jueves, 18 de julio de 2013

“Se reveló que los mitos no eran mitos”



Reproducimos la entrevista a Atilio Borón, politólogo y analista internacional, realizada en L'Ombelico del Mondo, programa radial de Radionauta FM. Aquí Borón analiza la política norteamericana para Latinoamérica a la luz del caso de espionaje revelado recientemente y las cumbres de Unasur y Mercosur.

-En una presentación de tu último libro a fines de 2012 decías que la política estadounidense en América Latina cambia tan rápido que para la impresión ya habían aumentado las bases que había en el continente. ¿Qué ha cambiado desde entonces a hoy?
Lo que ha cambiado es que se ha acentuado la política de los EEUU tendiente a lograr un control total, político, militar y económico sobre la región. De la época en la que saqué el libro, en noviembre, hasta hoy, la Alianza del Pacífico que era un proyecto apenas en gestación se ha convertido en algo con una fuerza impresionante que está movilizado grandes recursos de parte de Estados Unidos con el propósito de lograr el control de todo el litoral Pacífico latinoamericano y servir como un mecanismo de encierro o atosigamiento a los países del Mercosur o Unasur. Eso hoy en día es una vibrante realidad muy eficaz. Ha logrado unificar los gobiernos de México, Colombia, Perú y Chile. Ha logrado dividir a la Unasur, que por ejemplo ante un hecho flagrante de violación a los derechos fundamentales como es la inmunidad de los presidentes, no ha logrado consolidar una cumbre porque los países de la Alianza del Pacífico la sabotearon. Es un fenómeno muy delicado, que tiene la posibilidad de hacer detonar el proceso de la Unasur, lo cual sería un paso atrás tremendo para los países de América Latina. Necesitamos una Unasur fortalecida pero el proyecto norteamericano es exactamente lo contrario, tener una Unasur sin mayores posibilidades de actuación.
-Sin embargo en los últimos años parecía que el interés de EEUU sobre “el patio trasero” había disminuido.
Esas son declaraciones periódicas que ellos sacan cada tanto y que son parte de un mecanismo de negociación. Si ellos te convencen de que no tienen ningún interés las negociaciones sobre algunos temas se tornan mucho más sencillas. Ellos la tienen muy clara en eso que la mejor forma de negociar es minimizando tu valor, tu importancia, y en función de eso logran mejores condiciones para imponer sus intereses. América Latina es por lejos la región más importante para EEUU. Si bien puede no serlo en una coyuntura particular, por ejemplo hoy, que tienen la atención puesta en Asia Central, es una distracción momentánea. El objetivo fundamental es el control de América Latina. Porque es el continente más rico en recursos naturales del planeta tierra. Con el 7% de la población mundial tenemos entre el 42 y el 45% de la concentración de agua dulce del planeta. Hay gente hoy que se está matando por el agua y acá tenemos una disponibilidad fenomenal, muy por encima de lo que es nuestra población. Tenemos el país que tiene la mayor reserva comprobada de petróleo del mundo. Tenemos siete de los diez países mineros más importantes del planeta para el suministro de materiales estratégicos para la defensa de EEUU. Y tenemos la mitad de la biodiversidad mundial. Y además capacidad alimentaria, el pulmón verde del planeta. Tendrían que ser unos idiotas los norteamericanos para no prestarle atención a una región con estos recursos, que además la tienen ahí nomás.
Ya desde la época de los primeros presidentes de EEUU tenían en claro que tenían que tener el control de América Latina. No es un discurso de ahora o de la Guerra Fría. A veces tratan de hacer creer que esto es un producto momentáneo que tiene que ver con una coyuntura particular. Pero esto es un interés que viene ya de la época de John Adams, el tercer presidente de los EEUU. Ya entonces hablaban de la necesidad de controlar esta parte del mundo. Pero obviamente, para hacer que un país como Argentina acepte las famosas relaciones carnales es necesario convencer a los argentinos de que no tenemos nada que ofrecer, que somos inútiles, que somos pobres e irrelevantes. De esa manera cualquier funcionario logra contratos maravillosos o preferencias extraordinarias en favor de EEUU. Si por el contrario nos dijeran que somos muy importantes para ellos, seguramente las negociaciones serían mucho más difíciles.
-Estas nuevas revelaciones acerca del espionaje norteamericano ¿desnudan cierta decadencia de los EEUU?
Para mí lo que esto revela es que hay un relevamiento de algo que ya se sabía que estaban haciendo, que es realmente muy grave porque viola derechos fundamentales, y que hay toda una maquinaria que se ha salido de control. Esto se suponía que debía tener control parlamentario y ya es evidente que no lo tiene. Y ha adquirido autonomía, funciona totalmente por su cuenta, sin control de los funcionarios que deberían monitorear esa maquinaria infernal que han montado y que no sé cómo van a desmontar. Y que tiene un efecto vicioso sobre todo el resto del mundo. La gente se siente vigilada, invadida, violada en su privacidad y los gobiernos se sienten controlados. Lo bueno es que esto descubre el verdadero proyecto del imperialismo que no es la libertad, la democracia y la justicia. Por eso Noam Chomsky hace más de treinta años viene diciendo que el gobierno de los EEUU y sus clases dominantes tienen un plan de dominación mundial. Y eso ante la incredulidad de mucha gente. Ahora eso queda evidente que han un plan adonde aún los aliados, los amigos y los lacayos como los británicos son espiados por EEUU, que no confía absolutamente en nadie. Y persiguen a aquellos que están filtrando información pero no van a poder porque cada vez son más. Primero fue el soldado Manning, después fue Assange, ahora Snowden. Va a haber decenas de tipos que, producto de una suerte de asco moral, van a hacer públicas todas estas cosas que EEUU no quiere que se conozcan. Y que son flagrantes violaciones a la legalidad internacional y a las normas éticas mínimas sobre las cuales construir una comunidad política civilizada.
Esto entonces es bueno y es malo. Es bueno porque corre el telón y deja ver que los mitos no son mitos, que la realidad es que EEUU es un imperio, que los imperios siempre son violentos, sanguinarios y depredadores. Hay que ver cómo nos damos, como América Latina, una estrategia de defensa o ataque que nos impida sucumbir ante la violencia del imperialismo.
-Ante la última cumbre del Mercosur, ¿los países que allí se reunieron pueden ser actores importantes en esta resistencia?
El Mercosur no como está armado ahora. Yo tengo más confianza en que lo pueda hacer la Unasur. El Mercosur todavía está demasiado inficionado por los valores del neoliberalismo en donde fue creado. No nos olvidemos de que esos son tratados firmados en la década de los '90. En ese sentido el Mercosur tiene que redefinirse. La gran esperanza es que con el ingreso de Venezuela haya una redefinición y que se avance más en una unión política. Por otro lado la Unasur debería cumplir ese papel pero allí tenemos a varios caballos de Troya del imperialismo norteamericano. Está Colombia, están Chile y Perú. La última cumbre tendría que haberla convocado Humala como presidente pro témpore del bloque tras conocerse lo que había pasado con Evo Morales durante su viaje a Europa. Tenía la obligación de hacerlo. Pero como Perú es ya un apéndice de EEUU al igual que Colombia tenemos un problema muy serio de estos caballos de Troya que desde adentro están saboteando estos proyectos.

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