miércoles, 2 de octubre de 2013
Estados Unidos: Disculpe, está cerrado.
Este martes el gobierno de EE.UU. dejó de funcionar parcialmente luego de que los representantes parlamentarios del partido Demócrata y Republicano no se pusieran de acuerdo en el presupuesto para el próximo año fiscal. La reforma sanitaria en el centro del debate.
Por primera vez en 17 años se produjo el llamado cierre del gobierno o shutdown en los Estados Unidos. La falta de un acuerdo en el Congreso respecto al presupuesto para el nuevo año fiscal originó la paralización de agencias federales y, por consiguiente, la licencia sin sueldo de por lo menos 825 mil trabajadores federales. Demócratas y republicanos no se pusieron de acuerdo en torno a la entrada en vigencia de la Ley de Asistencia Asequible (conocida como Obamacare).
La economía estadounidense, que se recupera de duros golpes sufridos en los últimos años, tendrá pérdidas semanales estimadas en mil millones de dólares solo por la ausencia de pagos a los empleados federales, pero esa es solo una parte del cálculo. Si la situación se extiende al menos un mes el impacto podría ser de 55 mil millones, según informó la cadena CNN.
El desencuentro
El punto clave de la negociación por el nuevo presupuesto entre demócratas y republicanos fue la entrada en vigencia de la Ley de Asistencia Asequible u Obamacare. Esta reforma sanitaria es uno de los principales logros de la gestión del presidente Barack Obama.
El Obamacare fue aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado en 2010 y luego ratificado como constitucional por el Tribunal Supremo de Justicia. Este programa establece como obligatorios los seguros de salud y asigna fondos públicos para subsidiar a las personas que no tienen capacidad de adquirirlos en un país donde más de 48 millones de ciudadanos carecen de este beneficio. Los republicanos consideran que esta normativa incrementará aún más el déficit fiscal.
El Partido Republicano se opone a la implementación de esa ley de salud que obliga a las empresas a pagar seguros de cuidados sanitarios a sus empleados y prevé ayudas federales a las personas que no tengan dinero para pagarlas. Según el Obamacare, todo estadounidense deberá tener un seguro para el 1 de enero de 2014, pero los republicanos quieren impedir su aplicación, alegando que el sistema constituye un abuso de poder del Estado federal y que desbordaría el ya abultado presupuesto.
Sin embargo, a pesar de las luchas políticas en el Capitolio, la implementación de este programa seguirá su curso ya que el 1 de octubre comenzaron a funcionar los mercados de los seguros médicos en todo el país, que empezarán a aceptar clientes cuya cobertura se inicia en enero.
Este fue el motivo que impidió la aprobación de un nuevo presupuesto para el recién comenzado año fiscal. El domingo pasado la Cámara de Representantes (dominada por los republicanos) envió al Senado un proyecto de presupuesto que postergaba la implementación de Obamacare por un año. Fue así que el lunes el Senado (con mayoría demócrata) rechazó esa propuesta y volvió a girar el proyecto sin aprobación definitiva. De esta forma el gobierno arrancó el año fiscal sin dinero y se vio obligado a cerrar varias dependencias federales.
Las declaraciones de Obama y otro debate caliente
El presidente estadounidense salió a responder con dureza ante la actuación de los republicanos. El martes, desde la Casa Blanca, Obama afirmó que “ellos -por los republicanos- paralizaron el Gobierno por una cruzada ideológica para negar seguros de salud asequibles a millones de estadounidenses”.
Obama también advirtió que si el Congreso no eleva el límite de endeudamiento, el país caerá en una paralización económica, que será peor que el actual cese de actividades parcial del Gobierno. “El Congreso, por lo general, tiene que dejar de gobernar por la crisis”, dijo. “No voy a permitir que nadie arrastre el bueno nombre de Estados Unidos de América sólo para volver a pelear causas que ya se han resuelto en las elecciones o para imponer sus exigencias ideológicas”, afirmó.
La suspensión de pagos de la deuda que se produciría si el Congreso no eleva el techo de deuda en menos de tres semanas “podría ser devastador”, dijo Obama. “Si van adelante con ello esta vez, y obligan a Estados Unidos a suspender pagos por primera vez en su historia, sería mucho más peligroso que un cierre del gobierno. Sería un cierre económico”, señaló.
Así, Obama dio cuenta de la contienda que se viene entre demócratas y republicanos dentro de dos semanas si no hay acuerdo político sobre el techo de la deuda establecido por ley en 16,6 billones de dólares pero que en estos momentos asciende a 16,7 billones. Sin un arreglo en este punto, Estados Unidos podría enfrentar desde el 17 de octubre una moratoria de pagos.
La negociación seguirá los próximos días y habrá que ver hasta cuando se extiende esta situación. Las repercusiones económicas se verán con el tiempo.
Marcha
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