La Sala Segunda de la Cámara del Trabajo cordobesa ordenó a la multinacional frenar la construcción de su planta de Malvinas Argentinas hasta tanto se complete el estudio de impacto ambiental. De esta manera, los magistrados hicieron lugar al recurso interpuesto por ambientalistas y vecinos de esa localidad y desestimó la autorización de la municipalidad local.
El fallo dado a conocer ayer establece que la municipalidad de Malvinas Argentinas deberá "abstenerse" de emitir algún tipo de autorización a la empresa hasta tanto se concluya ese estudio, a pesar de que un fallo anterior autorizaba la construcción de la planta.
"Tenemos el dictamen de la sentencia, por el que la Cámara ha resuelto suspender los efectos de la ordenanza que autorizaba la obra civil, por ende la obra de Monsanto debe ser paralizada", celebró Gastón Mazzalay, de la organización Malvinas Lucha por la Vida.
Desde el 18 de septiembre pasado la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, Madres de Barrio Ituzaingó y vecinos autoconvocados realizaban un acampe que bloqueó el paso de camiones con materiales para construir la secadora de semillas de maíz más grande del mundo. Desde 2012, los asambleistas piden tanto al intendente Daniel Arzani (UCR) como el gobernador José Manuel de la Sota (PJ) que los vecinos pueden decidir la instalación de la planta mediante un plesbicito, pero los mandatarios rechazan la iniciativa.
En abril, como se publicó en este diario, investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Católica y del Conicet realizaron 350 encuestas en Malvinas Argentinas. Nueve de cada diez se mostraron a favor de que se realice una consulta popular en la localidad y el 58 por ciento explicitó que rechaza la instalación.
En octubre, la consultora Sicchar difundió una encuesta de opinión de 1000 casos (en capital y el interior). El 63,2 por ciento se mostró en desacuerdo con la planta y el 66,8 por ciento se mostró de acuerdo con los vecinos que se oponen.
En noviembre, cuando se cumplían dos meses de bloqueo a la planta, la Universidad Católica, la de Río Cuarto (UNRC) y la de Córdoba cuestionaron, en comunicados separados, que se haya permitido la obra sin la previa Evaluación de Impacto Ambiental, como establece la Ley General del Ambiente, y que tampoco se cumpliera con las audiencias públicas.
La planta que construye Monsanto es similar a la de Rojas (Buenos Aires) y se construye en un predio de 27 hectáreas ubicado sobre la ruta provincial A-188, a unos 14 kilómetros de la capital cordobesa.
Tras conocerse el fallo, la compañía confirmó que apelará el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia y aseguró que "no comparte la resolución judicial de suspender la continuidad de la obra hasta la obtención del estudio de impacto ambiental. Sin embargo, Monsanto es respetuosa de las decisiones del Poder Judicial y acatará como siempre sus medidas".
Además, en el comunicado, la multinaciona indicó que el estudio de impacto ambiental "está en proceso de evaluación por parte de la Secretaría de Ambiente de la Provincia".
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