martes, 4 de agosto de 2020
Resoluciones de la Conferencia Latinoamericana y de los Estados Unidos
Las organizaciones, partidos, dirigentes y militantes participantes de la Conferencia virtual Latinoamericana y de los EEUU suscribimos las siguientes definiciones políticas y nos comprometemos a impulsar las resoluciones y campañas abajo planteadas:
1.- Levantamos como principal bandera la independencia política de los trabajadores respecto de los capitalistas, sus Estados, gobiernos y sus partidos. Rechazamos la colaboración de clases y los frentes y organizaciones políticas de colaboración de clases, que no son más que la vía por la cual se avanza en la subordinación política de la clase obrera a los intereses de los capitalistas y de sus Estados. Definimos como nuestro objetivo estratégico la lucha por gobierno de trabajadores, por la Unidad Socialista de América Latina y por el socialismo internacional. Como señala la convocatoria inicial a esta conferencia “El equilibrio y la conciliación de intereses entre el capital y los trabajadores, que pregona el nacionalismo burgués y la centroizquierda, no es más que una utopía reaccionaria, que apunta a entrampar a los trabajadores como furgón de cola de la burguesía. En oposición a eso, planteamos la lucha por una salida anticapitalista y una transformación integral del continente bajo la dirección de la clase obrera”. Para estos objetivos, impulsamos la más amplia organización obrera y popular, con el objetivo estratégico de pelear por la perspectiva de la revolución social. Rechazamos la competencia y la rivalidad que los capitalistas y los Estados fomentan entre los trabajadores de distintas naciones. Bregamos por la unidad y solidaridad internacional de la clase obrera y decimos: ¡Proletarios y proletarias de todos los países: únanse!
2. Apoyamos, desenvolvemos e impulsamos en todos los terrenos y en cada país, incluido los Estados Unidos, la lucha anti-imperialista. El imperialismo norteamericano es, en América Latina y en el mundo, la expresión de la super explotación y el principal Estado opresor de los pueblos, papel que también cumplen distintos Estados imperialistas en la Unión Europea y Japón. La política y opresión imperialista ejercida por el Estado y el gobierno yanqui y el capital financiero internacional sobre los países latinoamericanos no sólo se expresa en el terreno económico, sino también en las conspiraciones del imperialismo con los gobiernos títeres del subcontinente, y en las tentativas de intervención y amenazas militares. Rechazamos y condenamos la ofensiva y las amenazas del imperialismo yanqui contra Venezuela y contra Cuba (¡donde todavía mantiene un bloqueo criminal), apoyadas por la derecha venezolana y los “gusanos”, a la vez que manifestamos nuestra independencia y oposición desde la izquierda a los regímenes de ambos países contra los cuales luchamos y no le damos ningún apoyo político. Denunciamos el muro fronterizo que está construyendo Trump en la frontera con México y las deportaciones masivas. Repudiamos y llamamos a luchar contra el gobierno golpista boliviano que ha suspendido nuevamente las elecciones para perpetuarse en el poder, así como el intento de proscripción del MAS, sin dar apoyo político a esta fuerza política que ha venido intentando la conciliación con los golpistas y cuando gobernó lo hizo traicionando la Agenda de Octubre. Llamamos a luchar por el no pago de las deudas de los países de América Latina y el Caribe y las de los pueblos oprimidos de todo el mundo. Impulsamos la movilización por “Fuera Bolsonaro-Mourao”, llamando a terminar con el conjunto del régimen de dominación.
Denunciamos la sumisión de los gobiernos latinoamericanos, incluidos los ‘nacionales y populares’, a los preceptos del imperialismo, y decimos: ¡Fuera el FMI! ¡No al pago de las deudas externas! ¡Fuera el imperialismo de América Latina! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! Estamos por la expulsión de todas las multinacionales y corporaciones imperialistas y extractivas que saquean nuestros bienes comunes y contaminan y destruyen la vida y nuestro territorio. ¡Por las nacionalizaciones, sin indemnización, de los sistemas bancarios y de los recursos naturales y estratégicos de cada país, bajo control de los trabajadores!
3. Apoyamos incondicionalmente la gigantesca y extraordinaria rebelión que protagoniza el pueblo norteamericano y denunciamos la criminal militarización de Trump. Propugnamos por el desarrollo, la extensión y la profundización de la rebelión norteamericana. Denunciamos la pretensión del Partido Demócrata de canalizar electoralmente el enorme descontento popular con el gobierno de Trump como una tentativa de aplacar la rebelión, poner fin a la acción directa de las masas y desviar cualquier intento de organización política independiente de los explotados, atento a que es otra variante capitalista-imperialista y guerrerista de alternancia en el poder, una salida que será contra los intereses de los que hoy siguen luchando en las calles de los Estados Unidos.
