, y sus ministros fueron acusados por corrupción y mal manejo de la crisis (Página12, 4/3). La salud privada, financiada por el Estado, cubrió una buena parte de sus gasto con subsidios. La renuncia del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, en este escenario, no calmó las protestas, que rápidamente escalaron hacia la cabeza del Ejecutivo: “¡Fuera Marito!” como se conoce al mandatario” (ídem).
Mazzoleni había sido el blanco de denuncias de corrupción y de falta de medicamento. Paraguay atraviesa los picos máximos de contagio: 1500 casos por día, 21 muertos ayer y más de 300 pacientes ingresados a las terapias intensivas de un sistema de salud pública muy precario. Acumula 165.811 casos y 3.278 muertos. Chile anunció que donará 20.000 dosis, que se suman a las escasas 4.000 dosis de la Sputnik-V que llegaron a Paraguay.
Los manifestantes llegaron el viernes al Congreso Nacional con carteles que decían “Que renuncie Abdo”. La policía fue superada por los manifestantes. Los trabajadores del Hospital de Clínicas pidieron el cese de la represión porque de lo contrario tomarían medidas de fuerza. El personal policial tuvo que “sacar pañuelos blancos para pedir una tregua a los manifestantes y acceder a su petición de volver frente al Congreso para iniciar una vigilia”. En la noche de ayer hubo nuevas movilizaciones. Frente a la escalada de las protestas populares del viernes y sábado, el presidente Abdo desplazó a tres ministros más: Eduardo Petta de Educación, Juan Villamayor jefe de Gabinete, y Nilda Romero del ministerio de la mujer.
Sin embargo, más protestas están convocadas para el día de hoy. La oposición burguesa se ha lanzado a capitalizar el pedido de que se vaya Abdo, mediante la iniciativa de u juicio político contra el presidene. En agosto de 2019, Benítez logró “salvarse del juicio gracias al apoyo de Cartes, su rival interno”, cuando se conoció un acta secreta de la compra de energía a la empresa Itaipú compartida con Brasil, por debajo del precio vigente . La Unión Industrial procura tambień aprovechar la crisis y un eventual juicio político, para que se “atiendan los reclamos de los ciudadanos” (clases presenciales, vuelta al trabajo presencial) que lleva a este colapso sanitario. Todavía deben ingresar a esta crisis los dos protagonistas históricos de Paraguay: los obreros de la ciudad y del campo y los campesinos. La consigna es la huelga general y el desarrollo de comités de bases obrero-campesinos. Esto modificaría por completo el alcance de la crisis actual.
Emiliano Monge
07/03/2021
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