sábado, 16 de diciembre de 2017
Con los jubilados, no: este lunes tiene que haber paro y movilización
El gobierno no pudo votar contra los jubilados en medio de una fuerte movilización y una crisis política. Pero quiere volver a la carga el lunes. Ya mismo hay que convocar un paro nacional con movilización desde la mañana para derrotarla.
Este jueves a las 15 horas, el oficialismo tuvo levantar la sesión que intentaba votar la "reforma previsional". En el palacio había una crisis política. En las calles más de 1500 gendarmes y policías reprimían una manifestación popular que se empeñaba en rodear el Congreso con la consigna “con los jubilados no, abajo la reforma”.
Todo fue transmitido en cadena nacional, así que sobran los detalles. Pero nadie duda hoy que la movilización fue clave en el desenlace de la jornada. A las 8 de la mañana, el corte que impulsamos desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas que impulsa el PTS-FIT, ya había tenido una enorme repercusión. Comenzaba a mostrar la expectativa por la manifestación popular que se esperaba para ese día y la simpatía que despierta el rechazo a la reforma.
Cerca del mediodía se empezaban a colmar las calles de la zona, con algunas columnas sindicales y movimientos sociales. Apenas pasadas las 14, cuando en el palacio se “peleaba” por el quórum, en las calles comenzaba la represión y la resistencia de quienes estabamos decididos a enfrentar el saqueo. La Plaza Congreso era, lo sabían los “generales” del Gobierno como Patricia Bullrich, el lugar clave para expresar todo la fuerza del rechazo. Allí, otra vez la izquierda y algunos movimientos sociales protagonizamos la jornada, y las agrupaciones clasistas del MAC tuvimos un claro protagonismo.
Al momento que se desataba la represión, solo alcanzaron a llegar allí algunas columnas sindicales.
Entonces hay que preguntarse: ¿Por qué en una jornada tan importante los sindicatos que se oponen a la “reforma previsional” no jugaron ningún rol importante? La CGT llamó a movilizarse sin paro a las 14, cuando a las 14:30 ya iba a estar definido si había quorum o no y llamaban a parar el 15.
¿Y la Corriente Federal, las CTA y Camioneros? Tampoco jugaron ningún papel. En primer lugar, porque solo la CTERA convocó un paro nacional para el jueves aunque sin garantizar luego la movilización de los docentes (con otra adhesión pararon ATE y APOPS). Ese era el día clave como confirmó la jornada de ayer. No hubo paro de camioneros, ni bancarios, ni del subte o aeronáuticos, tampoco de otros sindicatos que dicen oponerse a todas las reformas.
Luego de la represión, se adaptaron a la línea de la CGT, de “parar el viernes si se aprueba”.
Un paro desde el inicio de la jornada, aunque sea solo de los que se oponen a todas las "reformas", ya hubiera sacudido la agenda y las maniobras del gobierno y puesto a la mayoría de la clase trabajadora en clara posición (y disposición) para enfrentarlas.
Esa ausencia de paro limitó la manifestación que podía lograrse hacia el Congreso. La mayoría de los gremios, que tienen cientos de miles de afiliados, solo movilizó a los “cuerpos orgánicos” y activistas. El mejor símbolo fue un delegado de la UOM teniendo una bandera y 15 paraguas que no tenía quién los porte. Ni la Corriente Federal, ni la CTA o el Moyanismo (en medio de las negociaciones por OCA) se jugaron a una marcha masiva que entusiasme a sus trabajadores y preocupe al gobierno y al propio peronismo. Ni hablar de la CGT.
Pero quizá lo más importante, más teniendo en cuenta lo que pasó ayer, es que llegaron tarde. Lo hicieron en el horario que también había eligió la CGT: a las 14 horas. Todos sabíamos que a esa hora la crisis ya iba a estar en marcha: la del palacio y la de las calles. Los que querían jugar un rol activo, tratar de influir en que no se apruebe el saqueo a los jubilados y no jugar hacer una marcha testimonial, tenían que estar desde temprano en el Congreso.
¿Te imaginás que hubiera pasado si desde temprano se paralizaban los bancos, el transporte de cargas, combustible y logística, con piquetes de los camioneros; si se paralizaban los vuelos y no funcionaban las dependencias del Estado y muchos servicios? ¿Si parábamos el Subte a lo sumo habilitando servicios para llegar al Congreso? ¿Y si esos cientos de miles de trabajadores podían movilizarse desde temprano al Congreso, como hizo la izquierda y se demostró un acierto que influyó en el desenlace de la jornada?
Sin dudas, no solo habría entrado profundamente en crisis el intento del gobierno, sino que la militarización y represión hubiera sido mucho más difícil.
Desde nuestras agrupaciones dimos la pelea, en escuelas, dependencias estatales, bancos y edificios telefónicos, para que se realicen asambleas, con cese de tareas y se pueda movilizar desde temprano. Y participamos con todas nuestras fuerzas.
Esta actitud de algunas centrales y sindicatos que se oponen a las reformas es funcional a la estrategia del kirchnerismo. Una estrategia de "oposición parlamentaria", que se limita a "evitar el quórum", donde los sindicatos y trabajadores tenemos que "acompañar" y no ser protagonistas con nuestros métodos. Donde los trabajadores tenemos que esperar que las cosas "las resuelvan desde arriba" y no que depende de nuestra fuerza. Donde los métodos terminan siendo similares a los de la burocracia que se critica, y no hay asambleas para consultar qué opinamos.
Por todo esto, y el rol de la CGT, es que el Gobierno acusó recibo de lo que pasó el jueves pero todavía se anima a querer aprobar la reforma el lunes.
Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas rechazamos todo seguidismo a las distintas variantes de la oposición tradicional, y defendemos la independencia política de la clase trabajadora. Por eso proponemos golpear juntos pero con nuestras propias banderas ante estos ataques de los empresarios.
Y estamos orgullosos de haber sido protagonistas, con miles de compañeros y compañeras, de la jornada que hizo caer la sesión. Si se ponen en movimiento todas las fuerzas obreras podemos voltear las reformas. Los centrales y sindicatos que dicen oponerse a la reforma tienen que convocar un paro nacional con movilización al Congreso desde la mañana de este lunes. Y la CGT que amenazó con un paro nacional tiene que llamarlo ya movilizando todos sus gremios y retirando además su apoyo a la reforma laboral.
Tiene que ser el inicio de un plan de lucha hasta que retiren las reformas, pero también para que empecemos a pelear por el 82% móvil del mejor salario de actividad, trabajo para todos, un salario igual a la canasta familiar y el fin de la criminalización de la protesta.
Ese es el planteo que llevará a los lugares de trabajo el Movimiento de Agrupaciones Clasistas.
Claudio Dellecarbonara
Miembro del Secretariado Ejecutivo de la AGTSyP (Subte)
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