La inmensa mayoría del personal son mujeres y único sostén de hogar.
La fábrica de golosinas ubicada en Rafael Castillo, La Matanza, se encuentra desde hace una semana ocupada por sus más de cien trabajadores y trabajadoras -la inmensa mayoría son mujeres y único sostén de hogar-, luego de que el proceso de vaciamiento por parte de la patronal se hiciera irreversible.
El conflicto comenzó con un cambio de firma que se dio a principios de año. La empresa pasó de ser Suschen SA a Ateparece (que tiene vínculos con familiares de Eduardo Duhalde). A la reducción paulatina de la producción y la falta de materias primas se sumó el desmantelamiento de las oficinas, dejando sólo las maquinarias y a los trabajadores sin ningún tipo de explicación.
De manera simultánea, los trabajadores se enteraban que habían dejado de pagar todo tipo de aportes. Pasaron de tener, en algunos casos, una antigüedad en la planta de más de veinte años, a la condición de trabajadores totalmente en negro y precarizados. Otra de las cientos de empresas que cierran y trasladan los costos a los trabajadores.
La primera respuesta fue cumplir horarios reclamando el pago de los sueldos adeudados, a la espera del resultado de algunas audiencias en la Secretaría de Trabajo; pero, como era previsible, no hubo ninguna solución y se precipitó la ocupación.
La visita de Fernando Espinoza (candidato a intendente y actual diputado del PJ) fue un acto de campaña: les dijo que el municipio no puede hacer nada, sólo podría tocar contactos para ver qué empresario se puede hacer cargo de ellos. En la misma línea de postración ante los hechos consumados, la burocracia de la Alimentación aduce que nada se puede hacer.
En contraste, los trabajadores recibieron la solidaridad de numerosos sectores (entre ellos, el Polo Obrero, el Plenario de Trabajadoras y la interna de Interpack; estos últimos le transmitieron su experiencia de lucha con la ocupación). Un grupo de delegados del Suteba y de Tribuna Docente les acercó su solidaridad, votada en una reunión con cientos de delegados y docentes del distrito.
Es necesario extender la movilización solidaria y realizar acciones de lucha para dar mayor visibilidad al conflicto. Que el poder político local asegure la continuidad de la planta y movilice sus recursos para encontrar una solución favorable a los trabajadores. ¡Que la patronal pague lo adeudado! ¡Todas y todos a sus puestos de trabajo!
Prensa Obrera
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