miércoles, 7 de agosto de 2013
Vicente Zito Lema recuerda a Rodolfo Ortega Peña
Al “Pelado” podría definirlo como partícipe de una filosofía práctica
El pasado 31/7 fue el “Dia del abogado militante” y en la facultad de derecho recordaron al abogado y diputado nacional Rodolfo Ortega Peña asesinado el 31/7/1974 por la Triple A
Mario Hernandez (MH): Conseguimos la comunicación con Vicente Zito Lema, quiero que escuches algo, dura un minuto.
“Les habla Rodolfo Ortega Peña, peronista, candidato a diputado nacional por la Capital Federal, por el Frente Justicialista de Liberación (Frejuli). Este año que ha transcurrido, ha dejado como símbolo de la dictadura militar la masacre de Trelew. Dieciséis argentinos que luchaban por una patria liberada, por una patria peronista, fueron masacrados por las fuerzas de la represión. Desde la banca de diputado nos comprometemos a investigar hasta las últimas consecuencias ese hecho y demostrar terminantemente lo que todo el pueblo sabe: que fue el ejército de ocupación el que fusiló a estos patriotas como hace 16 años lo hicieron con el general Valle y en José León Suárez, a otros tantos patriotas que luchaban por la liberación”.
(Voces de Nuestra Historia. Radio Central. CTA)
¿Reconociste esa voz?
Vicente Zito Lema (VZL): No la reconocí.
MH: Era la de Rodolfo Ortega Peña.
VZL: ¡Cómo puedo explicarlo! Uno se reconoce y no se reconoce. El tiempo es implacable, monstruoso, lo que es la historia a niveles generales, de golpe cobra la dimensión de lo pequeño, de lo particular y también de lo verdaderamente cierto. Las que son voces de la historia, de pronto es la voz de un amigo que no está y entonces viene como una conmoción. Para mi generación es difícil estar y particularmente para mí que soy de los sobrevivientes, estar siempre con un pie en la vida y otro en la vida que fue y tratar de organizar la cotidianeidad, sin olvidar que no hay presente sin historia, pero que también no hay mañana sin un hoy, y todo ese tránsito spinoziano entre el ayer, el hoy y el mañana, el devenir, cuando se vuelve así, como de una especulación filosófica, me enriquece. Pero, de pronto, en medio, aparece el amigo con el que uno tomaba un vaso de vino o un café y una galletita a la salida de un acto, y se me mezcla todo, la conciencia, la emoción, el pensamiento, lo poético y lo político y así empezamos el día de hoy.
MH: ¿Cómo hubiera sido un diálogo de Vicente Zito Lema y Rodolfo Ortega Peña en el presente?
VZL: ¡Qué pregunta! Honestamente es como que me supera, porque no quiero abusar de la filosofía en horas de la mañana, pero el pensamiento filosófico, y Rodolfo Ortega Peña tenía una gran formación filosófica, podría definirlo como partícipe de la filosofía de la praxis, de una filosofía práctica, de entrar en los debates, en los grandes temas, en las condiciones y posibilidades de cada momento histórico. Desde ahí estoy seguro que más que por mí, sino impulsado por Ortega, tendríamos que dialogar sobre lo que está pasando hoy. Por más que nos metiéramos en la historia filosófica, en la historia política, en la historia cultural, inevitablemente con el “Pelado” Ortega Peña uno terminaba metido en el día, en lo cotidiano, por más que él fuera un historiador que trae el pensamiento de Manuel Dorrego, es uno de los que funda esa nueva escuela del revisionismo histórico, pero se iba al pasado para que vivieran esos personajes, para que esos hechos resonaran en el hoy.
Walter Benjamin decía que uno puede volver a vivir lo historia en el presente a partir de cómo los elementos concretos en el presente nos permiten ver esa historia. La historia no está muerta, no está terminada, depende de cómo se lea, de cómo se vea, de cómo se la revise en el hoy, de cómo se la vuelva a resignificar.
Si estuviéramos hablando con Ortega Peña, inevitablemente, tendríamos que estar pensando, por ejemplo, cómo es este nuevo proyecto de ley de entidades financieras, la relación con los Bancos, con la Bolsa, todas las últimas medidas que el gobierno ha puesto en vigencia. Ortega me sacaría a patadas de la poesía diciendo: ‘Vicente, dejá la poesía para la noche, ahora reflexionemos sobre esta nueva ley financiera’. A lo mejor a la noche, con gran pasión, me dejaría que el tema fuera la poesía, o los místicos dialécticos de principios de la Modernidad.
La realidad irrumpe, se te mete como un viento
MH: También podrías hablarle sobre las anacondas que tanto te interesan.
VZL: Por supuesto, pero otra vez me llevaste a un tema para el que no estaba preparado. A veces sueño con monstruosas peleas y con anacondas y bichos gigantes que después se convierten inevitablemente en metáforas de la realidad social que me mueve y me conmueve.
Ayer, en la Biblioteca Nacional, presentamos junto a Horacio González, el libro de un filósofo argentino que vive en París, que se quedó en el exilio, Miguel Benasayag. Era un libro estrictamente filosófico, pero ya en la entrada de la presentación, antes que pudiera decir nada, irrumpe y dice que para él era un momento muy especial, porque siendo un militante revolucionario, mientras lo perseguían, llevaba un papelito que decía: ‘en caso que me detengan o no sepa dónde ir, conectarme con Vicente Zito Lema’. Era militante del ERP y me cuenta que corrió para tratar de llegar a mi casa y antes de poder entrar lo detienen. Yo no sabía nada de todo esto y ayer lo cuenta antes de presentar su libro y da la paradoja que yo también participaba de la presentación de quien perseguido por la policía vino a verme sin poder hacerlo y cuarenta años después, un filósofo que vive en Francia y trabaja en La Sorbona, me toca presentarlo en la Biblioteca Nacional.
También estaba Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, que dice: ‘la primera vez que conocí a Vicente fue estando preso cuando él me vino a visitar y a defender a la cárcel’, o sea, los tres presentábamos un libro de filosofía, organizada por la editorial Topía y de golpe la historia irrumpe.
Al director de la Biblioteca Nacional lo había conocido hacía cuarenta años defendiéndolo en una cárcel y al filósofo que escribió el libro, aunque no lo había podido conocer, porque cuando me buscaba para que lo defendiera -no olviden que soy un militante histórico e los Derechos Humanos-, no puede entrar en mi casa porque en la puerta se lo llevan preso. Esta es la realidad que irrumpe, como diría B. Brecht, por más que uno quiera cerrar a cal y canto las ventanas y las puertas, la realidad se te mete como un viento y te mueve y te conmueve y, a veces, no te deja hacer lo que querés ser, pero siempre te obliga a ser lo que debés ser en el momento histórico con el que te toca el viento.
Ya ves, también Uds. con la radio tejen los hilos de Ariadna, van y vienen mezcladas nuestras vidas que por un lado está fantástico, y por otro me da como una cierta angustia porque pareciera que somos algunos pocos locos en un navío que sabe que tiene río pero no sabe si tiene puerto. Como alguna vez dijo Josep Conrad: lo importante es el viaje, ahí está la vida, en viajar, viajar.
Mario Hernandez
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