martes, 1 de julio de 2008

El SUTEBA de Florencio Varela exige que la Escuela Técnica 2 pase a llamarse "Rodolfo Walsh"


Desde hace muchos años docentes y militantes populares del distrito venimos denunciando la existencia del vergonzoso nombre de la escuela Técnica 2.
Saludamos y compartimos en todos sus términos la carta de compañeros docentes de esa escuela y, acompañándolos, nos parece reforzar algunos conceptos.
En primer lugar, no es la burocracia la que impide el cambio de nombre por uno más decente y elegido democráticamente sino la falta de decisión de las autoridades para resolverlo. En el fondo, esconde esto, actitudes autoritarias muy cercanas a lo que representa el actual nombre de la Escuela.
Luego, además de la falta de respeto que implica no aceptar una votación democrática hacia todos los que participaron (docentes y alumnos), la presente situación genera un aprendizaje muy negativo para cientos y miles de jóvenes.
Habitualmente nos quejamos los adultos de la falta de interés de los jóvenes, de su poca participación, de su poca o nula incidencia en cuestiones públicas y colectivas, pero situaciones como esta no ayudan a cambiar esa realidad. Una vez más les queda claro que el mundo adulto no tiene reglas claras y a ellos nunca los favorece. ¿No será por eso que no participan? ¿Será que desconfían de nosotros?
Estamos a días de cumplir 25 años de Democracia ininterrumpida, muy imperfecta pero mejorable, y es por eso que exigimos que se retire el nombre de "Tte. General Don Pedro Eugenio Aramburu" a la escuela de Educación Técnica nº 2 y se le imponga el nombre de "Rodolfo Walsh" tal cual lo decidiera más del 80% de la comunidad educativa hace 2 años.
El 11 de junio, cuando se cumplían 52 años de los fusilamientos que ordenó Aramburu en el 56, el SUTEBA Varela, entre otros temas, presentó este reclamo a la Inspectora Jefa Distrital y el Inspector Jefe Regional. Ambos expresaron su compromiso de intervenir respetando la mayoría expresada.
Por último, si alguien confía en que demorando un expediente puede doblar la voluntad de cientos y de miles les recordamos que hace 6 años había una estación de trenes cercana que llevaba el nombre de un presidente argentino. Aunque la burocracia nunca lo admitió y cada vez que le pintaban el "nuevo" nombre a los carteles los tapaban, el "nuevo" nombre se repintaba, y otra vez, y otra más.
Hoy ya son muchos los que llaman a esa estación "Darío y Maxi".
En la escuela va a pasar lo mismo.

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