sábado, 31 de octubre de 2015
El papa Francisco perdona los pecados de la Legión de Cristo
El miércoles se conoció la indulgencia papal a la Legión de Cristo, una orden católica acusada de abuso de menores, estafas y negocios turbios. A un mes de la gira por Cuba y Estados Unidos donde Francisco buscaba recomponer la imagen de la Iglesia minada por los abusos, la indulgencia a la Legión vuelve a poner en foco el rol del Vaticano en el encubrimiento de estos casos.
Luego de que se conoció el pasado miércoles la indulgencia plenaria a la Legión de Cristo, la frase pronunciada por el Papa Francisco en Filadelfia, tan solo un mes atrás durante la gira por Cuba y Estados Unidos, “Los crímenes contra menores no pueden ser mantenidos en secreto…y prometo que todos los responsables rendirán cuenta" pasara sin pena ni gloria.
La congregación conocida como una de las más conservadoras, fundada en 1941, logró por décadas ocultar las denuncias por abuso de seminaristas, coimas y negocios turbios contra su fundador Marcial Maciel y contó con la protección de altos jerarcas del Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), quien consideraba a los legionarios un ejemplo de virtud católica. La solicitud de indulgencia fue presentada bajo el pedido de poder celebrar dignamente el 75 aniversario de la fundación de esta Legión ultra conservadora.
El perdón otorgado por el Vaticano a la Legión sorprendió a quienes afirmaban que Bergoglio venía a “reformar” la Iglesia y que todavía festejaban sus discursos de tono “progresista”.
De la supuesta reforma al pacto con los conservadores
Francisco ha repetido una y otra vez, antes y durante el Sínodo de los Obispos, que no pretende reformar la doctrina de la Iglesia sino flexibilizar la “pastoral” de la misma para recobrar la autoridad e influencia que viene perdiendo esta institución en todo el mundo. Pero para el ala ultra conservadora, el Sínodo, fue el lugar elegido para imponer condiciones a Francisco y doblegar sus propuestas que incluían la comunión a los divorciados. La primera respuesta fue una carta que 13 cardenales conservadores le escribieron al Papa para manifestar su desacuerdo en varios temas. El documento final aprobado por el Sínodo incluyo la tibia reforma impulsada por el Papa, pero el sector ultra conservador logró su cometido mostrando su peso específico en la estructura eclesiástica.
Estas disputas dejaron un interrogante ¿Cuál sería la relación entre el Papa y el ala ultra conservadora de la Iglesia? La indulgencia a la Legión de Cristo es una clara respuesta. Francisco confirmo con este perdón, un pacto para calmar a quienes ven en los gestos y discursos del Papa un peligro para la “doctrina eclesiástica”.
El perdón Papal tras años de encubrimiento
La Legión de Cristo es una de las congregaciones más poderosas de la Iglesia católica y gestiona una enorme cantidad de dinero. Sus activos, entre los que se encuentran hospitales, inmuebles, centros educativos, orfanatos y "sociedades sin fines de lucro" suman más de 43.600 millones de dólares. Entre estos “activos” se encuentra un “regalo” que les otorgó Juan Pablo II: el Instituto Pontificio Notre Dame en Jerusalén, un centro “de naturaleza religiosa, cultural, caritativa y educativa” pero donde la habitación más barata vale al menos 230 dólares. “No hay nada nuevo en el perdón que el papa Francisco ha otorgado este miércoles. Nadie se ha atrevido a tocarlos por el tamaño del poder económico que manejan” dice al diario El País Raúl Olmos, periodista de investigación y autor de El Imperio Financiero de los Legionarios.
El Vaticano ha encubierto las denuncias contra la Legión durante décadas, lo prueban los más de 200 documentos sobre los abusos, publicados en 2012 por las víctimas, que estuvieron en posesión de las autoridades eclesiásticas.
La indulgencia Papal tampoco debería sorprender teniendo en cuenta las declaraciones de Bergoglio ante las críticas al Vaticano por el respaldó a Juan Barros, el obispo de Osorno (Chile) acusado de haber encubierto abusos sexuales. “Piensen con la cabeza y no se dejen llevar por acusaciones infundadas de los zurdos” dijo aquella vez el Santo Padre. Y vale recordar que Francisco no deja pasar oportunidad para confirmar que la doctrina de la Iglesia católica se mantiene firme contra la homosexualidad, las personas trans, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la condena del derecho al aborto.
Si estos hechos que confirman el carácter reaccionario de la Iglesia católica eran dejados de lado por quienes defendían los nuevos aires “progresistas” y “renovadores” que Francisco da a sus gestos y discursos, buscando recomponer la autoridad eclesiástica, el perdón a la nefasta Legión ha caído como un baldazo helado. El “aire reformador” parece haber quedado para otro tiempo y en el Vaticano algo sigue “oliendo a podrido”.
Diego Sacchi
@sac_diego
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