lunes, 3 de mayo de 2010

El escrache a Hilda Molina


En este sencillo video (la embajada de Cuba no paga tanto como para tener los equipos que tiene los monopolios), se puede ver en el principio a dos jóvenes de la organización del evento paraditos escuchando con interés como el “curitafacho” invitado exponía las penurias que él vivió en Cuba.
Luego de intercambiar miradas con “la periodista” Mariana Arias, los jóvenes empezaban a ponerse nerviosos ante la insistencia de varios de los concurrentes por hacerle preguntas a la doctora. Y la joven se dirige hasta una de las personas del publico, una compañera del MASCuba, y le pide amablemente que no levante la mano que no iban a estar permitidas las preguntas.
Ante la queja de varios de los concurrentes una “señora bien”, ubicada en el fondo de la sala se pone de pie gritándole a unos jóvenes “por qué no se van a vivir a Cuba” y que si no sabían de los presos políticos y demás cosas por el estilo. En ese momento se quebró la tranquilidad ante los exabruptos de algunos “señores” que preguntaban cuánto nos pagaba la Embajada de Cuba.
En ningún momento se le arrojó algo a nadie de la mesa como se dijo en varios medios , a lo sumo se arrojo al aire volantes con nuestra versión de quién es realmente la señora Hilda Molina .
En ningún momento entró a la sala la policía metropolitana como citaron algunos medios, sí estaba la seguridad de la Feria del Libro con la que no hubo ningún percance ya que no se produjo hecho alguno de violencia física (en algunos medios se habló de empujones).
En ningún momento estuvo presente personal de la Embajada de Cuba como acusó la señora Molina. Los “negros” y “mestizos” que estaban en la sala (como se acusó desde un mail que circuló por internet) a los que se les acusaba de ser de la embajada eran compañeros (entre ellos el presidente y vice) de la organización U.R.C.A (Unión de Residentes Cubanos en Argentina), compañeros emigrantes (si! existen emigrantes cubanos aunque Eduardo Feinmann no los conozca). Cubanos que vinieron a este país a trabajar.
Por otro lado la señorita que gritaba y mostraba una pancarta con los “presos políticos”, cubana ella, esta señorita sí es una disidente hecha y derecha (sobre todo derecha) que intenta por todos los medios conseguir el título de perseguida política, pero todavía no lo puede lograr dado que ni es perseguida ni está bien asesorada por sus “amigos” (gente de bien hecha y derecha sobre todo de derecha).
Lo que deben saber estos personajes siniestros es que mientras los medios sigan desinformando y ocultando la realidad de Cuba y le sigan dando lugar a los mercenarios pagados por Imperios prepotentes, sin dar lugar a que otros podamos discernir y contar nuestras realidades, seguiremos tomando la calle y seguiremos preguntando eso que parece que a Hilda y a los monopolios tanto les molesta.

Agustín Falcón
Miembro de la Casa de la Amistad Argentino Cubana de Buenos Aires

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