Un nuevo bandazo de Altamira
Altamira ha publicado en su página de Facebook una declaración política, firmada por “Tendencia del Partido Obrero”, que evidencia un nuevo giro político.
Altamira ha sido un defensor acérrimo de la consigna “Fuera Macri”, por lo menos hasta el domingo pasado, para pasar a abandonarla sin ninguna explicación ni balance mediante. En el período previo al XXVI Congreso, Altamira llegó a denunciar a la mayoría de la dirección del PO de haber “girado a la derecha”, por haber subordinado el “Fuera Macri” a las consignas “Fuera el régimen del FMI, que la crisis la paguen los capitalistas”. Pero la mayoría del Partido defendió un método fundamental del marxismo: el lugar de las consignas no puede estar disociado de la evolución de la lucha de clases.
A tal punto es así que, en agosto-septiembre de 2018, la consigna “Fuera Macri y el régimen corrupto de kirchneristas, pejostistas y macristas” fue colocada al tope de la agitación política del PO. Tuvimos presente, para eso, un cuadro de alza de la lucha de las masas. Sin embargo, a pesar de los denodados esfuerzos de la vanguardia obrera y de nuestro partido por darle continuidad y profundizar el proceso abierto, lo que se impuso finalmente fue el “hay 2019” pregonado por los K, el peronismo y la burocracia sindical.
Fue así que en los sucesivos procesos electorales, y al compás de la evolución de la crisis del gobierno macrista, se fue estructurando una alternativa de recambio patronal con eje en el cristinismo-peronismo. El “Fuera Macri”, en ese cuadro, no podía más que confundir a los trabajadores y su vanguardia. Pues, en un cuadro de relativa desmovilización, sólo podía interpretarse en código electoral. Altamira llegó al extremo de plantear la necesidad de hacer campañas provinciales en Tucumán y Santa Fe con la consigna “Fuera Macri”, donde Macri no se presentaba y donde Cambiemos no disputaba la elección. El despiste no podría ser mayor.
Ahora, con varios meses de atraso, Altamira adoptó como propia la consigna “Fuera el FMI”. No le importó haber declarado en Clarín hace dos semanas atrás “¿Qué importancia tiene que la izquierda diga que hay que romper con el FMI?” (5/7, página 16, edición impresa). Los bandazos son cada vez menos disimulados. Pero incluso, la consigna del PO sigue siendo superior, ya que integra en su propia formulación la existencia de todo un régimen al servicio del FMI. De esa manera, no sólo se denuncia al gobierno por el sometimiento del país a los preceptos del Fondo, sino también a la oposición patronal -que aportó sus votos en el Congreso y en las legislaturas, que le brindó el apoyo crucial de los gobernadores y la colaboración estratégica de la burocracia de los Sindicatos.
Burguesía nacional, programa de transición y la Constituyente
La declaración de Altamira carga enteramente las tintas en el FMI, pero ignora el papel de la burguesía nacional en el proceso político y social. Durante la última semana, los popes de la clase capitalista argentina han colocado en el tope de la agenda política electoral la reforma laboral y previsional, interpelados por las consecuencias gravosas que podría tener para la industria argentina el acuerdo UE-Mercosur. La burguesía se ve obligada a motorizar una “ofensiva estratégica” contra los trabajadores y las masas, con el fin de contrarrestar la tendencia decreciente de su tasa de beneficio. En las vísperas de una nueva recesión a escala internacional y en los marcos de una fuerte guerra comercial, la consigna “que la crisis la paguen los capitalistas” mantienen una enorme actualidad.
En la declaración y en una Resolución política (¿del CC del grupo Altamira?), sólo está presente una caracterización de la situación política y las fuerzas en presencia, pero está ausente un programa de conjunto. Ambos textos plantean la revocatoria de todos los poderes del Estado por una Asamblea Constituyente, que queda disociada de la lucha por la expulsión del gobierno y pierde, por ende, su filo revolucionario. No sólo eso, sino que no se explicita cual es el programa que está llamado a vehiculizar la Constituyente. En ambos textos está ausente la lucha por la escala móvil de salarios, el reparto de las horas de trabajo, la eliminación de los impuestos al consumo, el control obrero, etc. Las reivindicaciones inmediatas, en el período de senilidad del régimen capitalista, deben ser fuertemente ponderadas por la izquierda revolucionaria, pues son un factor de movilización de los explotados contra el capital y su Estado. En ambos textos, el repudio a las deudas públicas no es acompañado del planteo de nacionalización sin pago y bajo control obrero de la banca, el comercio exterior y las empresas energéticas y de servicios. La declaración está muy por detrás de la plataforma electoral del PO, que fue elaborada en base al Manifiesto programático aprobado por el XXVI Congreso.
Consideraciones finales
Es necesario observar que el abandono del “Fuera Macri” se produce luego de que Altamira señalara, en diversos medios de comunicación, que el PO podría ser tildado de macrista por no levantar la consigna. Evidentemente, la llamada “fracción pública” o “tendencia” no ha tomado nota del giro de Altamira, ya que todos sus afiches continúan con la consigna “Fuera Macri”.
La polémica sobre la consigna fue uno de los motivos centrales por los cuales se fundó la llamada “fracción pública”, “fracción” o “tendencia”, o la nueva denominación que en los próximos días o semanas decidan adoptar. Ahora que la consigna fue retirada ¿se disolverá la “fracción pública-tendencia”? Somos escépticos, pues la razón de fondo de los bandazos del último tiempo ha sido siempre el intento de Altamira por detentar un manejo personal del Partido Obrero.
A la militancia del PO no le sorprende este nuevo giro de Altamira, pues ha sido su línea de conducta a lo largo del último periodo. Las consignas van y vienen, sin explicaciones ni balances de por medio. Pero el PO logró hacerse de los anticuerpos necesarios para evitar caer en el ridículo y en el desprestigio político. Por eso, el 80% de los delegados a su XXVI Congreso votó en contra del documento político de Altamira. Y se prepara para desbordar el estadio de Argentinos Juniors, como parte de la campaña electoral con las consignas resueltas en el más debatido y democrático de los congresos que jamás haya tenido el PO.
Pablo Giachello
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