sábado, 31 de octubre de 2015

Balance de las elecciones portuguesas



La noticia más importante de las recientes elecciones portuguesas es el crecimiento del Bloco de Esquerda y del Partido Comunista, los dos partidos a la izquierda del Partido Socialista. Portugal es el país que mejor ha hecho los deberes de las "instituciones" europeas; a pesar de ello, la deuda es del 128% del PBI y tiene un 12,4% de desocupados, con el 20% de la población cobrando el salario mínimo de 500 euros. El gobierno viene de privatizar empresas por 12.500 millones de dólares (correos, servicio eléctrico, aerolíneas y aeropuertos, seguros, transporte público) y de aprobar una seguidilla de leyes antiobreras. Subió el IVA y los impuestos a los más pobres.
Los resultados otorgan el triunfo a la coalición actual de gobierno liderada por la alianza derechista de Passos Coelho (PSD) y Pablo Portas (CDS) con el 37%, pero sin alcanzar la mayoría absoluta de 115 diputados, lo que plantea la posibilidad de un debilitado gobierno de minoría. Coelho, niño mimado de Merkel y la Troika, pagó caro su plan de ajuste (cayó 15 puntos en relación con 2011). Puede ser un anticipo de lo que le espera a Rajoy en España. El Partido Socialista quedó segundo, a cinco puntos, y enfrenta la posibilidad de renuncia de su secretario Costa por el traspié electoral. El Bloco de Esquerda, un conglomerado de formaciones izquierdistas semejante a Syriza, obtuvo el 10% y superó al Partido Comunista de Portugal (8%). La abstención fue del 43%.

Izquierda

El Bloco, que reivindica a Syriza y sus acuerdos con la Troika (como el del 20 de febrero, www.bloco.org/media/manifestolegislativas2015), fue la sorpresa de las elecciones, al duplicar la cantidad de diputados y transformarse en tercera fuerza nacional. Recupera, de este modo, los diputados que había perdido en las últimas elecciones a expensas del Partido Comunista, luego de que sus diputados aprobaran el plan de rescate en 2010. Sin embargo, ha expresado su disposición a formar gobierno con el ajustador Partido Socialista, bajo las únicas condiciones de que "(elimine) los 1.600 millones de recortes sociales y el proyecto de despido amistoso" (El País, 2/10). La aprobación del plan de ajuste por parte de los diputados del Bloco hace algunos años constituye un anticipo de la política posterior de Syriza en Grecia, en tanto que el planteo a los socialistas se asemeja a los acuerdos que Podemos baraja -y que en algunos casos ya realizó- con el PSOE en España. El Bloco es partidario de mantener a Portugal dentro de la Unión Europea y ha sido apoyado en la campaña por Pablo Iglesias y Alexis Tsipras, con quienes conforma el Partido de la Izquierda Europea en el Parlamento Europeo. Dos escisiones del Bloco realizaron elecciones marginales.
El Partido Comunista rechaza la formación de gobierno con el Bloco y el PS denunciando su política de 2010. Pero su llamado a un referéndum para salir de la moneda única y su planteo de recuperación de la moneda nacional constituye otra variante ajustadora, en tanto es un planteo devaluacionista que afectaría los ingresos de los trabajadores. El PCP apuesta a gestionar el Estado burgués mediante un decálogo de nacionalizaciones.
La consolidación de esta izquierda no deja de ser un síntoma del malestar ante el desastre social que ha dejado el ajuste, pero al mismo tiempo, de la ausencia de un polo revolucionario capaz de superar la política de seguidismo a la burguesía de dicha izquierda.

Emiliano R. Monge

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