jueves, 20 de febrero de 2020
Escándalo en el Banco Mundial
Se filtra informe que demuestra que sus desembolsos terminan en paraísos fiscales
La semana pasada, The Economist publicó un artículo filtrando una investigación del propio Banco Mundial cuya publicación fue bloqueada por el directorio del organismo. Esta censura habría sido la causa de la renuncia de la académica de la universidad de YALE Penolopi Goldberg, Economista en jefe del Banco Mundial, apenas 15 meses después de ser designada.
El contenido de la investigación es extremadamente elocuente. Tomando como fuente la propia base de datos del Banco Mundial, examinaron a los 22 países que recibieron desembolsos durante el periodo 1990-2010 (entre los que se encuentra Argentina) y lo cruzaron con las estadísticas bancarias del Banco de Pagos Internacionales (BPI o BIS en inglés) conocido como el Banco de Pagos de Basilea o el “banco central de los bancos centrales”. La conclusión es demoledora para el propio Banco Mundial: parte del dinero girado a estos países iba a parar a los paraísos fiscales como Suiza, Luxemburgo, Singapur y las Islas Caimán. Según el semanario inglés “las filtraciones promediaron alrededor del 5% de la ayuda del banco a estos países (The Economist 13/2/2020). Pero estos es un promedio, Financial Times que también accedió a la investigación censurada en el día de ayer eleva la ‘filtración’ en promedio al 7.5% pero llega al 15% (FT 18/2/2020) para aquellos países que están en peor situación financiera. El informe del Banco Mundial agrega que los giros a los paraísos fiscales son inmediatamente posteriores al desembolso por parte del organismo internacional. Clarito como el agua.
Esto produjo un gran escándalo y fue noticia en los principales diarios del mundo en estos días. Ayer luego del artículo publicado por el Financial Times el directorio del Banco Mundial resolvió publicar la investigación autocensurada donde confirma una ‘filtración’ del 7.5%. El daño ya estaba hecho.
El informe es revelador: demuestra que el mecanismo de la deuda apuntala la fuga de capitales al tiempo que capitaliza a la burguesía en su expresión más parasitaria la ‘patria contratista’ y ‘financiera’. La fracasada censura del informe refleja que es un accionar conciente del capital internacional. No al pago de la deuda. Que la crisis la paguen los capitalistas.
Freddy Gima
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