Cual es el estado de la industria del azúcar y sus trabajadores
Durante estos días finalizo en Tucumán la XXX edición de un congreso que reúne a los empresarios, grandes cañeros e industriales ligados al negocio del azúcar a nivel mundial. Delegaciones de más de 50 países se encontraron en la provincia para discutir sobre el tema y analizar a dónde va el negocio azucarero en el país y en el mundo.
El evento tuvo lugar en las nuevas instalaciones de la Sociedad Rural de Tucumán, un gigantesco predio que fue financiado por la provincia y, que según fuentes oficiales, costo más de 50 millones de pesos, dinero de la provincia regalado al empresariado rural.
Durante la semana en que duró el congreso en la provincia se sucedieron dos días seguidos de corte el puente Lucas Córdoba que une la ciudad con la localidad de Banda del Río Salí por parte de los trabajadores del Ingenio San Juan que haces dos meses no cobran y cuyo inicio de zafra es cada vez más improbable. En Plaza Independencia y en los alrededores del evento el día miércoles confluyeron miles de piqueteros reclamando el aumento de los programas sociales y asistencia a los comedores y merenderos a donde asisten los miles de nuevos desocupados que dejan las políticas del gobierno nacional y que Manzur replica obedientemente en la provincia. El contraste no podía ser mayor.
Biocombustibles, una salida patronal a la crisis
El tema central del congreso fue el negocio de los biocombustibles y sobre esto se refirieron tanto Manzur como Gerardo Morales en sus discurso de apertura. Ambos gobernadores entienden perfectamente que el negocio del azúcar, como producto primario, viene con una rentabilidad a la baja y se hacen eco de las patronales que los sostienen, política y económicamente, reclamando mejores condiciones para el sector alcoholero. Manzur aprovecho la tribuna para darle continuidad a su proyecto de echar a Macri de la mano de los Fernández y se despachó con un símil del reclamo de los capitalistas locales: “Resulta que el bioetanol no tiene precio, y ahora quieren compensar a las petroleras porque le congelaron (la cotización a) las naftas. ¿Y nosotros? ¿Y el norte argentino? ¿Y nuestros ingenios? El propio Presidente los hizo invertir, los hizo tomar créditos, hacer calderas, y ahora no tenemos precio (para el bioetanol)". Las patronales azucareras de Tucumán que hace un par de años llevaban a Macri a pasear por sus ingenios en las últimas elecciones le dieron la espalda, apoyaron a Manzur y este se muestra como un fiel lobista de sus intereses.
Los industriales y grandes cañeros de la provincia no se han cansado de decir en los últimos años que estamos en medio de una crisis de la industria del azúcar. Se quejan de las altas tasa de interés y reclaman que se equiparen los aumentos dados a las naftas con los que reciben los derivados de la caña de azúcar. Lo cierto es que Macri les aumentó el corte de alcohol en las naftas al poco de iniciar su mandato pero el precio está congelado desde hace varios meses. El lobby de las petroleras puedo más que el de los empresarios del norte sumado a que el gobierno no ha querido otorgar más aumento por que estos se trasladan al precio de los combustibles y la población argentina (ni un gobierno en decadencia) no tolera más aumentos en las naftas.
Una parcial reconversión ya se ha procesado en el Ingenio Ledesma, lo cual ha redundado en despidos y ataques en las condiciones laborales de sus trabajadores. Queda en evidencia el que la reconversión no es una salida para los obreros.
Lo cierto es que en cada situación de “crisis” los industriales trataron de descargarla sobre las espaldas de los trabajadores, haciendo todos los esfuerzos para que estas crisis la paguen los obreros y no ellos mismos que son los responsables. La situación de los ingenios San Isidro y la Esperanza en el norte sumados la parálisis del San Juan y el Santa Bárbara son una muestra concreta de como los empresarios pretenden pasar este mal trance, convenios flexibilizados, salarios de hambre, tercerizaciones, despidos y cierres de fábrica. Aquí la clásica receta patronal en épocas de vacas flacas.
Como se ve, bajo la dirección de las patronales azucareras y el gobierno, cualquier diversificación o reconversión esta destinada al fracaso más rotundo. Un escenario de ese tipo solo redundaría en concentración de la producción en menos manos el final de los pequeños cañeros, cierres y salarios a la baja.
La situación de los trabajadores
La paritaria de esta zafra pasada fue cerrada por ambos sindicatos en un 35% y sin ninguna cláusula gatillo. En ese momento ya se advertía que la inflación del año 2019 sería muy superior a los aumentos salariales otorgados. La inflación de este año no bajara del 50%, una perdida para los trabajadores del 15% que las burocracias callan.
A la pérdida del poder adquisitivo del salario debemos sumarle la creciente precarización laboral. En años pasados en varios ingenios se trabajaba “año corrido”, hoy por hoy la mayoría de los industriales ha optado por enviar a todo el personal temporario a su casa durante largos meses sin salario alguno. Lo que antes era un excepción, hoy es la norma en los ingenios, la contratación de personal temporario en desmedro de los permanentes, un avance claro de la precarización laboral. Por otro lado también se han dejado de lado las reparaciones integrales en las fábricas por parches eventuales que finalmente llevan a un cumulo de accidentes. La precarización laboral se ha convertido en la norma en nuestro país, ritmos de producción cada vez más altos, trabajos precarios o directamente en negro, condiciones laborales con bajos niveles de seguridad o higiene, tercerizaciones y despidos al por mayor. Se trata de una verdadera sangría a los trabajadores que no parara a menos que los mismos trabajadores le pongan un freno. Las enormes luchas del Ingenio San juan y del Santa Bárbara han sido saboteadas una y otra vez por la burocracia sindical de Fotia, pero de ninguna manera han sido derrotadas, los trabajadores que son plenamente conscientes de la necesidad de defender los puestos de trabajo
La burocracia sindical, tanto de Fotia como de Feia, han jugado un papel de contención y regimentación entre los trabajadores azucareros. El hecho de que Roberto Palina sea el mandamás en Fotia y el Secretario de Trabajo de la provincia pone de manifiesto el profundo entrelazamiento entre el gobierno y la directiva del sindicato. Palina fue participe y armador de las listas del PJ en la provincia. El rol que jugo la burocracia en los últimos conflictos los delata frente a los trabajadores y pone de manifiesto la necesidad de luchar por recuperar los sindicatos. No hay independencia de los trabajadores para luchar por sus reivindicaciones de la mano de burócratas asociados a un gobierno al servicio de las patronales negreras.
Congreso mundial patronal o congreso obrero
Los obreros y empleados tucumanos de la industria azucarera deben tomar nota de la grave situación que estamos atravesando. Hay que desarrollar un plan lucha para conquistar todas nuestras reivindicaciones. Este plan de lucha tiene que comenzar con un congreso de delegados de base todos los ingenios para discutir como terminar con la precarización laboral, por el pase a planta permanente de todos los contratados y tercerizados, un salario mínimo igual a la canasta familiar y la inmediata puesta en marcha del San Juan y el Santa Bárbara. Lógicamente estos planteos no pueden quedar al margen de la pelea más general para romper la tregua de la CGT y las CTAs con el gobierno y exigir un paro de 36 hs en el camino de la huelga general para quebrar el ajuste e imponer una salida favorable a los trabajadores.
Martín Correa y José Luis Toro
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