A la vuelta de su viaje a Europa, Alberto Fernández tendrá que definir cuál será el aumento que otorgará a los jubilados y a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH). El Anses necesita en los próximos días la definición para que se haga efectivo el aumento con los haberes de febrero.
Desde que el gobierno, ley de “solidaridad” por medio, suspendió la movilidad jubilatoria, quedando a determinar por decreto el monto de la actualización, las versiones han arreciado.
De acuerdo a la ley suspendida el aumento a cobrarse en marzo debía ser del 11,6% y en junio del 13%. Partiendo de que la suspensión se produjo en aras de producir un ahorro para el fisco, estaba claro desde el principio que habría un claro perjuicio para los más de 7.300.000 jubilados y los casi 9 millones de chicos beneficiarios de la AUH. Lo que queda por develar es cuánto es el monto que se le va a sustraer a los jubilados y en qué proporción a cada franja. Entre las muchas versiones hay una coincidencia: habrá una suma fija, lo cual implica desde ya un achatamiento de la pirámide. Lo otro es que la prometida nueva ley de movilidad ha sido postergada sin fecha, por lo cual el método del decreto seguirá vigente.
La última versión habla de una combinación entre suma fija y porcentaje. Se habla de una suma fija de $1.250 y un aumento del 3%. Con esta versión la mínima pasaría a $15.740, un 11,88% de aumento, porcentaje que iría decreciendo hasta el 4,2% para los que cobran la máxima. Fuera de esto estarían los regímenes especiales (docentes nacionales, docentes universitarios, luz y fuerza, judiciales, etc.) ya que tienen movilidades propias.
De ser esta versión la definitiva el “ahorro fiscal respecto a la fórmula suspendida (será) de $ 5.000 millones mensuales o casi $ 60.000 millones en 2020, solo para el segmento de jubilaciones y pensiones. Si luego en junio se repitiera el aumento trimestral por debajo del incremento de la fórmula suspendida (13%), en 2020 el ´ajuste fiscal previsional´ superaría los $ 100.000 millones” (Clarín, 3/2).
Ese sería el aporte “solidario” que el gobierno les impone a los jubilados para ofrendar al FMI y a los bonistas como parte del rescate de la deuda: la inmensa mayoría de los jubilados continuará bajo la línea de pobreza y quienes estaban por encima de ella quedarán cada vez más cerca de la misma. Nada se dice de la Asignación Universal por Hijo, ni siquiera en los rumores, por lo que las organizaciones del Frente de Lucha piquetero ponen en pie un plan de lucha, por esa y otras reivindicaciones.
Prensa Obrera
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