lunes, 2 de noviembre de 2009

Contrastes


Los dos informes aparecieron en estos días y se refieren a las expectativas de vida de nuestros pibes...
Sin embargo, mientras uno agita la esperanza de una existencia más larga, el otro, reafirma el genocidio y el tamaño de la desigualdad.
Uno de los informes, asegura que “la esperanza de vida para los bebes nacidos en este siglo será de 100 años”. La información aclara que para que esto suceda los niños deben cumplir la condición de nacer en países ricos.
El otro informe, denuncia que “cada seis segundos un niño muere de hambre”, y afirma que “este escándalo podría acabar fácilmente si todos los gobiernos tomaran medidas decididas”.
Vale aclarar que los dos documentos emergen del mismo planeta.
Por un lado, los países ricos augurando para los niños que están naciendo, un siglo de vida y que además vivirán ese tiempo extra con una mejor calidad en su existencia que sus antecesores.
Del otro lado, el informe de Action Aid señalando que la tercera parte de los niños del mundo crece malnutrida, y que “por esa causa muchos chicos morirán antes de cumplir cinco años, y los que sobrevivan, sufrirán daños mentales y físicos”.
El contraste es inmoral.
En ambos casos se habla de los pibes que están naciendo.
Mientras para unos se auguran una existencia de 100 años, los otros cargan con el presagio de una vida que será arrancada al poco tiempo de haber nacido.
La directora de Políticas de Action Aid, Anne Jellema, en la presentación del informe recalca que la situación es "vergonzosa porque no hay una buena razón para que nadie pase hambre en el mundo de hoy", al tiempo que recalca que "incluso antes de la crisis alimentaria y financiera, la cifra de personas con desnutrición crónica era extremadamente alta”.
Todo sucede en el mismo barrio del Universo.
De un lado, los científicos exultantes anuncian las posibilidades que se abren con el diagnóstico precoz, la mejora de los tratamientos y la disminución de las enfermedades más frecuentes.
Del otro lado, el estudio establece que “los hijos de las madres malnutridas también sufren retrasos del crecimiento cuando aún están en el útero, lo que provoca que el círculo vicioso continúe”.
Millones de vidas que se nos escapan antes de cumplir los cinco años...
Su sistema inmunológico está menos desarrollado.
Mueren de enfermedades fáciles de prevenir y de tratar.
No hay argumentos morales que puedan explicarlo. Las razones sólo pueden encontrarse en la avaricia y el desprecio de los dueños del mundo.
En el documento presentado este año por la Oxfam Internacional se afirma que con los 8,4 billones de dólares comprometidos por los países ricos para salvar a sus bancos de la crisis se podría acabar con la pobreza extrema durante 50 años y significaría un paso gigante para terminar con ella definitivamente.
Dice la voz popular que las comparaciones son odiosas...
Se podría agregar que cuando está en juego la esperanza de vida de nuestros pibes, cuando la desmesura de lo injusto y la magnitud de la infamia aparecen tan visibles... las comparaciones, lastiman el alma.

Néstor Sappietro

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