viernes, 12 de julio de 2019
A un mes de las PASO: la apuesta a la polarización entre candidatos con muchas coincidencias
La campaña electoral ya está lanzada oficialmente. Desde el macrismo apuestan a la extrema polarización contra el Frente de Todos. Detrás de la maniobra, se oculta que en esa lista son candidatos muchos de los que ayudaron a Macri a gobernar durante estos años. La propuesta de la izquierda para dar vuelta todo.
Este miércoles, en el predio de Parque Norte, Juntos por el Cambio dio la señal de largada para la recta final de la campaña hacia las PASO.
Los discursos no dejaron lugar a dudas respecto de cuál será la estrategia. Apelando a su clásico manual, el macrismo apunta hacia una polarización extrema con el Frente de Todos. Lo que buscan es captar todo el voto antikirchnerista, con el objetivo de reducir al mínimo espacios como los de José Luis Espert o Roberto Lavagna.
Desde el otro lado, en la operación inversa, la fórmula encabezada por Alberto y Cristina Fernández busca concentrar el apoyo de todos los que quieren terminar con el Gobierno de Macri, tratando de ocultar la contradicción de que en sus listas van muchos de los que ayudaron al actual presidente a aplicar sus planes de ajuste desde 2015.
De fondo, lo que está detrás de este tipo de campaña electoral llena de "panqueques" es que tanto el macrismo como el Frente de Todos apuestan más al miedo que a generar entusiasmo con las propuestas propias.
El macrismo dispara contra sus viejos aliados
Con una encendida retórica respecto del “pasado”, la corrupción, el chavismo o las “mafias sindicales”, Juntos por el Cambio realizó su convención el miércoles.
El propio Jaime Durán Barba, estratega de la campaña, dejó claro el rumbo cuando en su discurso, respecto del kirchnerismo, dijo que "han agudizado sus puntos de vista autoritarios, proponen una nueva Constitución, acabar con la división de poderes. El país se está dividiendo en dos. Cuando sus principales candidatos salen y hablan pierden votos. Tienen que esconder a sus principales candidatos. Nosotros no tenemos a nadie que esconder, tenemos mucho orgullo de trabajar con Mauricio y Miguel Ángel”.
Al día siguiente, el presidente Macri siguió en la misma tónica. En el adelanto de una entrevista a la CNN (que se verá completa el próximo domingo), agregó como contrincante a Sergio Massa, quien encabeza la lista de diputados nacionales del Frente de Todos en provincia de Buenos Aires: “Hicimos todos los esfuerzos para convencerlo por dónde iba el mundo, pero al ver visto cómo se comportó, la verdad es que no me sorprendió. Alguna ventajita debió de haber sacado”.
Al mismo tiempo, Macri apuntó contra el sindicalismo, y particularmente contra Hugo Moyano, a quien acusó, en sintonía con su proyecto de reforma laboral flexibilizadora, de que “cuando cobra las cosas que cobra para su gremio, lo que hace es dejar a mucha gente sin trabajo”.
La particularidad de estas “acusaciones” es que ambos dirigentes fueron importantes aliados de Macri. Por un lado, Moyano fue uno de los principales dirigentes sindicales que apoyó la campaña presidencial del PRO en 2015. Por el lado del tigrense, su Frente Renovador fue un aliado fundamental para que el macrismo pudiera aprobar leyes de ajuste y entrega en el Congreso Nacional. Sin Massa y su bloque político no podrían haber sido aprobadas normas como la que permitió el acuerdo con los fondos buitre o presupuestos de ajuste, entre muchas otras.
Los (ex) amigos de Macri le responden
Por parte del Frente de Todos, Sergio Massa salió a responder: "Están destruyendo el tejido económico y social de la Argentina. Si hoy estamos así, ¿se imaginan con cuatro años más del modelo económico de Macri?".
Por supuesto, Massa omitió explicitar cuál fue el rol de quienes están hoy en el Frente de Todos durante los últimos años. Como el suyo propio y el de otros diputados ex “Argentina Federal” votándole a Macri las leyes que necesitó. O el de los gobernadores peronistas que en sus provincias aplicaron los mismos ataques contra el pueblo trabajador. O todos los burócratas de la CGT y la CTA que dejaron pasar sin lucha cientos de miles de despidos, tarifazos, inflación y pérdida del salario, y están haciendo campaña por el Frente de Todos.
Es que, detrás de la demagogia, se oculta que la propuesta del Frente de Todos nada tiene que ofrecerle a las grandes mayorías. Ya prometieron que seguirán con el FMI, que no anularán los tarifazos de Macri ni le aumentarán las retenciones a las patronales del campo. Por eso, el candidato elegido es Alberto Fernández, un viejo amigo de las corporaciones.
Con esa propuesta programática, nada bueno puede venir para el pueblo trabajador, más allá de la demagogia de campaña sobre volver al crecimiento y la producción, promesas vagas que nada quieren decir, y que ocultan los verdaderos ataques que se proponen aplicar.
Del Caño denunció la falsa polarización
Nicolás del Caño, el candidato a presidente del Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad, estuvo presente este jueves en Córdoba. Allí dio entrevistas a medios locales, y también estuvo apoyando a los trabajadores de Molinos Minetti que se encuentran luchando por salarios adeudados.
Entrevistado por medios provinciales, Del Caño declaró que "esta elección encuentra a la izquierda en unidad y es la única fuerza política que siempre ha estado del mismo lado, apoyando a los trabajadores, las mujeres y la juventud contra el ajuste del FMI. Mientras las otras fuerzas electorales se muestran amigables con los mercados y pagarán una deuda ilegítima y fraudulenta, profundizando las penurias que vive el pueblo trabajador, el Frente de Izquierda plantea que hay que invertir las prioridades y destinar esos recursos a salud, educación, trabajo y jubilaciones".
El planteo es simple: a los candidatos macristas o peronistas les financian la campaña los empresarios, para que después gobiernen para ellos. Mientras que el macrismo no hay dudas que querrá seguir gobernando para los ricos, desde el Frente de Todos apuestan a que muchos los voten como "mal menor", escondiendo que seguir con el FMI implicaría seguir con altos niveles de pobreza, bajos salarios, precarización laboral y deterioro de la vivienda, la salud o la educación.
Pasan los gobiernos, pero esos problemas estructurales del capitalismo que afectan a millones, siempre quedan. Es hora de dar vuelta la historia. Por eso en estas elecciones fortalezcamos al Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad, dándole fuerza a una alternativa de los trabajadores que se prepare para incidir de forma decisiva en la situación nacional, para que esta vez la crisis la paguen los capitalistas.
Redacción La Izquierda Diario
Jueves 11 de julio | 21:12
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