"La querella goza de una excelente salud, se han conseguido logros impensables"
Slepoy ha trabajado por los derechos humanos a lo largo de su larga trayectoria. En esta entrevista habla del estado de la querella contra la impunidad de los crímenes del franquismo presentada en Argentina.
Los representantes de la Querella Argentina impulsada por las víctimas del franquismo se trasladaron a Bruselas el pasado septiembre para participar en las jornadas organizadas en el Parlamento Europeo bajo el título “Con impunidad no hay democracia”. Tres días frenéticos y llenos de emoción en los que decenas de voces y testimonios contra el horror de la Dictadura resonaron en los pasillos de esta institución.
Carlos Slepoy, abogado especialista en Derecho laboral, en Derecho de los Derechos Humanos y en Justicia Universal y parte de la defensa de la Querella Argentina estuvo en Bruselas y explica a Diagonal el estado de la querella y los próximos pasos a dar.
¿Cuál era el objetivo de estas jornadas? ¿Qué se quería conseguir?
Lograr que las instituciones europeas, y más específicamente al Parlamento europeo, se pronuncien en contra de la impunidad de los crímenes del franquismo y requieran enérgicamente a las instituciones ejecutivas, legislativas y judiciales españolas, en todos sus niveles, para que remuevan los obstáculos que impiden la reparación de las víctimas, la investigación judicial de los hechos y el juzgamiento de los responsables. Asimismo, para que presten colaboración con la denominada querella argentina.
El 4 de julio de 2006, cuando era Presidente del Parlamento europeo el español Josep Borrell, aproximadamente el 60% de los miembros del Parlamento (436 eurodiputados: socialistas, liberales, verdes, izquierdistas, soberanistas, euroescépticos) condenaron el franquismo. El actual presidente del Parlamento europeo, Martín Schultz, equiparó entonces el yugo de Franco en España con el de Hitler en Alemania.
Pretendemos que una condena genérica al franquismo con efectos importantes pero meramente simbólicos, se transforme en la adopción de pronunciamientos contundentes y eficaces que colaboren a poner término a la inconcebible impunidad que protege a los criminales franquistas. En definitiva, de condenar el franquismo a exigir el fin de la impunidad de sus crímenes.
Este año ya visitasteis el Parlamento Europeo, ¿creéis que desde entonces ha aumentado la sensibilidad con respecto a este tema entre las autoridades europeas?
El hecho de que sea ésta la tercera vez durante el año 2015 en que visita el Parlamento europeo una delegación de organizaciones de víctimas del franquismo, y de que ya estén programados otros encuentros para el 2016, acredita un profundo interés por parte de un número creciente de eurodiputados en reparar la práctica ausencia, durante mucho tiempo, de la anomalía que significa la desmemoria europea sobre el holocausto español, prolegómeno del genocidio nazi.
En esta ocasión no sólo participaron en los distintos actos, conferencias y actividades, que se prolongaron durante tres días, un número mayor de eurodiputados, españoles y de otras nacionalidades, que en las ocasiones anteriores, sino también miembros de la Comisión europea encargados de elaborar programas destinados al cultivo y difusión de la memoria europea. Éstos asumieron como una profunda falencia la ausencia a que antes me refería y prometieron repararla.
¿Qué resultados esperáis de la reunión que mantuvo la juez Servini con miembros del Parlamento Europeo al finalizar estas jornadas?
Confiamos en que prestarán un mayor apoyo a la querella argentina, la única causa judicial abierta en el mundo contra los crímenes del franquismo. Estamos convencidos en este sentido de que su presencia será útil para que un importante número de miembros del Parlamento europeo comprenda mejor que es necesaria una mayor implicación de las instituciones europeas, entre ellas los tribunales de justicia de distintos países de Europa. No parece lógico que en esta tarea, tan trascendental y necesaria como la que está abordando, la justicia argentina actúe en solitario. Es una cuestión que debería preocupar, y ocupar, a todos y cada uno de los países que integran la Unión Europea.
¿En qué situación se encuentra actualmente la querella argentina? ¿Ha habido algún avance con respecto a la orden de extradición de los 20 imputados?
