La Sala II de la Cámara del Trabajo de Córdoba acaba de fallar contra la multinacional Monsanto prohibiéndole continuar con las obras civiles de la planta para la producción de semillas de maíz transgénicas que está levantando en la localidad de Malvinas Argentinas, en el conurbano de la ciudad de Córdoba. La resolución exige que se sigan los procedimientos establecidos en la ley general de ambiente que requiere una Evaluación de Impacto Ambiental previa y una audiencia pública, pasos que la empresa no ha cumplido amparada por el apoyo político del intendente radical y de los gobiernos nacional y provincial. La resolución da la razón a los reclamos de la Asamblea Malvinas por la Vida y resuelve la cuestión de fondo contra un fallo del Tribunal Superior de Justicia frente a un amparo interpuesto por las mismas organizaciones para impedir que continuaran las obras. Es un fruto de la movilización que, a través de piquetes y desde hace meses, mantiene paralizadas las obras.
Prohibir la instalación es la salida
El 5 de febrero se cumple un año de la presentación del proyecto de ley del bloque del Frente de Izquierda prohibiendo la instalación de Monsanto en la provincia de Córdoba. Desde entonces hubo varias movilizaciones multitudinarias en contra de su instalación en la localidad de Malvinas Argentinas y en Río Cuarto. Desde hace tres meses hay un bloqueo a la planta de Malvinas que se ha mantenido en pie a pesar de los intentos de desalojo del gobierno y de patotas armadas por la empresa y burócratas sindicales. A raíz de la lucha y el respaldo popular que suscita, el intendente de Río Cuarto se vio obligado a prohibir la instalación de una planta en esa ciudad. Ahora llega esta sentencia de la Cámara. Ha corrido mucha agua bajo el puente pero los legisladores no han querido tratar el proyecto del Frente de Izquierda, lo tienen congelado, no lo han incorporado al temario de las comisiones que deben tratarlo.
Frente al revés judicial, De la Sota y sus funcionarios declararon por los medios ser ‘respetuosos de las decisiones judiciales’; De la Sota se ha revelado impotente para terminar con el bloqueo lo cual le valió la condena pública de las cámaras patronales de la provincia, agravando la crisis de su gobierno. Pero mientras “respeta” fallos sus legisladores (con el visto bueno de radicales, kirchneristas y algunos del partido de Luis Juez) se dedican a cajonear proyectos y pedidos de informes sobre el tema.
Monsanto largó una profusa y muy cara campaña publicitaria para desmentir las denuncias de contaminación, la cual sería útil en caso de la necesidad de llamar a una consulta popular en la localidad, reclamada por los asambleístas, y que hasta ahora tanto el municipio como la provincia rechazaron. Hasta ahora, porque dos ministros del gobierno provincial han anunciado que “están evaluando” esta variante.
Exigimos el inmediato tratamiento y aprobación del proyecto que presentó hace casi un año el Frente de Izquierda para prohibir la instalación de Monsanto en Córdoba, es el único proyecto que resume el reclamo popular, los fallos judiciales y resoluciones como la de Río Cuarto. En la calle y en nuestra banca en la Legislatura iremos a fondo para lograr este objetivo.
Eduardo Salas
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