La historia del desarrollo de vacunas de Pfizer comienza con su negativa a recibir fondos del programa Warp Speed Operation, a través de la cual el gobierno de Estados Unidos inyectó miles de millones de dólares a los laboratorios. Pfizer se negó porque tenía fondos para comenzar la investigación de inmediato y quería ser el primero en tener un inmunizador. El hecho de que fuera el primero le ofreció a su director financiero “una oportunidad de venta como ninguna otra”: los acuerdos comenzaron a concretarse en mayo, justo después del inicio de las pruebas de seguridad. Ahora hay más de 60 contratos en todo el mundo, siempre con términos comerciales confidenciales. En Israel, el plan de Pfizer era tener un laboratorio gigante para obtener rápidamente resultados de la vacuna y aumentar aún más las ventas. El primer ministro del país, Netanyahu, ofreció a la farmacéutica un precio 50% superior al pagado por Estados Unidos y acceso a información confidencial de todos los vacunados. El trato fue su salvavidas político después del fracaso anterior para controlar el virus. A pesar de la provisión continua a Israel, Pfizer no pudo entregar las vacunas prometidas a otros países y tiene el poder de decidir cuáles las recibirán y cuándo.
La perspectiva es que la vacuna le permitirá a Pfizer ganar al menos U$D 15 mil millones este año, lo que la convierte en uno de los productos farmacéuticos más vendidos en el mundo. Pero la empresa quiere mucho más en un futuro pospandémico. Hoy en día, el precio de la dosis varía de un país a otro, pero cuesta alrededor de 20 dólares. El director financiero sugirió que puede llegar a valer entre 150 y 175 dólares: “Estamos en un entorno de precios pandémicos. Obviamente lograremos más”. Pfizer puede ser muy poderoso, pero se enfoca en hacer negocios con países de altos ingresos. Incluso AstraZeneca hizo esta oferta a través de una licencia especial al Serum Institute en India, ofreciendo solo las dosis producidas allí. China está trabajando para que las vacunas lleguen a 21 países y, en Egipto, hay un acuerdo para producir CoronaVac y exportar a los países vecinos. A medida que otros países cerraban con Pfizer, el total y los plazos ofrecidos por la farmacéutica a Brasil empeoraron. La primera oferta contemplaba el recibo de 500 mil dosis en diciembre, la previsión ahora ni incluye cantidad, y un incierto “a partir de mayo”.
Raquel Torres (Otras palabras)
18/03/2021
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