jueves, 4 de julio de 2013
Otro gol del pueblo en el marcador de Famatina
Según el decreto Nº 874, el gobierno de La Rioja rescindió el contrato de explotación de la mina de oro de Famatina con la minera canadiense Osisko. Un triunfo popular en la voz de sus protagonistas.
La consigna “el Famatina no se toca” se volvió estandarte de decenas de organizaciones y miles de personas en todo el país que luchan contra el daño ambiental que produce la megaminería y la extracción de ciertos metales de distintos territorios. El cerro de Famatina fue uno de los epicentros de las luchas ambientales que atravesaron los últimos años de la política nacional, poniendo en cuestión el modelo de extracción y saqueo de los bienes comunes.
Desde 2011 existía un convenio que autorizaba la exploración con opción a producción de minerales en el cerro riojano de Famatina. Su ejecución estaba suspendida desde enero de 2012 debido a las protestas de los pobladores y de organizaciones ambientalistas.
“Estamos con muchísima alegría porque se logró, una vez más, detener el avance de la megaminería en la zona”, declaró Ismael Bordagaray, intendente de Famatina, en el programa Con el pie izquierdo de Radio Sur FM 88.3.
Cabe recordar que Bordagaray comenzó su lucha antiminera entre 2004 y 2007, cuando la amenaza de la Barrick Gold recorría el pueblo riojano. De identidad peronista, fundó el Frente Social para el Desarrollo como partido comunal y llamó a votar públicamente al Frente para la Victoria a nivel nacional, pero se encuentra enfrentado por este tema al gobierno provincial de Luis Beder Herrera, que responde al kirchnerismo. Bordagaray se encuentra en el sexto año de su intendencia, luego de haber sido reelecto por los famatinenses.
Desde enero de 2012, cuando el corte de Alto Carrizal -ubicado a 12 kilómetros del centro de la ciudad- impedía el paso de los camiones de Osisko Mining Company para explorar el cerro Famatina, la Provincia le dejó de enviar fondos.
“Ha sido una lucha no sólo de la gente de Famatina sino de toda la provincia y muchos lugares de Argentina que nos acompañaron. Es algo que nos esperanza a seguir luchando. Aunque el resto de los proyectos [megamineros] que tiene el gobernador en la provincia siguen vigentes, por lo menos creemos que le hemos logrado hundir la nave insignia”, afirmó el intendente del pueblo.
Por su parte, Carolina Suffich, quien forma parte de la Asamblea de Famatina, reflexionó: “El contrato, a mi entender, se rescindió el 2 de enero de 2012 cuando la gente por voluntad propia no los dejó pasar”. La militante ambientalista aseveró: “Con contrato o sin contrato hemos decidido que no va a haber megaminería en Famatina”.
Bordargaray coincidió: “lo que está haciendo el gobernador Beder Herrera es certificar lo que el pueblo ya le dijo”. Siete de cada diez riojanos, según afirmó, rechazan la megaminería.
Ambos entrevistados pusieron un manto de duda sobre la resolución del gobierno de Beder Herrera. “No nos olvidemos que se acercan las elecciones”, cuestionó Suffich. El intendente, por su parte, se mostró más optimista y planteó que esto es “el comienzo de una nueva etapa en la provincia”, aunque recordó que “ya otra vez, cerca de un proceso electoral, nos hizo lo mismo. Entonces, ¿hasta qué punto podemos creer esto?”.
La ambientalista planteó que el gobernador Beder Herrera “no puede transitar con tranquilidad la provincia de La Rioja”. “Cuando él ve un cartel que dice ‘El Famatina no se toca’, huye”.
“Yo visualizo y avizoro que la lucha va a seguir. Que la gente va a seguir organizada y vamos a seguir trabajando para que las nuevas generaciones tomen la posta de esto que hoy tenemos nosotros”, aseguró Bordargaray.
Marcha
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