sábado, 18 de julio de 2009

Un veranito que duró siete años

Desde fines de 2002, la economía siempre fue para arriba. La serie se interrumpió en mayo, cuando la medición interanual marcó cero. Los efectos de la sequía en la producción agropecuaria oscurecieron aún más el panorama.
Después de casi siete años de crecimiento ininterrumpido, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que publica el Indec no registró crecimiento en mayo respecto de igual mes del año pasado. Es la primera vez desde que gobierna el kirchnerismo. En el crecimiento “no positivo” se condensan las fuertes caídas en ramos de mucha relevancia para la economía por bajas en la demanda interna y externa y la merma en la cosecha producto de la sequía. El indicador desestacionalizado de mayo frente a abril arrojó una variación positiva de 0,1 por ciento.
La economía había registrado por última vez una caída en la actividad interanual en noviembre de 2002. De ahí en más, el índice siempre fue para arriba. En mayo de este año la recesión todavía no llegó, pero el nivel de actividad fue igual al de 2008, lo que, anualizado, representa una caída del PBI per cápita. La tendencia decreciente del nivel de actividad se venía manifestando desde finales del año pasado, cuando estalló la crisis internacional.
El desempeño a nivel sectorial de la economía en mayo y en los primeros cinco meses del año puede dar una idea de la variación global en la actividad económica en lo que va del año. En un sector clave como es la construcción, la medición desestacionalizada con respecto a mayo de 2008 cayó 3,4. En los primeros cinco meses, la disminución fue de 3,1. Otro indicador del sector es la producción de cemento, que en el acumulado en los cinco primeros meses bajó un 4,7. La producción manufacturera cayó frente a abril un 0,2 y contra mayo de 2008, un 1,7. La merma acumulada es del 1,8 por ciento sin estacionalidad. En el caso de la siderurgia, la producción de acero en mayo cayó en términos interanuales 46 por ciento, mientras que la producción de vehículos lo hizo un 31,3 por ciento.
Según Marina Dal Poggetto, economista de la consultora Bein, “en mayo impactó mucho la caída en la cosecha por los problemas climáticos, pero excluyendo esto, el receso en la actividad poscrisis internacional se habría estabilizado a partir del mes de abril de este año”. Desde la consultora disienten con las cifras oficiales aunque indican que la brecha se va achicando; estimaron una caída aproximada del 5 por ciento en mayo.
El dato del estancamiento económico se puede completar con algunos indicadores más recientes. Según el Centro de Industriales Siderúrgicos (CIS), de importancia para detectar el “termómetro” de la economía, el crecimiento de junio frente a mayo fue del 15,8, y según la entidad, esto podría estar marcando el valle del ciclo. Explican que se estaría produciendo un agotamiento de stocks, con la consiguiente necesidad de incrementar la inversión. También los datos publicados hace unos días sobre el comercio exterior aportan algunos indicios. Las exportaciones en el semestre fueron mejorando y la caída de este mes en las importaciones es la menor del año.
“Hay sectores de la industria, la construcción y la producción de bienes commodities que sufrieron caídas fortísimas. El consumo, que no sufrió una caída tan brusca, fue reduciendo existencias hasta que en junio se podría estar llegando al nivel de stocks deseados, con lo cual la producción podría comenzar un tenue repunte”, indicó Del Poggetto.

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