Las medidas adoptadas son muchas, enumerarlas requeriría mucho más espacio del que tenemos. Entre muchas otras, y a título meramente enunciativo, se han presentado ya más de quinientas denuncias y querellas; muchas personas han viajado personalmente a Argentina para prestar declaración; más de cien ayuntamientos han aprobado en sus plenos mociones de apoyo a la misma, además de muchas otras instituciones; la jueza argentina ha viajado a España y jueces españoles colaboraron con ella habilitando sus juzgados para que tome declaración a distintas víctimas; se han realizado videoconferencias a través del consulado argentino de Madrid; se ha logrado que comparezcan ante un tribunal español, por primera vez en la historia, dos policías acusados de torturas cometidos en el contexto de crímenes contra la humanidad, aunque su extradición a Argentina haya sido denegada por la justicia española en base a argumentos que consideramos insostenibles, etc.
Más recientemente, el 13 de marzo de 2015 el Consejo de Ministros de España denegó la tramitación de 20 extradiciones de responsables del franquismo imputados por un auto dictado por la jueza argentina el 30 de octubre de 2015.
Esta decisión del gobierno español motivó que apenas dos semanas después, el 27 de marzo, la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos difundiese una declaración conjunta de cuatro principales órganos integrantes del Consejo de Derecho Humanos de las Naciones Unidas: Grupo de trabajo sobre desapariciones forzadas de personas; Relator especial sobre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; Relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; Relator especial sobre verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. La declaración se centra fundamentalmente en la denuncia de la impunidad del franquismo, el desamparo en que se encuentran las víctimas y en la obligación del Estado español de extraditar o juzgar en su propio territorio.
Podríamos decir entonces que la querella no sólo goza de una excelente salud, sino que se conseguido logros impensables sin su existencia.
¿Qué les pediríais a los partidos políticos españoles con respecto a las víctimas del franquismo? ¿Y al Gobierno?
Además de las que antes mencioné, diversas declaraciones e informes de organismos de derechos humanos de Naciones Unidas, a través del tiempo, han denunciado la impunidad, han instado a que se derogue la ley de amnistía de 15/19/1977 y a que se remueva todo obstáculo que impida hacer justicia con las víctimas del franquismo.
Esto es lo que le pedimos a los partidos políticos españoles: que en sus programas y en su actuación se comprometan en la tarea de poner fin a la impunidad del franquismo. Lo pueden hacer de múltiples maneras: impulsando en el Parlamento nacional una ley que derogue la ley de amnistía o declare que no ampara crímenes contra la humanidad; en los Parlamentos autonómicos declarando su adhesión a la querella argentina y efectuando declaraciones de condena a la impunidad del franquismo; en los ayuntamientos de cada pueblo y ciudad impulsando acciones judiciales en amparo de los miembros de la corporación o vecinos víctimas del franquismo, y un largo etcétera.
Si hay un compromiso real y decidido de un número importante de partidos políticos, además naturalmente de otras muchas organizaciones y asociaciones, estamos convencidos de que la impunidad del franquismo tiene los días contados.
Desde luego, nada esperamos del actual gobierno. Sí confiamos en que el próximo permita, al menos, que se avance en el camino de la justicia.
¿Por qué es importante para ti esta querella?
Porque intenta, y en alguna pequeña pero importante medida consigue, reparar a la víctimas del franquismo ante el inaudito desamparo judicial que sufren por parte de la justicia española y porque su sola existencia implica una denuncia a esta situación de impunidad y la hace visible, nacional e internacionalmente.
Pero además, porque esta causa judicial se inspira en el principio de justicia universal, en virtud del cual los crímenes contra la humanidad deben ser investigados judicialmente por tribunales de distintos países, y los responsables de su comisión sancionados, con independencia de cuál sea la nacionalidad de víctimas y victimarios o los intereses particulares de los Estados.
Como su nombre indica, es la naturaleza universal del crimen lo que fundamenta y justifica la actuación judicial, por lo que el órgano judicial que actúa lo hace en nombre y representación de la comunidad internacional, lesionada y ofendida por este tipo de crímenes.
En este sentido la querella trasciende el específico caso español y promueve y consolida un principio jurídico que implica un avance civilizatorio, que será mayor en la medida en que sea aplicado cada vez más, por más juzgados y tribunales y para más casos de violaciones masivas de los derechos humanos y vaya llenando, en consecuencia, el enorme vacío que existe al respecto.
Carla Gil
Diagonal
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