martes, 17 de octubre de 2017
Gabriela Cerruti, la “piba” del pacto PRO-K
Es la segunda candidata a diputada nacional por Unidad Porteña, detrás de Daniel Filmus. En su haber como legisladora lleva la delantera de haberle votado al PRO un paquete de leyes para grandes negociados.
El PRO gobierna la Ciudad de Buenos Aires sin sobresaltos desde el año 2007. En diez años de gestión logró aprobar, gracias a la ayuda de las diferentes bancadas peronistas y radicales, decenas de leyes que les garantizaron grandes negociados a los amigos empresarios de Mauricio Macri. Quienes hoy se presentan como candidatos en las listas de Unidad Ciudadana en la provincia de Buenos Aires y Unidad Porteña en la Capital levantaron la mano a favor de estas leyes. Es el caso de Jorge Taiana, María Rosa Muiños, Lorena Pokoik y Gabriela Cerrutti.
Curiosamente Cerruti es autora de un libro titulado “El Pibe. Mauricio Macri, negocios, intrigas y secretos”. Pero la historia de la propia candidata es de votaciones con el PRO en la Ciudad para grandes negocios inmobiliarios.
Gabriela Cerruti y el pacto PRO-K
Gabriela Cerrutti es dirigente de Nuevo Encuentro. Fue legisladora porteña desde el 2007 hasta diciembre de 2015. En su tránsito por la Legislatura fue partícipe del mayor pacto del kirchnerismo con el PRO en la Ciudad. Ese pacto ocurrido en el año 2012, pasó a la historia como el pacto PRO-K que trascendió como una política histórica del peronismo en la Ciudad de “toma y daca” para negociar leyes por cargos políticos y grandes negocios inmobiliarios. Tal como expresaba el periodista de Página 12 Eduardo Videla, en su nota “Un paquete para el Arbolito” que los que estuvieron “al frente de las negociaciones con los jefes del interbloque kirchnerista, Juan Cabandié, Aníbal Ibarra y Gabriela Cerruti”.
El PRO le había dado quórum en Diputados de la Nación a los K para votar la menemista y antiobrera ley de ART. Entonces, en la Ciudad, los K con el apoyo también de Ibarra y los de Nuevo Encuentro como Gabriela Cerruti, le garantizaron al macrismo levantar el promedio de leyes tratadas en el año legislativo 2012.
En aquel entonces en una sesión maratónica de noviembre el FpV le votó un paquete de leyes a Macri, entre las que se encontró la construcción del Centro Cívico en terrenos del sur de la ciudad. Se sabía que el interés real de Macri estaba centrado en los terrenos linderos al Borda, sobre los escombros del Taller Protegido 19. Gracias a esta votación, el PRO a tan solo 4 meses, avanzó con topadoras por el hospital Borda con una brutal represión.
Ambos bloques negociaron que si se votaba una se votaban todas. Por eso fue el propio Axel Kicillof, responsable del plan, quien bajó a la Legislatura a “poner orden” y que se votara el paquete, porque algún K osó poner en duda su voto sintiéndose incómodo con tanto acuerdo con el PRO.
Entre noviembre y diciembre de 2012 estas son las leyes que Cerruti y los kirchneristas votaron con el PRO:
1) Venta de terrenos lindantes al ferrocarril Sarmiento en los Barrios de Caballito, Palermo y Liniers, para entregar a “emprendedores” privados y hacer torres, como “confesó” el propio Aníbal Ibarra en la sesión, “para las clases medias y sólo de hasta 9 pisos”.
2) La autorización para la venta en subasta pública del Edificio del Plata en US$ 80 millones para financiar la construcción del Centro Cívico. Se aprobó en 6 minutos con 40 votos a favor y 3 en contra.
3) Polo Artístico en la Boca y Barracas llamado "Distrito de las Artes", también resistido por los vecinos. Se trata de una inversión privada a cambio de pagar menos impuestos, donde el Estado no invierte. Fue fuertemente criticado por el kirchnerismo, se aprobó con 37 votos afirmativos y 5 negativos.
4) Centro Cívico en los terrenos del Sur. El Centro Cívico fue un negocio de más de 200 millones para las constructoras Teximco, EMA SA y Dal Construcciones, sin contar la “revalorización” de toda la zona sur, que les permitió más negocios. Como la venta de terrenos de la ciudad a la empresa Consultatio, donde el Anses tiene un cuarto del paquete accionario, para construir torres en Catalinas por casi $ 100 millones.
5) Se votó un endeudamiento de la Ciudad por 250 millones de dólares para obras que ni estaban licitadas y unos 6,5 millones de dólares más de préstamos de organismos internacionales.
6) También, y logrando el voto del diputado Daniel Amoroso del Peronismo Federal, se aprobó la creación de un Fondo para la Promoción y Desarrollo de la Actividad Sindical de Juegos de Azar, que será administrado por el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA), que hasta hace poco dirigía el legislador.
7) La cesión de 37 hectáreas del Parque Roca para la construcción de un playón de carga y descarga por 30 años a la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga, la cual queda exentas de pagar ABL e Ingresos Brutos.
8) La sanción de dos proyectos para rezonificar cinco terrenos del ferrocarril de los barrios de Pompeya, Parque Patricios, Palermo, Caballito y Liniers para destinarlos a proyectos integrales de urbanización e inmobiliarios, según la iniciativa del Gobierno nacional en relación al plan Pro.Cre.Ar.
Cuatro meses después, en abril de 2013 la diputada Gabriela Cerruti presentaría en la Legislatura un proyecto para que el gobierno porteño no reciba críticas antes de votar las leyes. En Acuerdo con el PRO, la ley fue votada. Antes de esta votación, por reglamento, una vez que se alcanzaba el quórum, los legisladores podían manifestarse sobre cualquier tema antes de tratar el temario de cada sesión. En ese lapso, llovían las críticas tanto hacia el Gobierno de Mauricio Macri como contra el de Cristina Kirchner. Con su proyecto consensuado con el macrismo, Cerruti se garantizaba un paseo más tranquilo por el recinto a la hora de sus pactos con el PRO. Los otros bloques acusaron censura.
Federico Puy
Docente, Congresal UTE-CTERA
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