Poner fin a la opresión racial, a la violencia y represión policial, dar una respuesta integral a la crisis sanitaria y evitar que la crisis capitalista siga siendo descargada sobre las masas norteamericanas, plantea poner en marcha una salida independiente de las y los trabajadores en Estados Unidos, en alianza con todos los sectores oprimidos, como las personas de color (afroamericanos, latinos), las mujeres y la juventud.
4- Asimismo, destacamos la revitalización de la enorme rebelión en Chile, denunciamos los sucesivos pactos de colaboración de la llamada ‘oposición’ patronal y centroizquierdista con el gobierno y más que nunca decimos ¡Fuera Piñera! Para Chile sigue teniendo plena actualidad lo que señalábamos al respecto en el documento de convocatoria inicial: “Denunciamos la reforma constitucional que se está cocinando y la convención constituyente amañada emanada de ese pacto. Llamamos a reforzar la lucha para que se vaya Piñera mediante el impulso de las movilizaciones masivas en las calles y de una huelga general política y por los reclamos sociales, por una Asamblea Constituyente libre y soberana que discuta un programa para reorganizar el país sobre otras bases sociales, en la perspectiva de lograr un gobierno de los trabajadores y el pueblo explotado que garantice los cambios de fondo que reclama el pueblo en las calles.
En Chile se hace necesario el impulso a toda forma de coordinación y auto organización democrática de los sectores de la clase trabajadora, el movimiento estudiantil y de mujeres en lucha (tendencia que se puede ver en las asambleas populares y territoriales o en los comités de emergencia y resguardo) apuntando a que la clase obrera, por su capacidad de paralizar el funcionamiento de la economía y el estado capitalista, asuma el liderazgo”.
Exigimos la libertad a los presos de la rebelión y la libertad a los presos políticos mapuches que luchan por la recuperación de su territorio histórico y contra la represión estatal. Nos sumamos a la campaña por el fin a las AFP, por un sistema de jubilaciones de reparto solidario, administrado por trabajadores y jubilados.
5- Apoyamos e impulsamos todas las luchas de los trabajadores y los pueblos contra los planes de austeridad y los gobiernos del capital. Denunciamos los planes de ajuste y la ofensiva del capital a escala internacional contra las conquistas de los trabajadores. Los gobiernos, como representantes del capital, se valen de la crisis pandémica para avanzar en más ajuste, despidos y rebaja salariales, en más flexibilización laboral, en la destrucción de los regímenes previsionales y en la explotación de la juventud precarizada. Denunciamos asimismo la complicidad de las burocracias sindicales en todos los países, que ofician como un chaleco de contención de la fuerza combativa de los trabajadores y habilitan, de esa manera, el avance de las reformas anti-obreras y sostienen a los gobiernos de turno. En este sentido reafirmamos que “la batalla por recuperar las organizaciones de masas, en primer lugar los sindicatos, expulsando a las burocracias entreguistas reviste un carácter estratégico. Esto plantea alentar en el propio curso de las irrupciones populares todo tipo de organismos (comités de huelga y todos los que, en forma embrionaria, hemos visto surgir en Francia, Chile, Bolivia) que permitan coordinar la lucha y llevarla al triunfo. El escenario convulsivo de Latinoamérica le otorga especial vigencia al fortalecimiento de espacios democráticos del sindicalismo combativo, al llamado a congresos o coordinadoras de delegados de base de los sindicatos, de las y los ocupados (incluyendo a toda la gama de precarizados/as) y desocupados, y de las masas que luchan, lo que va unido a la batalla por una nueva dirección clasista en el movimiento obrero. Esto apunta a que la clase obrera emerja como un factor independiente en la crisis y se desarrolle como alternativa de poder, al frente de una alianza de todos los explotados y oprimidos”.
Levantamos la lucha por derrotar las reformas laborales y previsionales en curso. Planteamos poner fin a la desocupación levantando el planteo del reparto de las horas de trabajo sin reducir los salarios, el seguro universal a los desocupados, el aumento de los salarios y jubilaciones hasta llevarlos al costo de las canastas familiares. Planteamos la ocupación de toda fábrica o empresa que cierre o despida, su estatización y el control obrero. Fuera las burocracias sindicales, por nuevas direcciones en los sindicatos, clasistas y combativas. Apoyamos e impulsamos la lucha internacional y coordinada que desenvuelven los trabajadores precarizados de las APP.
