El gobierno ha vuelto a legalizar el llamado “dólar bolsa” o “dólar MEP”, que se obtiene al comprar con pesos títulos que cotizan en dólares. Esta operatoria permitía conseguir dólares hasta 9,50 pesos en la bolsa, legalizando una devaluación financiera del peso de más del 50 por ciento. Como el llamado “dólar blue” se cotiza a cerca de once pesos, el negocio sería comprarlo en la Bolsa y venderlo luego en las “cuevas”. El desdoblamiento del mercado de cambios ya es una realidad, aunque la meta del gobierno sea lograr su unificación mediante la devaluación acelerada del dólar comercial. Al mismo tiempo, el gobierno ha incrementado la venta de bonos en dólares en poder de la Anses, con el propósito de bajar su cotización. Se pasa, de este modo, del “desendeudamiento” (pagar a los acreedores externos a cambio de aumentar la deuda interna) por el “reendeudamiento” (aumentar la deuda externa y reducir la interna). En la medida en que “esa inyección de títulos es absorbida rápidamente por el mercado deseoso de dólares (…) el dólar Bolsa no baja” (Clarín, 10/1), lo que implica que la Anses está malvendiendo sus activos en dólares y sufriendo una pérdida patrimonial.
El gradualismo en crisis
Al mismo tiempo, como la compradel “dólar bolsa” se hace con dinero de los depósitos bancarios y quien los recibe los vende en el mercado negro, la operatoria fomenta las transacciones fuera del sistema bancario. Parte de los dólares se terminan fugando hacia cuentas en el exterior a través de otro dólar bursátil -el “contado con liqui” (que consiste en comprar títulos con pesos en la Bolsa para revenderlos en el exterior en dólares). El mecanismo también “permite a aquellas empresas que busquen ingresar dólares (como Chevron) tener otra alternativa para poder inyectar liquidez” (ídem), ya que en lugar de vender esos dólares en el mercado oficial (a seis y pico), lo hace -legalmente- mediante la compra de títulos en el mercado MEP, que luego transforma en pesos a 9,50. Como han advertido en forma reiterada los voceros del Partido Obrero, el contrato con Chevron habilita un dólar financiero más alto para los llamados inversores.
Otra vez a costa de la Anses
El intento de una “administración” gradual de la devaluación -interviniendo de manera indirecta en el tipo de cambio paralelo- está en crisis. La brecha entre el dólar oficial y el paralelo ha vuelto a ampliarse. “La Anses liberó al mercado un nuevo bono para mantener controlado al dólar Bolsa. Se trata del Bonar 2018, un título público nominado en moneda estadounidense, que tiene un rendimiento anual del 9 por ciento” (ídem). Pero la Anses debe vender los títulos por debajo del valor nominal, porque el interés que paga es más bajo que el del mercado. El otro efecto ya lo señalamos: transforma esta deuda pública interna en externa.
Bajo la batuta de Kicillof, asistimos a una transferencia gigantesca de ingresos al capital financiero.
Sergio Szulman
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