Las últimas declaraciones de intendente de José C. Paz, filmadas durante una discusión con los ambulancieros del Same local, que son de público conocimiento, han calado hondo en el distrito y en toda la estructura del PJ provincial y hasta nacional.
No se trata de un exabrupto más, al que ya nos tiene acostumbrados Mario Ishii, como cuando dijo en marzo que en el distrito morirían 5 mil personas de coronavirus, o hace unos días cuando anunció la inminencia de saqueos y reclamaba fuerzas federales.
Que existe el narcomenudeo amparado por el estado es algo evidente para los habitantes del distrito, pero la situación se ve agudizada en los últimos años, en los que verdaderas bandas de narcotraficantes hacen pie cada vez con más fuerza en diferentes barrios, en los que toman un control territorial extraordinario en base al amedrentamiento no sólo de los vecinos sino de las organizaciones territoriales, a las que no permiten desarrollar actividades sino es cambio de “vender para ellos”.
Varios merenderos y centros culturales de diferentes organizaciones prefirieron bajar persiana antes que “arreglar” semejantes condiciones. Barrios que luego del asentamiento progresivo de estas bandas no sólo pierden sus herramientas de organización social, sino que viven sometidos a tiroteos a toda hora entre bandas, circulación masiva de sustancias entre los jóvenes e impunidad para cualquier delito que cometa un “protegido” de las bandas. La red de narcos, punteros y policías incluso han conseguido impunidad para el femicida de Bárbara Balbuena.
La imputación de delito
Sin embargo, ese video viralizado expuso la situación como nunca antes. Incluso la justicia intervino de oficio con una imputación, la más grave que se le ha hecho a Ishii, luego de otras conocidas en el pasado por adjudicación de viviendas de planes federales a conocidos y amigos antes que a los vecinos que las necesitaban y se encontraban con expediente abierto, desviaciones de fondos, fraudes en asignaciones sociales, venta de medicación que debía ser de otorgamiento gratuito, mantenimiento de basurales a cielo abierto, vaciamiento de centros de salud de atención primaria facturando prestaciones médicas que no se le pagan a los profesionales, retener la anexión del centro de estudios municipales a la Unpaz a pesar de haber recibido de nación una suma multimillonaria para expandir la universidad, intentos de copamiento del hospital provincial Mercante, el intento de instalar un matadero contaminante, y muchísimos etcéteras.
Cuestionamiento de ajenos y propios
A pesar del fuerte operativo lanzado para que todos los propios salgan en defensa de Ishii con una campaña de “yo lo banco”, campaña que sostienen todos los PJ locales y a la que se sumó el mismísimo Berni, el escándalo ha llevado a que legisladores provinciales del “mismo palo” discutan la posibilidad de aconsejar “una licencia para Mario”, mientras se resuelve esta imputación de encubrimiento de una red de narcotráfico e incluso se habla de una inviable, pero no por eso no sugerida, intervención de la provincia al municipio (1). Por su parte, la Coalición Cívica local comenzó una furibunda campaña por el juicio político al intendente.
Tensión con las organizaciones de base y asambleas barriales
A esta crisis política abierta ante la opinión pública en general y en sus propias filas se suman como antecedentes previos que, desde el inicio de la pandemia y la cuarentena, alrededor de 40 organizaciones sociales importantes para el distrito y la zona mantienen una tensa relación con el municipio, a partir del pedido de la conformación del comité de crisis (2) impulsado por la asamblea de vecinos en defensa de la salud, espacio al que le fue negado funcionar sistemáticamente y con un diálogo acotado a las condiciones del ejecutivo.
Las organizaciones reclaman fundamentalmente la falta de entrega de mercadería suficiente para afrontar la cuarentena a cientos de comedores y la mala gestión general de la cuarentena. En estos días se ha dado a conocer una nueva carta pública (3) donde las organizaciones del territorio que tanto se arrogó controlar en estos años lo enfrentan con demandas no satisfechas y las asambleas y movilizaciones vecinales nacen y crecen en diferentes barrios por la inseguridad, y la desatención sanitaria en medio de la pandemia.
Los municipales empiezan a organizarse
Como corolario, una avanzada contra los trabajadores de todo el municipio no pasa desapercibida y genera múltiples reacciones. Los ataques empezaron con el cierre del Centro Municipal de Estudios y el despido de cientos trabajadores a principio de año; se sumó la baja de los músicos de orquesta; la flexibilización con multitareas a todos los sanitarios y el despido de las enfermeras del Htal. Caporaletti cuando reclamaron por EPP; el pase de 8 a 12 horas sin francos de ambulancieros y personal de seguridad; la falta de protocolos y testeos ante casos positivos y contactos estrechos en casi todas las dependencias: rentas, obras, faltas, recolectores, entre otros; el reciente e ilegal despido de Carolina Velázquez Rivalora (4) y los escandalosos aprietes al director médico y al director de nivel primario de salud que derivaron en sus renuncias.
Todos estos ataques a los trabajadores vienen suscitando paros, asambleas, notas de queja y crecientes protestas que intentan ser acalladas con patoteadas, amenazas de despidos y despidos, pero que no dejan de reaparecer continuamente expresando una necesidad y voluntad de los trabajadores municipales de organizarse y poner freno a un régimen laboral prácticamente feudal. El vínculo con los trabajadores municipales es una olla a presión.
Se resquebraja el régimen, delibera la población
Sin dudas se resquebraja el control de Ishii sobre el distrito, no logra alinear a las organizaciones territoriales, los trabajadores súper explotados dependientes de la municipalidad se organizan para poner freno a la superexplotación y los vínculos con el resto del PJ provincial y nacional sufren por la desconfianza en el futuro del intendente a quien empiezan a considerar “soltarle la mano”, mientras ya piensan en organizar la guerra por la sucesión.
Este no será el último capítulo de la crisis política de Mario Ishii, ya que restan develarse aún las enormes irregularidades del manejo general sanitario de la pandemia.
Se pone a la orden del día que los vecinos y trabajadores avancen en la deliberación acerca de cuál es la salida necesaria para superar definitivamente al último varón del conurbano y las penurias que le impone al pueblo paceño desde hace más dos décadas.
Paula Jove
28/07/2020
Tiempo de lectura: 5 minutos
(1) Ver https://www.smnoticias.com/noticias/112349 (2) http://eldiariodejosecpaz.com.ar/carta-abierta-a-mario-alberto-ishii/ (3) http://eldiariodejosecpaz.com.ar/nueva-carta-de-las-organizaciones-sociales-al-intendente-de-jose-c-paz-mario-a-ishii/ (4) Ver https://www.smnoticias.com/noticias/112232?fbclid=IwAR3TJmW9-jXBOYi3powFZ5K_xPUiMk2KeUaUauLCyO3-mzv9ZAy8rvDSeEo
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