La construcción de partidos revolucionarios a nivel nacional e internacional es una necesidad de primer orden para llevar adelante este programa.
6. El enorme movimiento de lucha de las mujeres ha sido y es un importantísimo protagonista de las luchas en la región, con enorme peso en Chile, en Argentina y en diversos países y procesos. Apoyamos e impulsamos la lucha del movimiento de mujeres, que con sus extraordinarias y masivas movilizaciones reclama el derecho al aborto legal, el fin de los femicidios, los abusos y contra la violencia machista. Denunciamos la responsabilidad de los gobiernos, del Estado y el régimen social de explotación en la opresión de la mujer. El impulso de estas reivindicaciones ha puesto de manifiesto la profunda injerencia de las Iglesias en los asuntos estatales y la subordinación de los gobiernos capitalistas a los distintos lobbies clericales. Luchamos por las reivindicaciones de las mujeres trabajadoras. Peleamos por erradicar la cultura machista y patriarcal en el seno de la clase trabajadora e impulsamos una lucha mancomunada de nuestra clase, superando cualquier tipo de divisiones por género o sexualidad, por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, por anticonceptivos y por educación sexual integral, por la separación de las Iglesias de los Estados, por el fin de la violencia machista y de los crímenes de odio, por el conjunto de las reivindicaciones del movimiento LGTBI, y más de conjunto, por poner fin al capitalismo, que es el edificio social sobre el cual se montan y reproducen las diversas opresiones.
7. Condenamos la criminal represión contra los pueblos y trabajadores en lucha en América Latina y en Estados Unidos; la criminalización de la protesta, los abusos policiales y casos de “gatillo fácil” (asesinatos policiales) y nos pronunciamos por el pleno derecho a la movilización y la lucha. Repudiamos la persecución y las deportaciones del gobierno de AMLO en México contra los migrantes centroamericanos y caribeños. Denunciamos que los aparatos de seguridad no son más que un mecanismo de coacción y represión de los gobiernos y los Estados contra los pueblos que se rebelan en defensa de sus condiciones de vida. Planteamos: abajo las medidas de excepción que fortalecen las medidas represivas y el fortalecimiento de las policías y demás fuerzas de seguridad, basta de persecución a los migrantes en los Estados Unidos; abajo los asesinatos de dirigentes sociales en Colombia; abajo la criminal represión en Chile y en Bolivia, Justicia por Marielle Franco y castigo a los responsables de su asesinato, libertad a los centenares de presos políticos; abajo la persecución a los luchadores y dirigentes sindicales en Venezuela, por la libertad inmediata de los luchadores obreros encarcelados. Aparición con vida de Facundo Castro, libertad a Sebastián Romero y desprocesamiento de Cesar Arakaki en Argentina.
Resolvemos:
Realizar el 27 de agosto concentraciones y actos en las embajadas de EEUU de todos los países, para apoyar la rebelión del pueblo norteamericano, rechazar la injerencia imperialista en América Latina y llamar al no pago de las deudas externas de los países de América Latina y el Caribe y de todos los pueblos oprimidos.
Apoyar la lucha de los trabajadores y el pueblo chilenos por “Fuera Piñera” y la puesta en pie con su lucha de una asamblea constituyente verdaderamente libre y soberana. Exigimos la libertad de todos los presos de la rebelión. Apoyar en impulsar las luchas del conjunto de trabajadoras y trabajadores contra despidos, rebajas salariales y otros ataques a sus condiciones de vida que están implementando gobiernos y patronales
Participar e impulsar las próximas movilizaciones de los trabajadores de reparto de APP en los distintos países Impulsar las movilizaciones del 28 de septiembre por el día de América Latina y el Caribe por el aborto legal, levantando también la consigna “separación de las Iglesias del Estado”.
Reafirmar nuestra adhesión a los 10 puntos programáticos contenidos en el documento “Un nuevo escenario en Latinoamérica y la necesidad de una salida socialista y revolucionaria” de convocatoria inicial a la Conferencia Latinoamericana presencial, sumando los puntos referidos a la pandemia y al levantamiento en Estados Unidos desarrollados en los documentos posteriores que dieron base al llamado a esta Conferencia Virtual de Latinoamérica y Estados Unidos.
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