viernes, 12 de julio de 2019
La reforma laboral y la previsional en el tope de la agenda política
La burguesía presiona y Cambiemos y el PJ se encolumnan
En los últimos días, ha tomado fuerza el reclamo de la burguesía argentina de que se pongan en marcha las reformas previsional, laboral e impositiva. El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Julio Crivelli, declaró hoy en una entrevista radial su interés en que se pueda “despedir sin causa en industrias y comercios”.
Se sumó así al pedido de Martín Cabrales, el empresario cafetero que también integra el círculo rojo del macrismo, que reclamó el avance de una profunda reforma de flexibilización laboral que baje los costos para despedir, al igual que Cristiano Ratazzi, CEO de Fiat, quien dijo en una entrevista en Canal 9 que “tiene que ser más libre tomar y echar gente”. Cabrales viene de efectuar siete suspensiones en Mar del Plata, lo que desató una protesta en la puerta de la empresa.
En un artículo de opinión publicado en Página 12 (12/7), el empresario agropecuario Gustavo Grobocopatel, también planteó la necesidad de “una serie de reformas del Estado, la impositiva, la previsional, la educativa y la del trabajo, entre otras”.
El círculo rojo
Las exigencias patronales de los últimos días fueron precedidas por un reclamo similar del conjunto de las cámaras empresarias al presidente Mauricio Macri y al ministro de producción y trabajo Dante Sica. Fue en una reunión que el gobierno llevó a cabo en la Quinta de Olivos hace una semana, para dar detalles sobre las características del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.
Sucede que de ponerse efectivamente en marcha el tratado de libre comercio, se profundizaría una tendencia a la primarización de la economía nacional, ya que la burguesía industrial no cuenta con capacidad para competir con la industria europea. Sumado a esto, el parlamento brasileño avanzó hacia la media sanción a la reforma previsional en el país vecino, que eleva la edad jubilatoria y reduce el haber mínimo inicial. No hay que perder de vista que Brasil sigue siendo el principal socio comercial de la Argentina.
Quieren que la crisis la paguen los trabajadores
Como se ve, el reclamo generalizado de las cámaras empresariales por bajar “el costo laboral”, no sólo responde a la preocupación de la burguesía nacional por apuntalar su actual tasa de beneficio, sino también a los actuales y futuros problemas de competitividad, en el marco de una guerra comercial y en las vísperas de una nueva recesión internacional.
La otra cara de esta ofensiva patronal es el ataque de los mismos empresarios y el gobierno –incluido el propio Macri- contra los sindicatos que reclaman por salarios y condiciones de trabajo, como es el caso de los aeronáuticos, y el de La Bancaria, por el encuadramiento de los trabajadores de Mercado Libre.
Además de argumento de campaña, detrás de esta embestida contra algunos dirigentes sindicales se esconde la preparación de las condiciones para impulsar nuevamente las propuestas de reforma laboral y previsional, también exigidas por el Fondo Monetario.
Reformas profundamente antiobreras
La reforma laboral propuesta tendría consecuencias gravísimas para los trabajadores argentinos. El botón de muestra es lo sucedido con los trabajadores petroleros de Vaca Muerta.
La destrucción de su convenio colectivo de trabajo, hace ya dos años, redundó en una flexibilización laboral que se cobró la vida de ocho trabajadores. La especie de que de la mano de la flexibilización se multiplicarían los puestos de trabajo se ha revelado completamente falsa, pues las patronales exprimen a los obreros hasta la muerte. Literalmente.
Y la reforma previsional apunta a subir la edad jubilatoria, reducir el monto inicial de los haberes y utilizar un índice de actualización que haga perder poder de compra respecto de la inflación. Un ataque en toda la línea contra los trabajadores jubilados.
Contra los trabajadores no hay grieta
Pero el compromiso con las reformas anti obreras que reclama la burguesía nacional y que el FMI ha puesto como precondición para una renegociación del acuerdo, no sólo es del macrismo. El economista estrella de Alberto Fernández, Guillermo Nielsen, ya ha dado garantías en la misma dirección en una entrevista brindada a la revista Noticias.
Su condicionamiento de la implementación de las reformas a que el país ingrese “en modo crecimiento”, no quita las consecuencias gravosas de la reforma para los trabajadores. Y oculta, al mismo tiempo, que pretenden motorizar la reactivación con una mega devaluación del peso, como ya lo admitió el propio Fernández.
La lucha contra las reformas laboral y previsional son un bandera exclusiva del Frente de Izquierda-Unidad. La denuncia de los planes anti-obreros que defienden los Macri-Pichetto y los Fernández-Fernández-Massa, y el silencio cómplice de las burocracias sindicales de todos los pelajes, deberá ser un factor fundamental de agitación política electoral del Frente de Izquierda-Unidad.
Pablo Giachello
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