martes, 28 de julio de 2020
Mientras Ishii se incrimina, Berni y Kicillof lo cubren
El intendente de José C. Paz, Mario Ishii, fue citado por la justicia por haber sostenido ante los trabajadores ambulancieros del municipio que “yo los tengo que cubrir cuando están vendiendo falopa con las ambulancias”. A pesar de que Ishii se esforzó por tratar de explicar lo que dijo, cada una de esas aclaraciones lo incrimina más. En vez de desmentir la venta de drogas desde ambulancias con su conocimiento, el intendente acotó la actividad a un rubro. “Yo estaba hablando de Rivotril, Alplax y esas cosas que se utilizan para dormir”. Si eso fuera cierto, para lo cual no ha aportado elemento alguno, los sedantes de venta controlada, que son objeto de tráfico de mercado negro, no pueden ser vendidos como en un kiosco. Por otra parte, sobre la fuente del video filtrado dijo a los medios: “es alguien que ya voy a atender, ahora no tengo tiempo porque estoy trabajando con la pandemia”. Por si no se hubiera incriminado ya por encubrimiento y cómplice necesario para el tráfico de sustancias controladas, el intendente pejotista amenaza públicamente y adelanta represalias y ajustes de cuenta. Los años de impunidad lo envalentonan y lo han dejado sin filtro.
Rápidamente Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, salió a bancarlo argumentando que le “parece” que “fue una mala expresión que no tiene nada que ver con la realidad”. El funcionario encargado de perseguir el delito descarta, sin investigar, las afirmaciones del intendente con una fundamentación difusa. Encubrimiento explícito.
A paso seguido, y a la par de la convocatoria del fiscal para que Ishii se presente en la justicia, Carlos Bianco, el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, se apresuró a defender al “barón” del conurbano afirmando que “fue absolutamente sacado de contexto”. El jefe de gabinete de Kicillof hizo las declaraciones de apoyo a Ishii en un conferencia de prensa oficial por lo que fueron interpretadas con toda justeza como la palabra oficial del gobierno provincial.
Las declaraciones de Bianco y el apoyo de Berni aparecen como “aprietes” a la justicia y lo llevó al “vehemente” intendente a no presentarse a la citación judicial.
El tema no es menor. El peso enorme del narcotráfico en el conurbano bonaerense no es desconocido e involucra a funcionarios de gobierno, de la justicia y la Bonaerense. El reciente asesinato de un barrabrava del Club Quilmes a manos de un jubilado que había sido asaltado puso de nuevo sobre el tapete la connivencia de la delincuencia con el poder. Los ejemplos sobran.
Bianco amplió el apoyo a toda la gestión del intendente que “cubre” (sic) cuando venden “falopa”. La cerrada defensa del gobierno provincial del intendente de José C. Paz es el aval a un manejo corporativo de los municipios en función de los negocios e ilícitos que tiene a los punteros gerenciándolos. Pero además, va contra los reclamos de los trabajadores de los municipios que son el pato de la boda.
Es por eso que Berni no dudo en apoyar a Ishii aunque eso manche sus pretensiones de armarse una carrera, con el fin en la Casa Rosada, aplicando mano dura contra la delincuencia y el delito. A la hora de poner las cartas sobre la mesa, Berni y Kicillof se colocan como defensores del entramado mafioso que asola el conurbano bonaerense.
Prensa Obrera
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario