sábado, 22 de mayo de 2010

Al Pueblo lo que es del Pueblo


Si la historia la escriben quienes ganan, los pueblos vencidos podemos renunciar a la gloria de la iconografía y la buena prensa pero no renunciaremos a la lucha por nuestras libertades individuales y colectivas.
Quienes nos negamos a vivir en la dictadura de la religión católica, repudiamos la imposición y multiplicación de los símbolos religiosos todos, especialmente los católicos, en los ámbitos públicos y estatales de nuestro estado laico.
No por mero capricho ni por fanatismo ateo, sino por respeto de los derechos individuales y civiles sobre los que fue concebida la gesta de Mayo de 1810, por convicción democrática y por utopía revolucionaria.
No por ofender o insultar a quienes profesan alguna fe, sino por respetar a quienes profesan utopías.
Desde nuestra calidad de cuidadanía que piensa y trabaja por una Argentina laica e inclusiva es que nos oponemos a la ritualización religiosa en nuestros símbolos instucionales patrios; por tanto declaramos inadmisible, irrespetuoso y violento el acto en el que se bendijo una imagen religiosa en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires.
A quienes ejercen funciones de Estado y participaron de dicho evento, les recordamos que no fueron elegidos en la misa del domingo, sino en elecciones públicas.Y que los organismos del Estado no son un púlpito para sostener desde allí ninguna religión en particular, sino para velar por los derechos de todas las personas, independientemente de su filiación religiosa o sus creencias individuales.
Asimismo, consideramos que en el Bicentenario de la Patria, somos Nación cuando nos aceptamos diferentes y en crecimiento, no cuando imponemos un modo de pensar y sentir basado en una forma de religión que excluye, discrimina, hostiga y culpabiliza a quienes piensan y sienten de manera diferente.

POR UN BICENTENARIO RESPETUOSO DE LADIVERSIDAD
ARGENTINA LIBRE Y LAICA
APOSTASÍA COLECTIVA

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