domingo, 26 de julio de 2020
El colapso sanitario en CABA
La Asamblea de Residentes y Concurrentes desenmascara a Larreta y Quirós.
La Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA viene organizando desde el principio de la pandemia diferentes relevamientos y denuncias sobre las condiciones hospitalarias y laborales a las que son sometidos por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En el día de ayer, en una entrevista con C5N, hicieron público el relevamiento actualizado de camas de terapia intensiva de los efectores de la CABA. El relevamiento realizado por los trabajadores Residentes y Concurrentes contrasta notablemente con el discurso oficial del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta y su ministro de Salud, Fernán Quirós. Contra las 450 camas que informa el gobierno, el relevo de los residentes y concurrentes arroja 270 en total, una diferencia considerable. Mientras el propio ministro salió a desmentir a la Asamblea, declarando que “los números de camas de UTI no son discutibles” (ámbito financiero, 24/7), los trabajadores reflejan la falta de preparación del sistema público de salud en la CABA. El colapso es inminente, ya que la ocupación supera el 85% y en los hospitales de agudos como el Ramos Mejía, Fernández, etc, llega al 100% de ocupación.
Los trabajadores denuncian también una exposición absoluta, con faltante de Equipos de Protección Personal, la continuidad de la falta de salario y ART sobre 1.400 profesionales concurrentes y hasta la extensión del contrato laboral precario para utilizarlos como mano de obra barata durante la pandemia, negando de esta manera el pedido del pase a planta. Tampoco se cumplen los aislamientos en casos de contacto estrecho ni se han tomado medidas para mejorar la permanencia del personal en espacios de descanso. En muchos hospitales hay contagios intrahospitalarios por falta de medidas como cohortización, protocolos para casos sospechosos y aislamientos. Es el caso de la UCO (unidad coronaria) del Durand, y la Guardia y Clínica Médica del Zubizarreta.
El gobierno miente, oculta información a la población y a los trabajadores. La asamblea CABA destaca que el gobierno está contabilizando camas de sectores no UTI, como shock room y guardia como si fueran de terapia intensiva. Estas unidades, que están preparadas para la atención inicial de patologías de todo tipo y gravedad, tienen el objetivo de estabilizar al paciente y rápidamente derivarlo a un sector de internación con los cuidados necesarios. Pero de ninguna manera pueden funcionar como terapias intensivas. La calidad de atención para paciente Covid graves resulta ineficaz, principalmente por la falta de personal y equipamiento. Los pacientes desmejoran a un ritmo acelerado. A su vez imposibilita la atención de otras patologías y afecciones, desorganizando la precaria atención que ya existe. Esto somete a trabajadores del sector a una mayor explotación y estrés, ya que incrementa la exigencia.
El colapso sanitario y la falta de camas han sido uno de los principales causantes del aumento de la mortalidad a nivel mundial, porque el atraso en la aplicación de cuidados intensivos lleva a un empeoramiento del cuadro. Frente al levantamiento de la cuarentena, el gobierno debió haber preparado al sistema de salud con un reforzamiento real. En este contexto, expone la salud de la población al desarrollo de la pandemia, sin garantizar los cuidados necesarios en este momento de aumento de casos. Las alternativas del gobierno a este cuadro de desidia fueron planteadas en abril por la asamblea, en reuniones con el funcionario Ferrante, pero se hizo oídos sordos.
Una vez más, la asamblea CABA demuestra que pese a la pandemia los trabajadores se pueden organizar con sus propios métodos. Contrasta 100% con la pasividad absoluta de todas las conducciones sindicales burocráticas de los trabajadores de Salud, desde AMM (Asociación de Médicos Municipales) hasta Sutecba (sindicato de los trabajadores de la ciudad de Buenos Aires), los principales socios del gobierno de Rodríguez Larreta. Pero también de los sindicatos que posan de opositores como ATE, que mantienen una pasividad ya conocida ante el gobierno de la CABA. Casi ni vale perder esfuerzo en mencionar a la Federación de Profesionales, que demuestra, nuevamente, ser un apéndice de la AMM. En todo lo que va de la pandemia AMM no consiguió nada. Ni siquiera algo elemental, como la exención del impuesto al salario para todos los trabajadores de salud. En los hospitales integran los comités de crisis pero operan como administradores de los escasos recursos y regimentadores de las voces disidentes. Son parte del problema.
Reivindicamos profundamente la actividad que desarrolla la Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA ya que alerta de la situación real a los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires que son los principales usuarios, junto a los trabajadores informales o desocupados que acceden a la atención pública. Logra trascender en los medios de comunicación y ser una voz autorizada para hablar de la situación sanitaria y laboral. Con su rol activo, asambleas, conferencias y actividades, la Asamblea CABA marca el camino de lucha.
Martín SH
Prensa Obrera
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