sábado, 27 de julio de 2013
Las manos en la Massa de la Anses
Luego de ser presidente de la derechista juventud liberal entre 1994 y 1996, Sergio Massa se incorporó al menemismo. En 2002 fue convocado por Duhalde para asumir como director del organismo de los jubilados. Confirmado por el kirchnerismo, fue director ejecutivo de la Anses hasta fines de 2007. Bajo su dirección, se profundizó el régimen jubilatorio menemista.
Los mismos métodos menemistas
Bajo la dirección de Massa en la Anses:
1) se realizó una quita del 30% y se pesificó la mayor parte de las deudas del Estado por fondos tomados a la Anses y las AFJP para el pago de la deuda externa. Se prorrogó su pago hasta el año 2045 impidiendo su uso para el pago a jubilados. La pesificación implicó una enorme depreciación de los fondos jubilatorios, debido a la inflación en aumento posterior a la devaluación de 2001;
2) se desconocieron la mayoría de los fallos judiciales en favor de jubilados por actualización de haberes, pagando sólo una parte minoritaria con títulos públicos con vencimientos hasta 2024;
3) se mantuvieron las rebajas de los aportes previsionales de la parte patronal dispuestos por el menemismo, con el agravante de que se mantuvo el trabajo “en negro” en más del 42% de la planta laboral;
4) la Anses fue la principal afectada por la manipulación de los índices del Indec a partir de 2007, en la medida que mientras a los acreedores externos y los bancos se les mantenían las deudas en dólares, las deudas con la Anses -pesificadas- se actualizaban según la inflación oficial. De esta manera, los jubilados sufrieron una defraudación multimillonaria;
5) en el último año de Massa al frente de la Anses, se creó el Fondo de Garantía destinado a “atender eventuales insuficiencias en el financiamiento del régimen previsional público a efectos de preservar la cuantía de las prestaciones previsionales” (art. 1, dec. 897/2007). A pesar de ello, los fondos de los jubilados fueron reinvertidos con los mismos criterios de la jubilación privada: más del 60% para sostener el pago de la deuda externa y el resto, la mayor parte, en acciones especulativas de empresas y préstamos subsidiados al gran capital.
El supuesto “logro” bajo su mandato -la jubilación de dos millones de trabajadores desocupados o sin todos los aportes requeridos- fue costeada por los mismos jubilados, al desconocer el reajuste en sus haberes y, como consecuencia de ello, generalizar una jubilación mínima que representa la cuarta parte de una canasta familiar. El argumento de que el Estado carecía de fondos para sostener las jubilaciones, el pago de los juicios, y el mismo 82% móvil es una gran mentira: sólo por los pagos al FMI y a los organismos internacionales, y las compensaciones entregadas a los bancos por la pesificación de las deudas de la burguesía, el duhaldismo y el kirchnerismo le dieron una “massita” de más de 40.000 millones de dólares a estos usureros. Considerando ese monto, más de 2 millones de jubilados fueron despojados cada uno de 20.000 dólares para entregarlos a la usura internacional.
Con Massa en la Anses, Prat Gay (Unen) en el Banco Central y Lousteu (Unen) en el Ministerio de Economía, el kirchnerismo consolidó la confiscación a los jubilados.
Sergio Szulman
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