Flexibilización laboral, aumento de la edad jubilatoria y descalificación educativa.
En la primera conferencia electoral posterior a las elecciones legislativas, Macri confirmó la convocatoria a una reunión con los gobernadores que se haría extensiva –según Clarín– “a jefes de los bloques parlamentarios, jueces de la Corte Suprema, jefes de la CGT y a los líderes de las cámaras empresarias” (23/10).
¿Qué persigue este cónclave del ajuste en germen? Avanzar en una serie de “reformas estructurales” (deliberadamente ocultadas durante la campaña electoral) en materia laboral, previsional, educativa e impositiva, en lo que Macri bautizó como “reformismo permanente”.
Esa agenda capitalista implica una profundización de los pactos legislativos con la oposición patronal y con la burocracia de la CGT, tal como se han venido desarrollando hasta ahora.
Trabajo
En materia laboral, Macri insistió, en la conferencia de prensa, en acuerdos “sector por sector”, negociados con la burocracia sindical, y dio como ejemplos a Vaca Muerta y la industria automotriz. En el primer caso, se incorporó una adenda en el convenio colectivo de petroleros (con la anuencia del sindicato dirigido por Roberto Pereyra) que acentúa la flexibilización de los obreros y la inseguridad laboral, al facilitar la reubicación del personal, la simultaneidad de tareas y permitir el trabajo con mayor velocidad del viento y tareas de montaje y desmontaje en horas nocturnas. Convenios análogos se han firmado en Chubut y en Santa Cruz.
Estos acuerdos “sectoriales” tendientes a un abaratamiento del valor de la fuerza de trabajo podrían ser, no obstante, el preludio de un ataque más general por medio de una ley, en línea con la reforma laboral aprobada recientemente en Brasil (y que es parte de una tendencia internacional, como lo muestra Francia).
Los diarios de hoy señalan que un proyecto legislativo de blanqueo laboral "necesariamente impactará en otras normas como la de empleo, la de higiene y seguridad e incluso las indemnizaciones por despidos. Es decir, una suerte de Caballo de Troya que a partir del resultado de ayer ampliará su vientre para sumarle soldados" (Ámbito Financiero, 23/10).
Jubilados
Macri llamó en su conferencia a lograr “un sistema previsional del siglo XXI”, adecuándose a la moda internacional. “Tiene que ver –dijo- con la evolución de la medicina (sic), el crecimiento de las poblaciones en términos de longevidad (sic)”. En criollo, el aumento de la edad jubilatoria, que el gobierno negaba o retaceaba hasta la víspera.
Macri repite una falacia, que no tiene en cuenta el crecimiento enorme de la productividad del trabajo. Se trata de una agresión en regla del capital al trabajo.
Educación
Hizo también referencias a la necesidad de una reforma educativa. Esta también fue reclamada como una cuestión central en el coloquio de Idea, donde el CEO de Techint, Paolo Rocca, llamó a modificar el estatuto del docente.
Pero no sólo se trata de un ataque a las condiciones laborales de la docencia, sino también de la transformación de los estudiantes en mano de obra barata por medio del relanzamiento de las pasantías. La reforma que Horacio Rodríguez Larreta prepara para 2017 en la Capital postula que en quinto año la mitad del tiempo de cursada se dedique a tareas no remuneradas en empresas. Y descalifica la educación con la introducción de la figura de los "facilitadores de contenidos", en detrimento de la docencia. Es la adecuación del sistema educativo a las necesidades del capital. En la provincia de Buenos Aires, ya comenzaron a circular proyectos del mismo tenor.
Impuestos
En materia impositiva, Macri procura un cambio en la coparticipación de recursos que le permita un mayor dominio político sobre las provincias. Por eso lanza la ofensiva ahora, cuando cree poder someter a los gobernadores que salieron golpeados de las elecciones. Apunta también a otorgar facilidades con respecto al Impuesto al Cheque (que grava las transacciones bancarias) y a suprimir Ingresos Brutos en un plazo de cinco años, reemplazándolo por un IVA provincial. Resumidamente, alienta una disminución de la carga impositiva de los capitalistas y la transfiere sobre las masas, acentuando el carácter regresivo de un sistema caracterizado por las exenciones o tributos irrisorios al capital (como el caso del inmobiliario rural) y la confiscación de los trabajadores (impuesto al salario).
Macri añadió que es necesaria “una fuerte reducción del gasto público”, que no implica otra cosa que el ataque a la salud, la educación, los planes sociales y los trabajadores estatales. Esto incluye la negociación del Presupuesto 2018, que ejerce recortes sobre algunas de esas áreas.
Reforzado tras los resultados electorales del domingo, el Frente de Izquierda dará pelea a esta agenda capitalista.
Gustavo Montenegro
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