viernes, 27 de noviembre de 2009

Yoanis, sortilegio mediático


Sin atisbo de perfidia, me sumo a los que de igual manera, abren brechas para que las mayorías en el mundo, conozcan quién es en verdad la mega potenciada, Yoani María Sánchez Cordero (La Habana, 1975), devenida por sortilegio mediático, en la más popular bloguera ¨independiente¨, del mundo.
Hablo de esa cómoda escribana, que hace casi un lustro, inició la navegación por los años ¨ta¨, con una recua de fracasos personales y profesionales, un naufragio catastrófico, para quien hasta el debido peso corporal le fue negado por las deidades.
Sin embargo, tuvo la fortuna, por el aval de sus frustraciones internas, de ser calada por quienes conducen los oscuros hilos de la repugnante propaganda contra Cuba. A ella, con dinero fuerte y estímulos morales, le borraron su memoria histórica.
A partir de entonces, la emprendió contra la tierra que la amamantó; la misma que a los 27 años, desahució y luego lloró para que le diera el privilegio de la excepción.
Una mujer que ha sido, a mi juicio, indigna con su terruño, e incapaz de ver su luz, porque la luminosidad que se llevó el Apóstol en sus ojos, la encandila.
Con su patria, ha tenido un comportamiento que encoleriza, por su carencia de altruismo.
Llamarle periodista, es agredir, faltarle el respeto, a quienes en cualquier lugar del mundo y medio de prensa, han dedicado su vida a ejercer con decencia, honestidad y magnanimidad, esta bella, sacrificada y a menudo, peligrosa profesión.
En Cuba, escribir de lo feo y lo malo es fácil: sobran edificios que retan segundo a segundo a la ley de la gravedad, deshechos sólidos y líquidos en medio de vecindarios urbanos y rurales, añejos baches en vías principales y secundarias, morosidad y burocracia en instituciones estatales, corrupción en algunos funcionarios y empleados estatales, exceso de paternalismo, salarios que no responden a las necesidades reales de la población, una prensa no liberada totalmente para que pueda ejercer su principal función, entre otras imperfecciones.
Pero no todo son cosas mustias en esta isla, sitiada desde hace medio siglo, con el objetivo de quebrarla por hambre y presionarle a una matanza entre semejantes.
Yoani es testigo, de que cada niño va a la escuela y recibe una educación gratuita; que los servicios de salud, aún lejos de ser perfectos, mantienen vitalidad, pese a que ese sistema, no puede disponer, por razones que ella omite deliberadamente, de los mas novedosos avances tecnológicos en ese campo.
También sabe, que como Cristo lo quiso, cada ser humano tiene al menos un pan para llevarse diariamente a la boca. Aquí, tampoco sucede como en Nueva Orleans, con el huracán Katrina.
Es conocedora, que con respecto a cualquier nación, los índices de criminalidad y violencia son ínfimos y que en la ínsula, la práctica del añejo ejercicio de la prostitución, buscando un objetivo monetario o para emigrar, es solo un intento de justificación ante la holgazanería y la necedad interna de cada persona.
Nadie en Cuba vende su cuerpo o alma, por impedimento a una honrada subsistencia, y ella, a pesar de su áspera y poco balanceada crítica, lo domina plenamente.
Porque posee un nada despreciable coeficiente intelectual, sabe sobremanera, que las carencias de los ciudadanos en otras naciones, resultan vitrinas locales.
Conoce, por tanto, que lo difícil en este país, es vivir y trabajar, en medio de esas cosas feas y malas; para eso hay que tener convicción, más que valentía.
Y ese positivismo, lo tiene la inmensa mayoría de la población cubana, que en campos y ciudades, le lanza trompetillas a las tergiversaciones, iniquidades y bretes amplificados al mundo por Yoani; al destino que nos quieren imponer desde afuera, precisamente, por no claudicar y caernos puñetazos o balazos desde Maisí a San Antonio.
