MESA DE ENLACE Y OPOSICIÓN

ENTRE EXECRABLES Y OPORTUNISTAS

Algo debilitado por el resultado de las últimas elecciones, el Gobierno ha hecho un llamado a distintos sectores políticos para una Convocatoria al Diálogo Social. En algún rincón porteño, ayer 16 de julio, convocados por los Patronos del Agro-negocio y haciendo una demostración de fuerza, se reunieron en un elegante hotel distintos “opositores” y “oportunistas” con vistas a unificar posiciones para concentrar las presiones sobre el Gobierno.
El tema central habría estado determinado por los pesos pesados de la Mesa de Enlace girando en torno a exigir la no interferencia del Estado en los negocios del sector, a una eliminación de las retenciones paralelamente con una mayor devaluación de la moneda, en la suspensión de paritarias y en la postergación del debate sobre salarios. En definitiva, acotar la agenda del diálogo social a un artero programa de ajuste.
La directriz de esta puesta en marcha lobbista apunta a reclamar soluciones inmediatas a sus intereses particulares de clase y nó en la discusión de propuestas generales para el país. Por eso, en estos momentos de grave conflicto sanitario, social, moral y fundamentalmente económico, la importancia de una convocatoria al diálogo social adquiere significado si se está dispuesto a discutir sobre una distribución más justa de la riqueza, en la construcción de un plan estratégico productivo y en el cambio del sesgo regresivo del sistema tributario. En la generación de trabajo y protección del empleo. En la creación de un gravamen hacia la actividad especulativa financiera, en la implementación de retenciones que alcancen también a la exportación minera e hidrocarburífera; juntamente con el desarrollo de políticas públicas en protección de los recursos naturales del país. Si en vez de utilizarse para esto, el pretendido diálogo sólo va a ser aprovechado para la disputa entre los grandes intereses de grupo, no tendrá para la mayoría de los argentinos el menor sentido tal convocatoria y solamente llamará al comienzo del fin, en esta reciente etapa de ligera reconstitución social.
Cada “oposicionista” que asistió ayer a la reunión del Hotel Continental, aún sin quererlo, parece comenzar a revelar desde qué lado remonta el barrilete y empieza a perfilarse hacia la gatera del 2011.
A su vez desde el Gobierno, tendrán que elegir entre seguir otorgando concesiones a los capitales financieros y productores especulativos, o decidirse a promover políticas sociales en resguardo de los sectores más vulnerables y castigados.

Dr. Tintitaco Chanquía Aguirre