viernes, 31 de enero de 2014

Las cuentas de "Progresar" no cierran

La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha lanzado un programa denominado "Progresar" (Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina) que implica un “reconocimiento a cambio de estudios, una contraprestación de 600 pesos mensuales” para un millón y medio de jóvenes de entre 18 a 24 años de edad con un impacto sobre el coeficiente de Gini de 0.4.

Según lo expresado por la presidenta, el nuevo programa beneficiará "al 78 por ciento de jóvenes que carecen de empleo y están en los dos niveles de más bajos recursos" de la Argentina.
En la misma presentación la mandataria afirmo que el desempleo en su país es de solo un 6.6%, aunque ha reconocido en anteriores intervenciones que el trabajo informal comprende a un 34% de personas económicamente activas, entre los 16 y los 60 años de edad.
Por otra parte y de acuerdo a datos suministrados por el propio ministerio de educación, la deserción escolar secundario es de aproximadamente el 50% y existen además unas 5 millones de personas que no han concluido la escuela secundaria.
Análisis iniciales de la eficacia de "Progresar" indican que difícilmente por 600 pesos mensuales una gran parte de los jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan se inclinen (por diversos motivos no relacionados con su ingreso económico) a volver a los colegios que abandonaron o a los que nunca concurrieron y mucho menos aún lo hagan de manera constante en una sociedad en con niveles de pobreza, desempleo y condiciones de aprendizaje bloqueados por diversos factores biosocioambientales que dificultan la implementación de una medida que nuevamente llega tarde al seno de la sociedad.
Nuevamente la pregunta de ¿porqué no se hizo antes? surge en la cabeza de los habitantes que ven en este tipo de programas un mecanismo clientelar asociado a las derrotas electorales que a las convicciones políticas de cuadros gubernamentales quebrados y en retirada que pretenden conservar cuotas de impunidad propias de gobiernos menemistas-duhaldistas que tienen al kichnerismo como su continuación histórica.
La senda recorrida por la democracia representativa arrojó realmente 25% de pobreza, 10% de indigencia, 50% de deserción escolar, 5 millones de analfabetos funcionales, 70% de jubilados con pensiones mínimas y niveles de conocimiento y conciencia muy por debajo del esperado para una población gobernada por 12 años de clientelismo capitalista feudalizado por gobiernos conservadores que se apoderarán totalmente del gobierno en 2015 para perpetuar un sistema de dominación de las corporaciones agroalimenticias, petroleras, farmacéuticas y mineras gerenciadas por la clase política corrompida por sus propia codicia que los tiene heridos y al borde de la fuga.

Marcelo Rimonti. Sociólogo UBA

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