Haciendo caso omiso a los múltiples reclamos por la sanción de una Ley de Humedales y para frenar la deforestación, que fueron objeto de movilizaciones en diversos puntos del país, el gobierno excluyó ambos proyectos del llamado a sesiones extraordinarias del Congreso Nacional.
Se imponen así, innegablemente, los lobbies inmobiliarios, mineros y agrícola-ganaderos. La Sociedad Rural venía remarcando su preocupación por el tratamiento de la Ley de Humedales, diciendo que “hay 14 proyectos que lo que hacen es restringir hasta un 20% la producción”. Este sector es responsable de la mayoría de las quemas de las casi 900.000 hectáreas en el año, ya que arrasan humedales y bosques mediante el fuego o las topadoras. El 95% de los incendios forestales son intencionales. En el caso del Delta, por ejemplo, se utilizan para renovación de pastizales para ganadería de engorde y de exportación. Se prioriza la quema de pastos, en vez de la vida silvestre que se pierde a su paso como consecuencia del fuego y el humo.
Ley de Humedales
Fueron presentados 14 proyectos en ambas Cámaras. El viernes 20 de noviembre se emitió un dictamen unificando una docena de proyectos en la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de Diputados. Ahora pasó a tratamiento de las comisiones de Agricultura y Ganadería; de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios; de Legislación Penal; y de Presupuesto y Hacienda.
Quedará así para el año próximo, a pesar de que este dictamen fue acompañado por la presentación junto a más de 60 organizaciones de cerca de 650.000 firmas, y de las movilizaciones que se hicieron en diferentes lugares como la de los 5.000 santafesinos que cortaron el puente Rosario-Victoria.
Los humedales son ecosistemas importantísimos a nivel social, cultural, ambiental y económico. Argentina cuenta con más de 600.000 kilómetros cuadrados de humedales, representando un 21,5% de la superficie del país. Son “grandes almacenadores de carbono”, aunque también son ecosistemas muy frágiles, por lo que se necesita una legislación que los defienda. Son grandes filtros depuradores y reservorios de agua dulce; alimentos y materiales de construcción; biodiversidad, control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático; amortiguan los impactos de las lluvias y almacenan más carbono que ningún otro ecosistema, por eso son grandes aliados en la lucha contra el cambio climático.
Prohibición de la deforestación
Paralelamente al debate sobre la Ley de Humedales se venía reclamando a la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de Diputados el tratamiento del proyecto de ley de prohibición de las deforestaciones, que durante toda la pandemia continuaron su marcha devastadora en varias provincias del país.
La gravedad que encierra, su no tratamiento en sesiones extraordinarias, es debido a que es un proyecto presentado en 2019, y por ende perdería estado parlamentario.
La presión de sectores muy concentrados surgió efecto en el gobierno y rápidamente los eliminó de su tratamiento en las extraordinarias. Será necesario redoblar los esfuerzos para que estos temas se mantengan latentes y en el corto plazo, una vez iniciadas las sesiones ordinarias de 2021, se consiga su tratamiento en el Congreso. Es una de las peleas que deberá librar el ascendente movimiento ambiental, contra el gobierno que actúa a cuenta del lobby del gran capital.
Raúl Stevani
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