En Cuba, los verdaderos periodistas, a pesar de tener que hacer de tripas, corazón, para trabajar, nos sobra valentía: cada minuto desafiamos al imperio más poderoso que se ha desarrollado sobre la faz de la tierra, el mismo que ha llevado la beligerancia y el luto a cualquier confín del mundo, sin importarle ideología política o religión, de sus víctimas.
Retamos con ideas, al país que tiene al mundo al borde de una guerra total y de una catarsis medioambiental.
Para agarrarse los cojones frente a ese monstruo hay que tener valor; hacerle guiños es lo fácil, de pendejos.
Ningún verdadero periodista o bloquero conocido mío, sea cubano o extranjero y llevo vinculado a los medios de comunicación, más años de vida, que quien me ha motivado a escribir estas líneas, dispone de las prelaciones y prestaciones de esa favorita, hasta del propio Barack Obama:
- Un sitio alojado en un servidor con un ancho de banda, superior en más de un 500 por ciento, al total de amplitud de banda con la que puede operar Cuba para sus consumidores en la red de redes.
- Un blogs exclusivo en el planeta tierra, para el que trabajan traductores de casi veinte idiomas, entre ellos: inglés, chino, griego alemán, portugués, ruso, polaco, japonés, lituano, checo, búlgaro, holandés, finlandés, coreano francés e italiano.
- Casi quince 15 millones de impactos al mes en su bitácora.
- Un Copyright para su blog a pesar de las leyes vigentes del bloqueo económico, comercial y financiero, que impone Washington, a Cuba.
Obviamente, manos desconocidas para el gran público y los contribuyentes, pagan las millonarias sumas necesarias, para costear tales gastos.
El pensamiento lógico lleva a asegurar, que son los mismos que pasan el dinero bajo la mesa a timados jurados, que le otorgan premios, entre ellos:
- Héroes de la Libertad, recién concedido en Miami, por el denominado Consejo para la Libertad de Cuba, que aglutina al segmento de mayor obcecación y violento, de las organizaciones anticubanas, con sede en Estados Unidos.
- María Moors Cabot, de la Universidad, Columbia, Estados Unidos.
- Bitacoras.com, España.
- Por uno de los 25 mejores blogs del mundo, de la trasnacional CNN, Estados Unidos.
- La revista Foreign Policy, la incluyó como una de las intelectuales más relevantes de 2008 Estados Unidos.
- La revista Time, la sumó a su habitual lista de las 100 personas más influyentes del mundo, durante el año precedente, Estados Unidos.
- Ortega y Gasset, del diario El País, España.
Felizmente, ¡Gracias a Dios!, ninguno de ellos o similares, ¨enriquece¨ el aval de mis colegas conocidos.
Pienso que YS, como cualquier ciudadano del mundo, tiene el derecho a la libertad de expresión; no puede ni debe ser calumniada por ejercer esa franquicia ciudadana, es constitucional en Cuba. Una prueba de ellos es que escribe desde La Habana y camina lozana por sus calles, y no tan machucada, como dice, la he visto.
Claro, entiendo, que la misma libertad que ella tiene para hacer eso, la tienen y con mayor razón, el resto de cubanos y cubanas.
La carta magna aprobada abrumadoramente en legítimo plebiscito, da el derecho a quienes residimos en esta isla, a expresarnos también libremente; eso lo debe conocer ella y sus protectores y seguidores, marido de turno incluido. Eso es democracia.
Yoani, hace lo fácil: hablar de lo feo y lo malo. Infiero que se proyecta de tal forma, por los suculentos dividendos económicos que le reporta y por vanidad y resentimiento con la felicidad que le fue negada, pese a su nívea piel y nivel cultural aludido, en un próspero país europeo.
Una pena de que por la celeridad de cruzar en estampida el Atlántico, para retornar a casa, haya borrado con intencionalidad y alevosía su disco duro personal.
Quien no es objetivo y balancea información, por desconocimiento o franca omisión voluntaria, resulta notoriamente indigno para el oficio pretendido por esta cibernauta inflada.
Soy del criterio, además, que los cubanos y cubanas, deben conocer tal comediante, no solo por información deformada de rebote. A fin de cuentas, Yoani, es un sortilegio mediático.

Benito Joaqín Milanés

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