martes, 30 de julio de 2019
Reforma laboral, modo esclavista: pulseras con GPS para las enfermeras
De un tiempo a esta parte la burguesía ha corrido el velo de sus intereses. Así lo manifiestan sus voceros cuando de manera impune piden despedir gratuitamente trabajadores, como parte de la reforma laboral que reclaman. Los partidos patronales toman nota de estas exigencias, que también forman parte del acuerdo con el Fondo Monetario que se han comprometido a cumplir.
En este marco, esta semana hemos asistido al intento por parte de la patronal de la clínica privada Ciarec de poner pulseras con GPS al personal de enfermería. El mecanismo, según los directivos, permitiría establecer en tiempo real el lugar de ubicación de cada empleado, el lapso entre el llamado de un paciente y el arribo del profesional a su habitación para atenderlo, y los plazos de permanencia en las oficinas de descanso del personal o fuera del establecimiento.
Según recoge Ámbito Financiero, el asunto no se reduce a esta clínica, ya que “en la cámara patronal admitieron que la utilización de las pulseras fue motivo de algunas conversaciones” (26/7). Esta iniciativa, de tinte esclavista, es presentada bajo la excusa de “mejorar la calidad de atención”, por parte de las mismas patronales responsables de la falta de insumos y de la sobrecarga de pacientes. La patronal debió echar marcha atrás ante el rechazo de los trabajadores.
Frente al anuncio de Ciarec, el gremio de Sanidad, dirigido por el cotitular de la CGT Héctor Daer, lanzó una campaña por redes rechazando la implementación de la pulsera e impulsando una juntada de firmas virtual. Los límites de esta protesta online están a la vista: los delegados no han recorrido los establecimientos para discutir la real magnitud de la problemática, ante el desconcierto que generó este tema en el conjunto de los enfermeros y demás trabajadores del gremio.
La lista Celeste y Blanca de Daer ha sido la garante del ajuste descargado sobre los trabajadores de salud, firmando paritarias a la baja (con sueldos que no alcanzan a cubrir la canasta básica) y dejando pasar suspensiones y despidos, como en los laboratorios Craveri. Se trata de una dirección que se mantuvo ajena al gran proceso de lucha que llevaron adelante los enfermeros de la Ciudad por el pase a la carrera profesional.
Organicemos en cada establecimiento asambleas para discutir cómo enfrentamos este nuevo atropello contra nuestras condiciones de trabajo.
Definitivamente solo la organización independiente de los trabajadores de la sanidad podrá torcer este intento de vigilar y regimentar nuestros trabajos como si fuéramos esclavos. Abajo la reforma laboral flexibilizadora.
Prensa Obrera
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