El vicepresidente de Honduras, Roberto Micheletti apoyado por el ejército y la policía dio un Golpe de Estado contra el Presidente legítimo Manuel Zelaya Rosales. Fue un golpe sin causa legítima, militarista, retardatario y represivo, pues la acción de los militares y de la policía fue agresiva contra el pueblo y los jóvenes de Honduras.
Por las informaciones por televisión se pudo constatar la protesta colectiva y general del pueblo de Honduras contra los golpistas y al mismo tiempo la violencia y agresividad de los militares y de la policía contra el pueblo y los jóvenes hondureños. Entre tanto, todos los países democráticos del mundo en América, Europa, Asia y África han manifestado su protesta y repudio del golpe militar de Honduras. Por televisión hemos podido ver la violencia que tomó la policía de Honduras contra mujeres, niños y ciudadanos del común. Ha sido un recuerdo monstruoso de las antiguas prácticas criminales de varios de los países de Centro América que cayeron en manos de dictadores en afán de riquezas.
Vi por televisión durante todo el día de ayer lunes todas las acciones militares y agresivas del ejército y la policía contra su propio pueblo, que se echó a la calle a protestar en defensa de la democracia ya en marcha en ese país. Pese a la implacable censura de prensa y de información, todas las personas del mundo que vimos por televisión la represión policiva quedamos convencidos de la monstruosidad del golpe. Por eso recibí con satisfacción las palabras del nuevo presidente norteamericano Barack Obama, quien calificó en Washington la acción de los militares , la policía y la ultraderecha de Honduras, como una acción “ilegal”, agregando que “sería un terrible precedente si permitiéramos que este Golpe de Estado tuviera éxito” es decir, toda la América Latina y del Caribe, incluidos los propios Estados Unidos, han calificado de criminal el golpe militar, lo cual implica que la acción ofensiva acordada en la conferencia de jefes de Estado celebrada ayer mismo en la capital de Nicaragua, para que ningún país del continente reconozca al nuevo poder dictatorial de Honduras y para que se organice la acción política económica y militar del continente americano y del mundo democrático contra el golpe militar de Honduras.
Es una impresionante novedad el hecho de que en pocas horas el mundo todo, y en particular América del Norte, América Latina y del Caribe se hayan apresurado a tomar medidas de todo género para bloquear el golpe retardatario de Honduras. Pero nos queda a todos el optimismo que da ver la unidad mundial y regional de todos los sectores democráticos para condenar el golpe de la ultraderecha de Honduras.
El presidente electo de Honduras, que venía ejerciendo el poder, anunció ayer mismo que este jueves regresará para asumir el poder en su país, aún cuando ello le represente la muerte decretada y ejecutada por los golpistas. La solución es que todos los hondureños se vuelvan un solo hombre para aplastar por todos los medios a los golpistas retardatarios.
Nosotros, toda la América Latina y del Caribe estaremos en estado de alerta para apoyar al presidente legítimo de Honduras en su acción de recuperar el poder y para aplastar a los criminales que se lanzaron a esta aventura.
Desde mi escritorio jurídico y político en Bogotá y en Colombia, estaré en la lucha para derrotar a los golpistas hondureños y respaldar todas las acciones, sin limitación alguna que emprenda el pueblo y la juventud de Honduras para aplastar el golpe y restablecer la democracia, entregando al presidente Manuel Zelaya el ejercicio del poder, que deberá ejercer como la voz más alta y fuerte de Honduras y como el vocero único del mundo democrático para aplastar a los insurrectos.
Apolinar Díaz – Callejas (especial para ARGENPRESS.info)
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