La hermana de Horacio Ungaro, desaparecido junto a nueve compañeras y compañeros el 16 de septiembre de 1976 en La Plata, recuerda los hechos a 43 años y reflexiona sobre la impunidad actual.
En la foto Marta Ungaro, con el delantal que Horacio estaba pintando para el 21 de septiembre, pero que no pudo terminar.
La “Noche de los Lápices” ocurrió el 16 de septiembre de 1976 en la capital bonaerense. La mayoría de los diez jóvenes secuestrados aquella noche tenía entre 14 y 17 años.
Desde tan jóvenes no sólo luchaban por el boleto estudiantil, si no que eran parte de una generación que, junto a miles de trabajadoras, trabajadores e intelectuales luchaban en todo el país con una enorme fuerza que hizo temblar al sistema político y económico y se proponía terminar con la explotación y la opresión.
Etchecolatz es responsable
En pocos días (el 18 de septiembre) otra fecha emblemática nos traerá un nuevo aniversario de la desaparición, en la misma ciudad de La Noche de los Lápices, de Julio López en 2006.
En la desaparición de López jugó un rol central el responsable directo de aquellas otras detenciones y desapariciones. Se trata de Miguel Osvaldo Etchecolatz, el jefe de la Dirección de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos durante la dictadura, con múltiples condenas por crímenes de lesa humanidad y que hoy está siendo juzgado por su responsabilidad en en muchos de los hechos ocurridos en la Brigada de San Justo.
Marta Ungaro es la hermana de Horacio, uno de los jóvenes desaparecidos durante la Noche de los Lápices. En diálogo con La Izquierda Diario recordó que el 16 de septiembre “es una fecha muy movilizante. Hace 43 años salíamos a buscar a mi hermano con mi mamá. Cuando desapareció yo estaba durmiendo. A la mañana tenía que ir a la escuela, éramos muy jóvenes”.
Marta reflexiona a 43 años de aquella noche que quedó en la memoria colectiva y es un reclamo de la sociedad por el juicio y castigo a sus responsables.
"Cuarenta y tres años es mucho tiempo, es la impunidad que nos ha rodeado pero seguimos luchando", dice Marta. Y agrega que "la Noche de los Lápices es emblemática, pero no sólo ocurrió en La Plata, si no en todo el país. Hay adolescentes secundarios detenidos desaparecidos y asesinados así que si bien se reivindica lo que sucedió en La Plata, nosotros luchamos por todas y todos".
En su relato, Marta no evita emocionarse. "A tantos años rescato la lucha de los secundarios que vienen a las marchas y vos los ves con doce o trece años y saben que el boleto es de ellos y que tienen que defenderlo, que costó vidas. No podemos permitir la impunidad, porque si hay impunidad se puede repetir".
Contra la impunidad y el gatillo fácil
"Los casos de gatillo fácil son muchos, los chicos de San Miguel del Monte que fueron masacrados, asesinados, por la Policía y todos sus encubridores, su intendenta que intentó ocultar pruebas, esos chicos que tenían trece, catorce años y no llegaron a vislumbrar la primavera".
La "justicia" que garantiza la impunidad
Marta denuncia cómo el Poder Judicial mantiene la impunidad de los responsables del genocidio, dilatando el comienzo de los juicios. "La impunidad respecto a los juicios es más que evidente" afirma. "En el caso del Pozo de Banfield, donde los chicos de La Noche de los Lápices fueron asesinados, está elevado a juicio hace casi diez años. Desde 2006 estamos con denuncias por esto, encontramos al genocida Wolk, que lo hacían pasar por muerto pero estaba prófugo, todo ese camino llevó seis años", recuerda.
Marta agrega que "al día de hoy el Tribunal no se conforma, el juicio no se hace y no solamente es por los chicos de La Noche de los Lápices , es por todos los compañeros del Pozo de Banfield. Allí funcionó una maternidad clandestina donde nacieron entre otros el hermano o hermana de Clara Petrakos a quien todavía están buscando, María Victoria Moyano y Martín Ogando, que recuperaron su identidad, pero hay mucho que al día de hoy siguen apropiados. También allí hubo otro piso con los detenidos y detenidas por el Plan Cóndor durante el gobierno constitucional de Isabel Perón".
A 43 años de la desaparición de su hermano y sus compañeros, Marta deja una reflexión hacia el futuro: "El mejor homenaje para los jóvenes de La Noche de los Lápices y para los 30.000 es que sigamos luchando contra la impunidad de ayer y de hoy, el Estado fue responsable como lo es también ahora con los asesinatos de gatillo fácil. Ni un pibe menos, ni una bala más. Fue un genocidio, son 30.000", sentencia.
Andrea Lopez
Domingo 15 de septiembre | 23:01
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