José Rigane, secretario Adjunto de la CTA y secretario General de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA) dialogó con ACTA acerca de la crisis energética que atraviesa la Argentina. Además se refirió a los objetivos de la Central para este año en relación a las elecciones y el Congreso de la CTA: "Nosotros tenemos un compromiso estratégico en la conformación de un movimiento político, social y cultural por la liberación".
- ¿Cómo cree que van a ser las discusiones paritarias de este año?
- En principio pienso que van a ser discusiones en profundidad y de disputa de la distribución de la riqueza. No es el único mecanismo pero es uno de los más importante para los trabajadores y organizaciones sindicales que están bajo convenio colectivo de trabajo y para quienes que están regidos por la ley de contrato de trabajo. Entiendo que profunda, porque es impresionante la disminución del poder adquisitivo de los trabajadores por el proceso inflacionario. Este gobierno ha provocado una de las devaluaciones más importante y significativa de los últimos 30 años y esto afecta directamente a los trabajadores, a los jubilados y por supuesto a quienes están tercerizados o precarizados.
- La CTA va rumbo a las elecciones que serán el próximo 29 de mayo ¿Qué opinión le merece este proceso democrático?
- Es un proceso altamente significativo e importante. Primero no hay que perder de vista que nos quisieron destruir, pero será imposible hacernos desaparecer. En esta jugada estuvieron todos aquellos que prefieren el posibilismo y no quieren que exista una Central de Trabajadores que sea clasista, anticapitalista y antiimperialista. Y en todo este tiempo, esta CTA ha demostrado ser fiel a sus principios y además, llevar esa iniciativa a la calle, intentando representar a todos los sectores que luchan por una vida mejor. Pero además, nosotros tenemos un compromiso estratégico en la conformación de un movimiento político, social y cultural por la liberación, y este proceso electoral nos tiene que permitir avanzar y desarrollar ese instrumento de capitalización de fuerza y unidad para terminar con este modelo económico depredador, exportador, contaminantante, que nos hace perder autonomía.
Debemos establecer una propuesta que nos habilite al sueño de vivir en una Argentina mejor, y en este sentido la Central tiene una tarea importantísima. En ese marco, no deberíamos dejar de tener en cuenta la libertad y la democracia sindical: y por lo propuesto por el compañero Ricardo Peidro en declaraciones, a lo cual se sumó Jorge Yabkowski y Horacio Meguira, me parece que lo mejor sería convocar un plenario de la actividad privada dentro de la Central. Debemos discutir este tema de la autonomía o la afiliación obligatoria. Creo que sería muy importante poder hacer participar a muchos compañeros, militantes, cuadros gremiales, dirigentes, para discutir profundamente estos temas camino al congreso de la CTA.
- ¿Cuáles van a ser las características del congreso de la CTA?
- En primer lugar, va a terner un espíritu democrático, de participación, de compromiso, de ratificación de principios que fueron naciendo y desarrollandose desde la fundación de la CTA en 1991. Y sobretodo, creo que vamos a poner sobre el escenario los fundamentos que hacen tan importante la unidad en la acción, siendo concientes que es una unidad que tiene límites, que es estratégica, que no es política, pero que es un paso importante que puede dar lugar a que el movimiento obrero encuentre la fortaleza que le permita cambiar estas políticas que nos someten a las estrategias imperialistas.
- Este es un momento de crisis energética ¿Cuáles cree que son las políticas que se deben llevar adelante para la salida a esta crisis?
- Me parece que es importante resaltar que las únicas organizaciones de trabajadores que se han pronunciado permanentemente a lo largo de décadas han sido las organizaciones que conforman la propia Central de los Trabajadores de los Argentinos. Me parece que esto es importante reivindicarlo, porque no son todos los movimientos obreros que están en el ámbito de la energía que se pronuncian.
En otro orden, ésta es una crisis del sistema y del modelo energético, que está basado en la privatización y en extrangerización. Esto es algo que hay que cambiar, lo venimos denunciando desde 1999, e inclusive antes de las privatizaciones. Lo concreto es que el gobierno no había reconocido nunca la crisis, hasta que en el 2012 decidió expropiar el 51 por ciento de YPF. Debe quedar claro que eso no fue nacionalizar, ni estatizar, sino expropiar el 51 por ciento de las acciones. Así comenzó a reconocer la crisis energética, ya siendo tarde para producir modificaciones. Las acciones para salir de esta crisis son de mediano y largo plazo y los cierto es que está demostrado que gobierno no tiene voluntad política de transitar otro camino que el que está andando. Porque lo que ha hecho hasta ahora ha sido ratificar las políticas del menemato, por otro lado la argentinización no les dio ningún resultado y sólo favoreció a los amigos del gobierno. En tercer lugar, procedió a extender las concesiones cuando no habían terminado su proceso de contratación. O sea que en ese sentido, Argentina tiene una asignatura pendiente que tiene que ver con recuperar la soberanía energética en manos del pueblo argentino. Esto forma parte de las iniciativas que tiene la Central con la Consulta Popular por la recuperación de la soberanía de los bienes comunes; esta es una tarea que estamos realizando y seguiremos profundizando.
Melissa Zenobi (ACTA)
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