En el mundo se está discutiendo una nueva ola de infecciones por Covid19. Incluso se afirma que la nueva ola puede producirse antes de que haya terminado la primera. En países como China se plantea una nueva cuarentena en Pekín por un rebrote en el principal mercado de alimentos de Asia (BBC, 16/6). Muchos países retrotrajeron fases (España, Italia); otros, como Gran Bretaña, volvieron atrás en la apertura de clases. Japón tuvo un rebrote en Tokio. Suecia, con su “inmunidad de manada” es un “fracaso”, según Financial Times. Boris Johnson también la implementó y fracasó estrepitosamente. Regímenes enteros no puede sostenerse sin abrir la economía al capital, y caminan al abismo en medio de una situación frente a la cual no se prepararon y no tienen medios para enfrentarla.
“No podemos volver a cerrar la economía”
Con 44 millones de nuevos desocupados, un estimado de más de 7% de caída del PBI para 2020 (casi 10% en caso de rebrote), y en medio de una guerra comercial con China sin descanso, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo: “no podemos cerrar la economía nuevamente, aunque aumenten los casos de coronavirus, porque de hacerlo, estaríamos acabados” (Político, 12/6).
Trump no tiene los recursos para gobernar sin abrir la economía y, al mismo tiempo, la decisión de mandar a los trabajadores a morir en sus lugares de trabajo lo empuja a una crisis política inexorable. Los enfrentamientos que estos choques económicos y sociales suponen al interior de la propia burguesía y entre ésta y la clase obrera, plantean la perspectiva de situaciones revolucionarias.
EEUU registra un aumento de infecciones diarias, particularmente en estados como California, Carolina del Norte y del Sur, Florida y Texas. “Se espera que entre 5,000 y 6,000 estadounidenses mueran cada semana por Covid-19 desde ahora hasta el 4 de julio, según los expertos” (Político, 12/6). Algunos estados reportaron picos recientes en los casos de Covid-19 a medida que las medidas de aislamiento se atemperan. En al menos nueve estados crecen la cantidad de internaciones, 22 registran crecimiento en los casos. La Dra. Deborah Birx, coordinadora de respuesta al coronavirus que aparecía junto a Trump hace unos meses, admitió el viernes que “hay algunas brasas encendidas en algunos lugares” (Político, 12/6), mientras que otros dicen que hay un “rebote” de la primera ola. La Casa Blanca tuvo que salir a responder: “No hay emergencia. No hay segunda ola ", dijo Larry Kudlow el mismo que había asegurado en febrero que EEUU había logrado contener el virus. Hoy, EEUU lidera la cantidad de contagios y muertos.
Kudlow agregó que “el presidente no está dispuesto a cerrar la economía, al igual que el vicepresidente” (Fox, 15/6). “Creo que cerrar la economía podría ser peor para nuestra salud que no cerrarla”, pero se refiere a la salud del capitalismo, opuesta a la de la clase obrera.
Trump no brindó los recursos necesarios para combatir la pandemia. La FDA (que regula el uso de medicamentos en el país) declaró que no usará la Cloroquina e Hidroxicloroquina en el país, un golpe contra Trump que incluso la había tomado “preventivamente”.
Sin vacuna, la única salida con la apertura es que se llegue al objetivo de Johnson, la inmunidad de rebaño, para lo que al menos se tiene que contagiar del 60 al 85% de la población (NYT, 1/5). Pero con una población de 340 millones de habitantes, en EEUU sólo hay 2,1 millones de contagiados, menos del 1%. La tasa de mortalidad supera el 5%, por lo que si tuvieran que contagiarse 260 millones más para alcanzar la inmunidad de manada, la cifra intolerable de muertos alcanzaría los 13 millones.
El choque de Trump con las fuerzas militares muestra que está buscando todos los recursos disponibles para mantener a raya la insurgencia social y la economía abierta, incluso recurriendo al uso del ejército en las calles. Trump no tiene salida y va a una guerra contra la clase obrera, la respuesta política del proletariado vendrá dictada por la diferencia entre la vida y la muerte.
Emiliano Monge
17/06/2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario