miércoles, 5 de febrero de 2020

Ricardo Alfonsín, la embajada y la crisis

El dirigente radical Ricardo Alfonsín fue designado por Alberto Fernández como embajador en España. Por tratarse de un referente de un partido opositor, el asunto suscitó un cimbronazo en el radicalismo y Juntos por el Cambio.
Desde el gobierno nacional presentaron la designación como parte de una política “de apertura, de superar la grieta y de mostrar un gobierno con amplitud acorde con lo que es la situación delicada del país, tanto económica como política” (Página 12, 5/2). En coincidencia con la designación, Fernández peregrinaba por Europa para conseguir el aval de sus potencias a la reestructuración de la deuda.
También el propio Alfonsín presentó su designación como “una responsabilidad de Estado” (Perfil, 5/2), especialmente para enfrentar las críticas que surgieron en un sector de su partido. El titular de la Juventud Radical de la provincia de Buenos Aires, Martín Borrazas, anticipó que pedirá la expulsión del hijo del expresidente.
También se desmarcaron los principales referentes del partido centenario (Alfredo Cornejo, Mario Negri), pero en un tono más mesurado.
Alfonsín asegura, sin embargo, que consultó su decisión. "Antes de aceptar el cargo hablé con Gerardo Morales (gobernador de Jujuy y hombre fuerte en la UCR) y él me recomendó que dijera que sí", y agregó: "Me dijo que no podía decirle que no a Alberto. Me llamaron (Enrique "Coti") Nosiglia, (el mandatario mendocino) Rodolfo Suárez, (Martín) Lousteau y (Federico) Storani y me dijeron lo mismo" (Río Negro, 5/2).
Suena posible. Juntos por el Cambio viene mostrando una disposición a colaborar con el gobierno, lo que tuvo su mayor expresión en el apoyo en el Congreso al proyecto de reestructuración de la deuda, que incluyó a Elisa Carrió (sólo el Frente de Izquierda votó en contra).
Este respaldo es, sobre todo, una señal de conducta ante el capital financiero en estos momentos “delicados”. Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en Diputados, ha planteado la necesidad de hacer una “oposición constructiva” (Clarín, 2/2).
El sector más “dialoguista” de la oposición aparece encarnado en los gobernadores. “He recibido muy buen trato del gobierno nacional”, aseguró en un reportaje a La Nación (2/2) el gobernador de Mendoza, el radical Rodolfo Suárez. “Como gobernador, en cada viaje he apoyado que Juntos por el Cambio diera quórum; apoyé la última votación en Diputados para avanzar con la renegociación de la deuda externa, con lo cual espero que el peronismo local apoye también el roll over en Mendoza y el crédito para obra pública”.
La designación de Alfonsín se inscribe en este cuadro de colaboración y de crisis por la deuda.

Prensa Obrera

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