martes, 28 de julio de 2020
El gobierno quiere un impuesto al consumo de leche
Mientras exime a los capitalistas con la moratoria.
La primera polémica desatada en torno al proyecto de ley del gobierno de ampliación del Presupuesto giró en torno a la reposición del IVA (Impuesto al Valor Agregado) sobre la leche. Si bien desde el entorno de Alberto Fernández lo presentan como una reducción del 21 al 10,5%, esa enunciación omite lisa y llanamente que desde hace un año que el gravamen no rige como tal.
Luego del shock devaluatorio que siguió a las Paso del año pasado, el gobierno de Macri lanzó un desesperado y precario paquete de medidas para contener un estallido social y evitar un mayor dislocamiento del mercado, para mostrarse activo frente a una crisis colosal que derivó en un nuevo default. Entre las medidas figuraba la suspensión del IVA sobre una canasta de alimentos básicos, entre los que se encontraba la leche, para “morigerar” el traslado a los precios de la devaluación.
El decreto de Macri venció el 31 de diciembre y no fue prorrogado por Fernández, que sin embargo estableció un mecanismo de compensaciones en base a fondos públicos para contener lo que hubiese sido un salto brutal en los precios de productos esenciales, que ya arrancaron el año con remarcaciones. Ahora, el gobierno busca dejar de compensar y empezar a recaudar.
El proyecto del ampliación del Presupuesto (recordemos que sigue prorrogado el Presupuesto macrista dictado por el FMI) es en realidad un nuevo gesto en medio de la negociación con los bonistas, los cuales digamos de paso que están endureciendo sus exigencias. Podríamos afirmar entonces que los consumidores vamos a financiar el repago de la deuda usuraria. Los propietarios de las grandes riquezas del país, mientras tanto, siguen riendo por el cajoneo oficial del proyecto de establecer un impuesto sobre sus patrimonios.
Esto cuando según el Indec la Canasta Básica Alimentaria aumentó durante los últimos doce meses un 45,3%. Falta aún la publicación del índice de pobreza del primer semestre del año, aunque el propio ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, advirtió que “sin dudas va a dar un aumento porque subió el costo de los alimentos y porque mucha gente no solo que no tiene changas y tiene menos ingresos, también está endeudada”. Un estudio de la Universidad Di Tella estima que en el segundo trimestre del año la pobreza urbana escaló a un 45/47% (Télam, 23/7).
En un plano más general, la reposición del IVA sobre un la leche es un anticipo de la reforma tributaria que prepara el gobierno. Toda la estructura impositiva tiene un carácter regresivo, motivo por el cual los trabajadores gastan más de la mitad de sus ingresos en pagar gravámenes. Distintos son los recursos de los capitalistas, que sin ir más lejos serán premiados ahora con una nueva moratoria para saldar las deudas que tienen con el fisco en base a retener… el IVA y los aportes previsionales, es decir dinero de terceros.
Para terminar con la pauperización de las familias trabajadoras a fuerza de carestía es necesaria la apertura de los libros en toda la cadena de valor de los alimentos y productos esenciales, el control obrero de la producción y la comercialización, de la mano con la pelea por un salario mínimo que equipare el costo de la canasta básica familiar. En lo inmediato, llamamos a reforzar la campaña por el impuesto a las grandes rentas y fortunas que plantea el Frente de Izquierda.
Iván Hirsch
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